Fruta en impresión 3D reinventa el concepto de "en demanda"
Cada nuevo instrumento de cocina fue, alguna vez, una idea innovadora. La tostadora hizo su aparición a finales de 1800, la década de 1930 vio nacer la licuadora, mientras que el microondas se incorporó al escenario mundial en la década de 1980. Estos artículos pueden parecer humildes en comparación a la tecnología digital que le da vida al siglo XXI, pero todos comenzaron en alguna parte.
Con el avance de la tecnología, ¿se imaginan cómo podría ser una cocina del futuro? Un innovador del Reino Unido -Dovetailed- tiene una particular idea en mente: una impresora 3D que reconstruye un fruto comestible que sea accesible para el mercado interno. En Portalfruticola.com conservamos con uno de los diseñadores detrás de este sistema, que reconstruye la fruta y que, aparentemente, sabe tan bien como una fruta real.
Recientemente Dovetailed dio a conocer el sistema, uno que toma el jugo de la fruta, le añade un poco de calcio y, mediante el uso de un método llamado esferificación (técnica culinaria que se utiliza en la elaboración de ciertos platos en lo que se desea imitar una forma y/o textura muy similar al caviar) puede imprimir físicamente una frambuesa artificial.
“Hemos reinventado el concepto de fruta fresca en demanda. Nuestro evento de lanzamiento contó con la presencia de un grupo de diseñadores, gourmets, chefs y profesionales de la tecnología”, comentó el fundador de la empresa Vaiva Kalnikaitė.
“La gente estaba realmente interesada en el concepto de que, en lugar de cosechar la fruta, tú puedes, esencialmente, reconstruir una fruta a partir del jugo. La reacción inicial ha sido genial”.
“Potencialmente puedes reconstruir fruta en lugares o locaciones donde es muy difícil cultivar determinadas frutas y también hace que el transporte sea mucho más fácil, puede preservar mejor nutrición e incluso mejorarla; estos son todos los aspectos que la impresora puede hacer ahora”.
¿Cómo funciona la tecnología?
Kalnikaitė insiste en que la impresión 3D de una fruta es un proceso muy simple. Los sabores provienen de la mezcla del jugo de la fruta con alginato sódico (un estabilizador de alimentos utilizado en helados, yogur, crema y queso), el cual gotea en un plato de cloruro de calcio frío. Cada gota de la mezcla se transforma en una pequeña esfera en el calcio y esta solución hace que la capa exterior de cada esfera forme su propia piel delgada y flexible.
“Ocurre una reacción. El Calcio crea una pequeña pared de gel alrededor de cada gota hasta que tienes una pieza completa de fruta, como una frambuesa o mora. Esperamos experimentar con otras frutas también”.
A su vez, el sabor, forma, tamaño y contenido de los nutrientes de la fruta reconstruida se puede personalizar.
“Los ingredientes ya están disponibles en algunas tiendas gourmet. La impresora está conectada a un computador y tenemos un programa que nos permite dibujar a mano qué forma queremos. Por ejemplo, puedes dibujar un cuadrado y será alineado a esta formación exacta”.
Pero, ¿qué tan sabrosa puede ser una fruta impresa?
“Estamos usando ingredientes naturales y es el contenido de nutrientes lo que estás usando para reconstruir la fruta. Así que puedes tomar un jugo en caja del supermercado o jugo recién exprimido y usarlo para reconstruir [la fruta]; por lo que el valor nutricional se mantiene igual, dependiendo de lo que está en el jugo”, explicó Kalnikaitė.
“También puedes usar nutrientes adicionales, por lo que esencialmente cada gota puede ser algo que se suma al contenido de nutrientes de la fruta. Estamos tratando de mantenerlo muy natural y, potencialmente, totalmente orgánico y fresco”, dijo.
“Cuando muerdes el fruto te da la sensación de comer fruta fresca porque las pequeñas gotas se rompen y liberan el jugo, por lo que da al comensal la misma sensación”.
En teoría, no sólo el jugo de frutas se puede usar para “imprimir” o reconstruir una fruta o cualquier otra cosa para ese propósito. El uso de otros líquidos es algo que el equipo de Dovetailed comenzará a experimentar en la próxima fase de su innovación.
“Es posible utilizar sopas, diferentes salsas, incluso alcohol. Estamos tratando de encontrar chefs que nos pueden ayudar con la investigación y la experimentación, especialmente en el lado del sabor de las cosas. Tenemos la consistencia adecuada para las frambuesas y moras, y la verdad es que hacemos un sabor bueno y fresco”.
Kalnikaitė sabe que hay mucho más trabajo por hacer, pero la empresa tiene un objetivo a corto plazo, que es comercializar su impresora 3D a restaurantes gourmet y foodies que estén interesados en técnicas culinarias innovadoras, agregando literalmente una nueva dimensión a la experiencia de comer.
"La impresora 3D aún no está lista para su venta al por menor, pero estamos hablando con varias compañías británicas interesadas en ayudarnos a llevarla al mercado. Esperamos que las cosas pasen pronto”.
“Nos gustaría ver a los chefs usar nuestro producto en las cocinas comerciales y restaurantes, ya que sin duda añade una característica innovadora para un lugar. Los comensales pueden ver cómo se está haciendo la comida y la gente puede tener frambuesas recién impresas”.
“A largo plazo, sería muy interesante ver esto en la cocina de las personas. Es una posibilidad real, pero depende de la forma en que la diseñemos para la siguiente fase. Pero podría darse el caso de que se convierta en otro aparato de cocina justo al lado de la máquina de café”.