Lluvias dejan marcas en las exportaciones de cereza de Nueva Zelanda
Las lluvias continuas han afectado el volumen esperado para esta temporada
"Les puedo decir una cosa, nunca he visto a los árboles más saludables", dijo el presidente de Summerfruit NZ, Gary Bennetts, desde Central Otago, la principal región exportadora de cerezas de Nueva Zelanda.
La razón es la lluvia persistente que ha afectado al país desde el 21 de diciembre, pero Bennetts dijo que la combinación de lluvia y viento ha disminuido las expectativas de volumen de la fruta para esta temporada.
"Comenzó con una lluvia fuerte y fría que no hizo mucho daño, pero hemos tenido pequeños períodos de lluvia constante desde entonces y cada periodo agrega un poco de daño", comentó.
"Como industria buscábamos tener 3.000 toneladas métricas (TM) de exportación, pero probablemente tendremos suerte de conseguir la cantidad del año pasado -aproximadamente 1.460 TM- y el año pasado no fue especialmente bueno para nosotros tampoco”, indicó.
"Algunos productores tienen cubiertas para la lluvia, pero cuando tenemos los vientos que hemos tenido, hay que darse cuenta de que son cubiertas bastante grandes... mientras que están bien en una día luminoso, lluvioso, cuando tienes un período frío, ventoso acercándose, necesitas una estructura muy fuerte para proteger tu cosecha", detalló.
Bennetts estima que se han exportado dos tercios de la temporada y la mayoría del volumen ha sido enviado por avión.
"La ventana del Año Nuevo chino es realmente la temporada alta de las cerezas, porque es parte de su cultura hacer regalos en esa época del año, y son grandes consumidores de fruta también”, dijo.
"Esperamos los más altos niveles al final del mercado, y tenemos que lograrlo para conseguir un retorno viable, nuestras estructuras de costos son más altos que algunos de los países con los que competimos, como Chile", detalló.
Bennetts agregó que es difícil juzgar el impacto de las reducciones arancelarias en Taiwán, dada la escasez de oferta no sólo de Nueva Zelanda, sino otros países como Australia y Chile.
"No estamos viendo una caída en los precios. Normalmente la temporada comienza en un precio razonable, favorable y luego se vuelve más y más fuerte. No estamos viendo la misma situación este año”, comentó.
"Creo que hay demanda a causa del nuevo año que, simplemente, no va a ser capaz de cumplirse", agregó.
Sin embargo, Bennett lamenta que los precios más altos no serán capaces de compensar los impactos financieros de los problemas climáticos.
"Preferiría tener un 90% de la cosecha y tener un par de dólares menos por kilo, que tener nada y un par de dólares más por kilo. Pero para aquellos que no han sido tan afectados será un buen año", indicó.
Además, dijo que mucha de la fruta afectada tampoco logrará el mercado en Nueva Zelanda.
"Hay gente que a lo mejor venderá la fruta a un lado de la carretera o en las calles, pero mucha de la fruta está siendo descartada y parte de ella se procesará”, detalló.
"La diferencia de la que que estamos hablando aquí es de una ligera fractura o una grieta seca en la cereza, así que todavía hay mercado para ellas, pero hay una gran cantidad de fruta que no se cosechará o no ha sido cosechada, y hay una gran cantidad de fruta que se ha cosechado que será desechada", aseveró.
Volúmenes de damasco rompen la tendencia
Bennetts dijo que mientras los productores de damasco han sufrido las mismas condiciones, el cultivo de exportación probablemente subirá entre un 10-15% a 1700 TM.
"La lluvia y el viento que hemos tenido han tenido un impacto en la apariencia de los damascos también: menor formación de grietas en el extremo del tallo y menor oxidación con la marca de la lluvia”, comentó.
El crecimiento esperado rompe la tendencia de la baja producción de damascos de los últimos años, algo que Bennetts atribuye a un par de razones en específico.
"Probablemente sea la brecha en el mercado. En Nueva Zelanda exportamos una gran cantidad de damascos a Australia y la cosecha de Australia probablemente ha disminuido un poco", dijo.
Además, indicó que la industria también está cultivando variedades de damasco con "algunos emocionantes nuevos sabores y gustos" que están en fase de prueba.
"La industria está muy interesada en conseguir un perfil de sabor para el paladar asiático", concluyó.