Por Eric Viramontes presidente de Visión y Servicios

Es seguro decir que si en la vida hay una regla básica a seguir, esa es "nunca asumir y siempre hacer las preguntas correctas". Es un punto importante a tener en cuenta cuando nos fijamos en la discusión  sobre cómo etiquetar los productos cultivados en ambientes protegidos.

Algunos dicen que sólo los productos cultivados en el interior de las instalaciones que tienen grandes inversiones en tecnología deberían merecer el término "invernadero", mientras que otros lo definen como un término general que se refiere a los productos cultivados al "interior" y que no debería pertenecer a un grupo limitado de productores en determinadas regiones del mundo.

Este ha sido una discusión que casi se siente como una guerra de marketing. De hecho, existe una organización que ha creado su propia definición, ofreciendo una certificación para distinguir el grupo de élite que pueden formar parte del club privilegiado. Ellos asumen que al tener una gran inversión en infraestructura, deben obtener un precio más alto por el producto.

De alguna manera tienen razón. Estas empresas tienen una mayor inversión en la tierra con las estructuras de acero y cubiertas de vidrio o de plástico, sistemas de calefacción, y algunos incluso con luz artificial y sí, que se cultiva en un medio artificial. De hecho, es correcto decir que ellos tienen la tecnología adecuada para las condiciones de crecimiento de sus empresas de acuerdo al lugar en donde se encuentran.

Tal vez la pregunta es si sus ubicaciones son las correctas, pero esa no es mi decisión o la del consumidor. Donde yo creo que la suposición está equivocada, es al pensar que el consumidor es responsable por el pago de esta tecnología adicional que se requiere para hacer el trabajo.

Otro supuesto erróneo desde mi perspectiva es pensar en que las operaciones de alta tecnología se refieren a una definición determinada. Veálo usted de esta manera, en el mundo de la agricultura, usar tecnología significa buscar formas de mejorar las condiciones de crecimiento de la naturaleza, y no necesariamente competir contra la naturaleza.

Cualquier planta como los tomates o pepinos necesitan condiciones especiales climáticas, como la temperatura, humedad, dióxido de carbono, luz solar y la nutrición adecuada, al igual que cualquier otro ser viviente. Ofrecer estas condiciones va a producir un mejor rendimiento - las plantas requieren cierta protección contra los elementos con el objetivo de ser capaces de cosechar y empacar productos de alta calidad.

La protección de los fuertes vientos, la radiación solar excesiva, calor excesivo, polvo, animales o precipitación en cualquier formato como lluvia, granizo o nieve.

Entonces, ¿qué tiene que ofrecernos la tecnología? Las tecnologías para proteger a la horticultura, han sido desarrolladas para una gran diversidad de climas, así que los productores de hoy tienen una gran diversidad de tecnologías diferentes. Así que tal vez la eficiencia está más relacionada con la ubicación. Así que depende del productor elegir la tecnología correcta y utilizar la técnica precisa para ofrecer lo que el mercado demande a un precio justo.

Es tan sencillo como esto: mientras más elementos se tienen que gestionar, controlar y proteger, probablemente, más alta es la inversión y el costo de producción va a ser.

Hay algunas partes en el mundo donde se encuentran las condiciones de crecimiento casi ideales para ciertos cultivos, donde sólo pequeñas inversiones en tecnología son necesarias. En otras áreas donde hay bajas temperaturas, luz solar limitada y duras condiciones climáticas, si la decisión del productor es hacer crecer sus plantaciones a pesar de estos retos, la tecnología está disponible, pero a un costo más alto.

Hay otras cosas a considerar, tales como la sustentabilidad. Me gusta la pregunta, "¿Qué tan verde es su invernadero?" Es una buena pregunta para hacerse si usted tiene que quemar grandes cantidades de combustibles fósiles para mantener la temperatura adecuada al interior de cultivos y el uso de toneladas de energía para proporcionar la luz artificial necesaria para que la planta pueda cumplir con su ciclo de vida.

Me pregunto si el consumidor tiene que saber todo sobre la tecnología que hubo detrás de las frutas u hortalizas que están a punto de consumir. Yo creo que se debería asumir que  simplemente el productor está haciendo el mejor trabajo para entregar un producto de alta calidad, limpio y seguro. Una cosa que sí sabemos es que los consumidores les gusta comer productos de alta calidad, sanos y les encantan los precios razonables.

Hoy en día la palabra productividad no sólo debe limitarse a cuánto se puede producir de una determinada operación en crecimiento. Yo creo que en nuestro mundo actual, la definición correcta de la productividad es la que es capaz de producir en un suelo eficiente, sustentable, competitivo y rentable, y no sólo esperar que el consumidor pague el costo extra, sólo porque usted tiene definiciones muy interesantes que están certificadas por un grupo de productores de élite.

www.portalfruticola.com