El experto explicó que la enfermedad fue detectada en el país desde 2009, pero ha estado presente en el estado de la Florida, Estados Unidos, donde ha terminado con vastas extensiones de cultivos de cítricos.

Es conocida en Asia como el mal del dragón, donde es un mal endémico, pero en América ha matado millones de hectáreas en otros países como Brasil y Argentina, apuntó.

Añadió que es transmitida por un insecto volador que ha sido diseminado en América por los fenómenos climáticos, es así que ha avanzado desde Norteamérica y Sudamérica hasta llegar a las costas del país.

La bacteria ya se encuentra en los departamentos de Colón y Yoro, el insecto avanza en un radio de cinco kilómetros a la redonda.

Huete explicó que la enfermedad es una bacteria que la trasmite un insecto chupador mediante la absorción de la sabia de las plantas infectadas y pasa a los árboles sanos.

La primera manifestación que presentan los árboles infectados es una especie de estrés, producen frutos inservibles y luego la planta está condenada a la muerte en un periodo máximo de tres años.

Indicó que por el momento no hay antídoto, lo único que se recomienda es cortar de raíz a los árboles infectados y quemarlos, también deshacerse de las limonarias, plantas ornamentales que sirven de hospedaje del insecto transmisor.

En ese sentido, el ministro de Agricultura y Ganadería, Jacobo Regalado, coincidió en que desde 2009, se identificó de la enfermedad que causa el enverdecimiento de los cítricos causado por una bacteria que genera un problema serio en los árboles que empieza a reducir la producción, la calidad del fruto, hasta que muere.

Aseguró que en el país el trabajo para atacar la enfermedad, se inició en el municipio de Santa Fe, Colón, que fue donde se detectó inicialmente y se ha estado haciendo un monitoreo permanente y una eliminación de árboles que ha arrojado resultados positivos.

Precisó que se han eliminado aproximadamente cinco mil árboles, así como la capacitación del mediano productor de cítricos y se realizan actividades de fumigaciones que permitan tener un control de la enfermedad pues se disemina muy rápido y por eso ahora ya no sólo está presente en Colón sino también en Yoro, Atlántida y Cortés.

Por ello, se realizan acciones para que no vaya a afectar a las 19 mil 500 hectáreas de cítricos en todo el país que generan una producción y generación de empleo importante.

No obstante, Huete recomendó al gobierno y productores realizar un monitoreo minucioso en los cultivos y de encontrarse plantaciones sospechosas de portar la rara enfermedad proceder a eliminarlas.

El segundo paso es monitoreo y control del insecto, para lo cual hay especialistas que podrían trabajar en los campos para detectar la presencia del vector, que se encuentra en distintas regiones, principalmente en las costas sur y norte.

Y el tercer aspecto se debe tener un cuidado especial en el sentido que los viveros no estén contaminados, acotó.

Fuente: Proceso Digital