Embargo preventivo: garantizar a los exportadores que se paga la fruta

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Embargo preventivo: garantizar a los exportadores que se paga la fruta

Por Jan van de Ven, abogado en AgriBusiness Legal Desk

Un problema común para los exportadores en el comercio internacional de frutas, es la denegación del pago por parte del importador y, con demasiada frecuencia, los importadores resultan ser poco razonables dentro de las negociaciones. Esto deja a un exportador en Sudáfrica, Chile o Argentina con la opción de escoger entre alternativas deficientes: incurrir en costos legales al ir a los tribunales en Europa, sin certeza que en caso que se gana se podrá realmente cobrar, o dejar el asunto en su totalidad, así asegurando que nunca se cobrará la deuda.

Una herramienta a menudo eficaz para los exportadores de fruta de ultramar, para inclinar la balanza en su favor, es la aplicación del embargo preventivo en los Países Bajos. El embargo preventivo permite a los exportadores embargar activos en los Países Bajos: la fruta en almacenamiento, cuentas bancarias, cuentas por cobrar (por ejemplo, mayoristas o supermercados que han comprado fruta del importador), incluso los muebles de oficina y acciones de la compañía pueden ser embargados.

Una vez que se embargan los activos, el importador ya no puede utilizarlos. Un importador que de pronto se entera que ya no puede tener acceso al dinero en su cuenta bancaria, que no puede entregar fruta desde su almacén o que no recibirá pago de sus clientes hasta que la disputa con el exportador haya sido resuelto, resulta con frecuencia ser mucho más flexible  en las negociaciones para resolver el conflicto amigablemente. Y si una solución amistosa no es posible, el exportador tiene la certeza de que hay suficientes fondos para pagarle la deuda, una vez que los tribunales emitan su sentencia final.

Incluso si el propio importador no se basa en los Países Bajos, por ejemplo en Escandinavia, Alemania o en el sur de Europa, el embargo preventivo en los Países Bajos sigue siendo una opción, siempre y cuando existan activos situados en los Países Bajos. Por ejemplo, un exportador de Sudáfrica que vende a un importador alemán puede solicitar el embargo preventivo en los Países Bajos para apoderarse de activos del importador alemán que se encuentran en los Países Bajos. Estos activos pueden ser fruta perteneciente al importador alemán que se mantiene en almacenamiento en Rotterdam, o podrían ser cuentas por pagar por un banco holandés o minorista que finalmente se pagaría al importador alemán.

Como los Países Bajos son un centro europeo para el comercio internacional de frutas, probablemente tarde o temprano y de alguna manera, los importadores, mayoristas y comerciantes en toda Europa harán neogocios con los Países Bajos. Exportadores de ultramar harían bien en considerar las opciones juridicas holandesas al hacer negocios y tener que resolver conflictos en Europa.

El embargo preventivo en los Países Bajos puede ser una herramienta útil para una empresa ecuatoriana que vende a un importador alemán, un exportador peruano que hace negocios con un importador italiano o un exportador de Argentina que realice negocios en Suecia.

La solicitud de embargo preventivo es un trámite sencillo en los Países Bajos. Los tribunales suelen conceder una solicitud de embargo preventivo en un día y la solicitud se tramita ex parte, lo que significa que el importador no es notificado de él hasta después que se embargaron sus bienes, lo cual garantiza la completa sorpresa y el efecto máximo.

Jan van de Ven es abogado en AgriBusiness Legal Desk, una firma de abogados en Ámsterdam orientada exclusivamente al sector de alimentos y agroindustrial. A menudo representa a exportadores de ultramar en sus negocios en Europa.

www.portalfruticola.com

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