Programa enfocado en la manzana mantiene a la fruta neozelandesa en mercados claves
Científicos y productores buscan formas de reducir cantidad de pesticidas
Si bien la industria de la manzana en Nueva Zelanda presentó pérdidas por US$2.4 millones el año pasado, el déficit podría haber sido mucho mayor de no haber sido por el programa Apple Futures que se desarrolla en el país.
Un reporte del Instituto de Investigaciones Económicas de Nueva Zelanda (NZIER por su sigla en inglés) detalla que este programa juntó a científicos y productores con el objetivo de encontrar formas de reducir la cantidad de pesticidas y aerosoles en fruta de calidad para exportación, ayudando a la industria a mantener su presencia en el mercado europeo.
“En tan sólo cuatro años, la industria de la manzana ganó un extra de NZ$113 millones (US$90 millones) al reducir en un décima parte el máximo de residuos de químicos establecidos por la Unión Europa”, señaló Bill Kaye-Blake, autor del informe y economista del NZIER.
El informe indica que en el último tiempo el número de agroquímicos permitidos por la Unión Europea pasó de 1.100 a 300. “Al mismo tiempo, a pesar de que los reguladores europeos establecieron un nivel máximo de residuos (MRL), los umbrales fijados por algunos compradores europeos están muy por debajo de esos límites”.
Según Kaye-Blake, sin Apples Future la industria de la pomácea podría haber experimentado pérdidas por US$26 millones en 2011.
“Los compradores del Reino Unido y Alemania son influyentes, estableciendo tendencias que otros mercados siguen”.
“La posición de Nueva Zelanda en estos mercados premium ha caído en los últimos años. Ha contribuido a la baja la competencia con otros productores, particularmente en América del Sur, y el aumento de los requerimientos de acceso a los mercados en la Unión Europea”.