Colombia: Diseñan metodología para verificar propiedad intelectual de cultivos GM
Materiales biológicos y procesos que se utilizan en la investigación en ingeniería genética de plantas, por ejemplo en cultivos genéticamente modificados (GM), se encuentran protegidos por derechos de propiedad intelectual como patentes.
Por eso, para desarrollar una línea GM con fines comerciales es necesario mantenerse al tanto de esta situación y no meterse en problemas legales; ya que el 80% de las patentes son de multinacionales.
Por tal motivo, desde el Grupo de Ingeniería Genética de Plantas de la Universidad Nacional de Colombia se estructuró una metodología que guía la perspectiva de las investigaciones de este tipo.
De acuerdo con el director del grupo y docente del Departamento de Biología, Alejandro Chaparro Giraldo, el objetivo de esta técnica es conocer desde el comienzo cuáles derechos de propiedad intelectual, vigencia y aplicación existen en países donde se ha hecho comercialización.
“La idea es simple: desarrollar cultivos transgénicos genéricos siguiendo el modelo de los fármacos genéricos; puesto que lo que hace la industria nacional es apropiarse de esa tecnología y desarrollarlos con base en información e investigación científica a nivel internacional”, agrega.
La metodología
El primer paso es la deconstrucción del producto: saber qué materiales biológicos y protocolos se van a utilizar en el desarrollo de la innovación.
“Hay que identificar qué genes se utilizan, qué vectores de transformación se tienen en cuenta, qué cepas de bacteria, cuáles son las técnicas de cultivos de tejidos, así como las técnicas moleculares y en qué escenario regional se aplicarán”, afirma el académico.
El siguiente paso es analizar las patentes a partir de la búsqueda en bases de datos internacionales. Entre las gratuitas que pueden ser exploradas, están los Documentos de Patentes de Latinoamérica y la información de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. También hay otras por suscripción como GenomeQuest, Thomson Innovation y Total Patent.
Posteriormente se hace el mismo proceso, pero a nivel nacional con la base de datos de la Superintendencia de Industria y Comercio.
“Hay que considerar que las patentes son nacionales. Por ejemplo, lo que esté patentado en EE.UU. y no en Colombia, puede ser usado en nuestro país sin infringir derechos de terceros”, señala Alejandro Chaparro Giraldo.
El último paso es la recolección de documentación adicional a la de patentes concedidas y solicitudes. Acuerdos de transferencia de materiales, cláusulas de los acuerdos, convenios interinstitucionales, contratos de trabajo, normas internas de propiedad intelectual de las instituciones participantes dentro y fuera del país.
“La idea es desarrollar un producto que no infrinja ninguna regla de juego y con el que no haya repercusiones legales”, concluye.
El Grupo de Ingeniería Genética de Plantas hizo un ejercicio de metodología con variedades transgénicas de papa y arroz, con una versión propia del gen Cry1Ac, que confiere resistencia a algunas larvas de mariposas.
El escenario encontrado fue de 150 patentes y solicitudes de licencias internacionales, particularmente en Japón, Australia, Estados Unidos y Europa. A nivel nacional encontraron 10 de las cuales la mayoría caducaron, no habían sido aceptadas o fueron abandonadas. Solamente tres patentes habrían tenido efecto en el proceso, pero ninguna de ellas tenía que ver con la innovación propuesta.
“Con las patentes no hay problema, sino con los acuerdos de transferencia de materiales, ya que recibimos cinco cepas de bacterias provenientes de la Universidad de Kobe (Japón) que son solo para investigación”, comenta el profesor Chaparro.
Ante estas situaciones, la recomendación desde la metodología es revisar cada detalle de los pasos, que no haya cláusula de restricción en acuerdos de transferencia de material, hacer acuerdos con los investigadores a partir de la reglamentación interna de propiedad intelectual, entre otros aspectos.
Fuente: Agencia de Noticias UN