Este año la industria vitivinícola estuvo marcada por una gran estrategia: subir fuerte el precio promedio, priorizando el valor por sobre el volumen. Y ese objetivo dio resultados. A la fecha, un tercio de las exportaciones de vinos embotellados corresponde a vinos por sobre los US$ 40 la caja, cuya facturación se ha elevado 36%, mientras que el valor promedio ha crecido un 9%, bordeando los US$ 30 la caja.

"Hoy, un 32% de los productos que exportamos está por sobre los US$ 40 la caja. La industria está tomando un volumen importante en ese segmento", afirma el presidente de Vinos de Chile, René Araneda, quien agrega que "ahí está la rentabilidad del sector".

Para 2012, la meta es la misma: mejorar el precio promedio de los mostos nacionales. Aunque, destacan en el sector, las alzas debieran darse más por una mejora en el portafolio de venta que por un incremento directo en valor, como en 2011. "Puede que no se suban los precios, pero sí que haya mejora del mix", sostiene el gerente general de Viña Montes, Andrés Turner. "Tenemos que pensar en precios más altos; es una forma de corregir la baja rentabilidad", complementa el gerente general de Viña Tamaya, René Merino.

En la misma línea, el gerente general de Viña Casa Silva, Mario Pablo Silva, puntualiza que el peso de los vinos sobre US$ 40 debiera seguir subiendo, porque las compañías están potenciando esa área. "Hoy es el momento de jugársela en vinos finos, buscando los precios que merecen", apunta el gerente general de Santa Rita, Silvio Rostagno.

La estrategia de la industria apunta a un precio promedio de US$ 37-US$ 38 la caja hacia 2020. Según Merino, dado el actual escenario, esa meta podría alcanzarse en menos tiempo. "En cinco años podríamos estar en ese nivel", dice.

"(2012) será un mejor año que éste, porque enfrentaremos un tipo de cambio más favorable y el precio de la uva debiera ser más razonable", cuenta Rostagno. El ejecutivo resume la mirada general de la industria. En el sector creen que el optimismo pasa por el reconocimiento que obtuvieron los mostos locales en 2011. "Pese al alza de precios, el sector ha seguido creciendo", enfatiza Silva. "En 2011 se ha demostrado que el consumidor está creyendo más en los vinos chilenos", destaca.

La positiva visión se ha visto reflejada en el tipo de cambio que ya se está visualizando en los presupuestos del año entrante. Si en 2011 el dólar utilizado variaba entre $ 450 y $ 480, para 2012 se está trabajando con $ 500. "Se ve un dólar firme", visualiza Turner.

El favorable panorama, eso sí, no está exento de dudas. La situación europea agrega una cuota de incertidumbre al sector, donde ejecutivos destacan que si la crisis se agudiza, los vinos chilenos podrían verse beneficiados en términos de volumen, pero perjudicados en valor. "Si hay crisis, sería un año con alzas en volumen, pero con precios un poco menores, en contra de la estrategia", por problemas de demanda en los mercados maduros, anticipa Araneda. "La estrategia se puede ver un poco golpeada por Europa", añade Merino.

En el sector comentan, sin embargo, que el crecimiento de los mercados emergentes, como Brasil y Asia, podría contrarrestar el efecto Europa. "Nuestro gran esfuerzo hay que hacerlo en países emergentes, como China y Brasil, y en EEUU donde tenemos muy buen precio", destaca Araneda. "Brasil y China siguen fuertes", opina Turner, quien estima que en 2012 la industria podría crecer cerca de 10%.

Pese al panorama europeo, ninguno de los ejecutivos asegura estar pensando en bajar sus posiciones en ese continente.

Fuente: La Tercera