La seca de verano no afectó directamente el cultivo, porque se hace bajo riego

El bajo nivel de los cursos de agua y las fuertes heladas que se registraron, conforman un panorama que condiciona, en cierta medida, el desarrollo de la campaña frutillera en Tucumán. LA GACETA Rural dialogó con Luis Vallejo, asesor de berries.

- ¿Impactaron las heladas?

- La temporada 2013 comenzó con una disminución de superficie del 15 %, debido al mal resultado de la temporada anterior. Las plantaciones se hicieron en fecha; durante el otoño, las temperaturas altas favorecieron el crecimiento de las plantas. Las heladas fueron fuertes, en intensidad y en duración afectando la producción "primicia", ya que impactó sobre la floración de mayor valor, que es la de la fruta que se cosecharía hasta el 5 de septiembre.

- ¿La sequía en verano y las heladas condicionaron la evolución?

- La sequía de verano no afectó directamente el cultivo, porque se realiza bajo riego por goteo. Pero sí preocupó el bajo nivel de las fuentes de agua para riego.

- ¿Los daños son irreversibles?

- Los daños son en las flores y en la fruta, afectando de manera muy significativa el resultado económico de la campaña, ya que el productor no dispone de los ingresos del mercado fresco. No hubo muerte de plantas; tanto la fruta helada como las flores dañadas, deben cortarse para que la planta pueda continuar su evolución.

- ¿Se puede estimar cuál sería la producción final? Después de las heladas, ¿se resentirá la cobertura del mercado interno y la producción de congelados?

- El mercado interno dispondrá de muy poca fruta, entre el 20 de agosto y el 5 de septiembre. La producción de congelados no se verá afectada, pero con los precios internos se cubren los costos directos y no se genera ninguna utilidad para el productor. Debido a los aranceles y al valor del dólar, el mercado externo dejó de ser una opción para el productor argentino.

Fuente: La Gaceta