Ecuador: El café ecuatoriano triplica su precio en el mercado europeo
La presencia masiva de público en las cafeterías locales, así como de nuevas variedades de café en las perchas de los supermercados, no es casualidad, sino el resultado de un impulso que trascendió lo comercial para instalarse en lo cultural. A la par, fuera del país se ha ido consolidando un mercado para el café especial ecuatoriano cuyo precio puede hasta triplicarse según su valor agregado.
Wilson González, vocero de la Asociación de Cafés Especiales del Ecuador (ACEE), comenta por ejemplo que en Francia una libra de café ecuatoriano tipo gourmet cuesta en promedio $10, pero el precio se incrementa según sus especificaciones, por ejemplo el proveniente de Loja, puede costar $20 y el de Galápagos hasta $30.
El concepto de beber un café cultivado en islas volcánicas es un plus que el mercado europeo agradece, sin embargo no es todo, pues según González, los sabores varían, tal como ocurre con el vino, la diferencia está en que “aquí todavía no estamos en esa cultura de distinguir diferencias que pueden ser sutiles”.
Dentro del país, la apertura de cadenas de cafeterías ha hecho que el criterio del consumidor vaya cambiando. Por ejemplo, Sweet and Cofee, ofrece variedades con claras especificaciones: café Zaruma con tostado medio y aroma floral y fuerte; Jipijapa, para una bebida moderada con aroma frutal y fino. También café orgánico, cultivado sin pesticidas.
Según Manuel Echeverría, coordinador general de Proecuador, entidad adscrita al Ministerio de Comercio Exterior y cuyo objetivo es promocionar los productos ecuatorianos a través de sus oficinas comerciales en distintos países del mundo, las certificaciones orgánicas y de comercio justo (fare trade) dan un valor al café que en el mercado europeo resulta atractivo, aunque ello implique precios más altos.
Uno de los mercados más grandes es Alemania.
Renacimiento del café
“El café es uno de los pocos productos agrícolas que desde hace un tiempo ha venido cambiando su matriz productiva”, dice Líder Vélez, titular de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé).
Según el experto, antes del 2004 Ecuador era un exportador eminentemente de grano, pero ahora lo es de productos terminados como los antes descritos.
Se trata de un cambio que el sector profundizó desde 2004, cuando una crisis de precios le obligó a replantear las cosas.
El problema -dice González- es que en los últimos años la caficultura fue ‘aplastada’ por la importación del grano desde países como Vietnam e Indonesia.
Este café comprado afuera -explica-, es reexportado y etiquetado como producto ecuatoriano, y no hubo cómo competir.
Por esta razón las empresas exportadoras ‘para sobrevivir’, se volcaron a la producción del grano de tipo especial que, contrario al café convencional que se cotiza en las bolsas de Nueva York y Londres, tiene precios que dependen directamente de los mercados.
“La ventaja del país es que la gente sabe hacer buen café y a nivel internacional nuestro producto terminado tiene una gran aceptación”, expresa Vélez.
Las cosas han cambiado, al punto que en 2006 Ecuador no aparecía en el mapa mundial de los cafés especiales, pero hoy cuenta con catadores nacionales certificados y con eventos como Taza Dorada, en la que se evalúa y premia las mejores cosechas del año bajo el criterio de jueces internacionales.
Es un hecho que este grano es uno de los 5 productos estrella del Ecuador junto al camarón, el cacao, el banano y las flores, sin embargo, la producción aun es mínima y preocupa al sector.
Según datos de Anecafé, la demanda nacional del producto alcanza 1’500.000 sacos, pero Ecuador no produce más allá de 400.000.
González asegura que, en su mejor momento, Ecuador llegó a producir alrededor de $ 500 millones en café.
El año pasado se exportaron 1’261.690,96 sacos de café, a un monto total de $ 218’070.535,46, pero González calcula que apenas el 30% de este producto es ecuatoriano y, lo que resulta más preocupante, es que de ese porcentaje el 10% correspondería a las variedades especiales, tanto de arábigo como de robusta.
De momento, un programa de resiembra del café que lleva adelante el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), espera cultivar 120.000 hectáreas nuevas y reactivar el sector cafetalero. En tanto, Echeverría expresa que resta seguir trabajando en una promoción que posicione al ecuatoriano como el mejor café.
Fuente: El Telégrafo