En búsqueda de una agricultura competitiva a largo plazo
Nuevos estudios del CIREN tendrán proyecciones a futuro para una mejor toma de decisiones
El Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), es una entidad dependiente del Ministerio de Agricultura de Chile que tiene el objetivo de entregar información de recursos naturales renovables a los sectores relacionados para apoyar la toma de decisiones de autoridades, exportadores y productores del sector.
Es por esto que hoy el CIREN, de la mano de su director ejecutivo Eugenio González, ha decidido ampliar su influencia al generar estudios no sólo a plazo inmediato, como se venía haciendo hasta ahora, sino que proporcionar información a 20, 50 e incluso 70 años, donde se evalúan los posibles cambios en recursos hídricos, suelos y temperaturas que podrían afectar a las zonas estudiadas.
El primer proyecto que se enmarca en este nuevo enfoque es "Zonificación de la Aptitud Productiva de Frutales y Berries en la Región del Maule, bajo condiciones climáticas actuales y futuras", donde en conjunto con la Universidad Católica del Maule se evaluaron las áreas geográficas tomando en cuenta el clima y el suelo, para ver las aptitudes productivas en diferentes especies como cerezas, olivo, avellano europeo, pistacho, frambuesas, mora cultivada y frutillas.
"Existen tres factores que son completamente indispensables para que exista una agricultura competitiva, estos son agua, suelo y clima. Nosotros debemos generar la información y dentro de esto se enmarca este proyecto, donde se analizan los factores que inciden en una mejor productividad de un sector, en este caso la Región del Maule, orientado en las especies que hoy se cultivan, pero lo interesante es que ahora basados en los antecedentes históricos de clima, se puede vislumbrar el escenario a futuro, a 70 años", comenta González.
Además, el director ejecutivo del CIREN explica que es muy relevante tener en cuenta la importancia de los escenarios a largo plazo, ya que con el cambio climático muchas zonas productivas dejaran de serlo, ya sea por escasez de agua, cambios en las temperaturas, y un punto importante que resalta es la calidad de los suelos.
"En este momento el 50% de los suelos en el mundo presentan algún grado de erosión y esto va en aumento. Si esto no se para, se estima que para el 2050 no existirán suelos fértiles para alimentar a la humanidad. Este tema cuesta mucho internalizarlo, pero el suelo requiere de una serie de características para ser productivo y esa es la información que debemos investigar y proporcionar", dijo.
Ojo con el cambio climático
El estudio reveló que el efecto del cambio climático en la Región del Maule sería más drástico en las especies que maduran y cosechan temprano, como el cerezo y las berries, y que además donde hoy existen 1.435.000 hectáreas para la producción de frutillas, a futuro sólo quedarían 5 mil y en el caso de las frambuesas también se reduciría la superficie plantada por el factor climático, donde de 1.300.000 ha sólo quedarían 36 mil.
La única que tendría un futuro alentador es el avellano europeo, el cual pasará de 253 mil hectáreas a 286 mil.
"Este proyecto tomó en consideración superficies totales climáticas, que incluyen las partes en que hoy día se cultiva y otras que no, por eso las cifras son altas, pero a la larga se llegó a la conclusión que con estas especies en 70 años más, las zonas cultivables serían mínimas. Esto obliga a que nuestros productores y autoridades políticas empiecen a buscar soluciones a largo plazo", indicó.
"El tema del calentamiento global ya llegó y para quedarse, el problema es que muchos hablan y pocos hacen, entonces a la larga tenemos que llegar a mejorar y buscar nuevas variedades que sean resistentes a las nuevas condiciones climáticas, si no nos quedaremos sin alimentos. Para un país como Chile, que quiere transformarse en potencia alimentaria, es fundamental tener la información y hacer algo al respecto", sostuvo.
Cambiar la mirada de las autoridades
Chile es un país donde generalmente los planes de acción son a corto plazo y para un tema tan relevante con la seguridad alimentaria hay que mirar más allá, hay que anteponerse a los escenarios y tener una visión de cómo pueden cambiar las condiciones climáticas y cómo afectará a la producción.
"Lamentablemente cuando uno dice 70 años la gente no le toma mucha importancia, somos muy cortoplacistas, y esta es una nueva política que viene directamente desde el Presidente de la República y los Ministros de Agricultura donde los proyectos y todo lo que planifiquemos no sea pensando en los 4 años de gobierno, si no que mucho más allá, por que la agricultura es de ciclos y eso es lo que estamos tratando de aplicar en CIREN", señaló.
"Contamos con mucha información pero no siempre está actualizada, eso pasa a ser sólo datos y lo que tenemos que hacer es actualizarnos constantemente para tener proyección y lograr políticas de largo plazo. Esto es trabajo no sólo de las instituciones del Estado, si no que también de las Universidades, para que empiecen a crear nuevas variedades que se puedan adaptar a las condiciones climáticas que puedan venir".