Se extenderá hasta el 10 de junio

Ayer comenzó un paro agrario en la Provincia de Buenos Aires –y que se extenderá hasta el 10 de junio– en rechazo a la reforma impositiva que busca modificar el sistema de revaluación de los campos.

El proyecto fue presentado por el gobernador bonaerense Daniel Scioli y aprobado el jueves pasado, estableciendo aumentos a los impuestos inmobiliarios rurales, ingresos brutos y sellos.

El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) indicó que se trata de un “paro activo” durante el cual realizarán “piquetes” en diferentes puntos de la provincia.

La Mesa Agropecuaria de la provincia de Buenos Aires decretó el cese de la comercialización de granos y ganado, excluyendo productos perecederos.

Para este martes está convocada una reunión entre diferentes organizaciones para determinar si la huelga se amplía a nivel nacional. El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires (Carbap), Alberto Frola, comentó que si bien el paro surgió como un conflicto en la provincia de Buenos Aires la realidad es que “el campo tiene un montón de problemas que no se han solucionado”.

Añadió que “la situación empeoró muchísimo en los últimos meses” y enfatizó que "la rentabilidad se ha licuado, hay muchas zonas que ya no pueden producir porque los costos le han subido en dólares y los fletes aumentaron enormemente”.

Paro en Entre Ríos

La Federación Agraria Argentina (FAA) de Entre Ríos inició un paro de comercialización agropecuaria, el cual también se extenderá hasta el domingo 10 de junio. Al igual que en el caso de Buenos Aires la medida no será aplicada a productos perecederos.

El titular de la FAA entrerriana, Alfredo de Angeli, aclaró que el paro “no es una adhesión (al de Buenos Aires), aunque tenemos problemas parecidos”, informó el periódico El Litoral. Al respecto se refirió a “la presión impositiva que sufrimos en Entre Ríos". Criticó además las políticas de Gobierno para el sector.

En un comunicado de prensa, la FAA detalló que la medida se sustenta en los siguientes puntos: El aumento de la presión fiscal que agobia al productor agropecuario; persistentes medidas restrictivas de la comercialización de trigo, maíz y otros productos del sector; desmesurado aumento de los costos de producción; y falta de rentabilidad de las economías regionales.

La FAA convoca a "productores y ciudadanos en general a trabajar por una verdadera política agropecuaria, que ponga freno a la concentración económica, por el arraigo de la familia rural y en defensa de los pueblos del interior".

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