Combatiendo la Loque americana en las abejas
Investigadores de la Universidad de Guelph, Canadá, han dado un gran paso en la lucha contra la Loque americana [Paenibacillus larvae (P. larvae)], la enfermedad más destructiva de las abejas. Y es que ésta es una de las mayores dificultades que deben enfrentar las abejas responsables de la polinización de un tercio de los alimentos que consumen los humanos, junto con los ácaros hematófagos, virus por exposición a los pesticidas y el cambio climático.
Así, y por primera vez, un grupo de científicos logró identificar una toxina que libera el patógeno, además de una droga que puede detener la enfermedad que predomina en América del Norte, Europa y otras partes del mundo.
“Hemos encontrado que es un factor importante que puede inhibir esta enfermedad en las abejas”, dijo Rod Merrill, bioquímico de Guelph y coautor del estudio que se publicará en la edición de diciembre de la Journal of Biological Chemistry, indica University of Guelph.
Y es que la Loque americana -llamada así por el olor de las colmenas infectadas y por haber sido el primer país donde fue identificada hace más de un siglo-, se propaga fácilmente entre las colonias de abejas mediante esporas transportadas por las abejas adultas.
Cabe señalar que las esporas son ingeridas por las larvas, las que al morir, también trasmiten millones de esporas en la colmena.
“Las abejas adultas entran en la colmena, sacan la miel que está contaminada con las esporas de las bacterias y las arrastran a su colmena. Así es como prolifera ya que no es tóxica para las abejas adultas, pero finalmente destruye la colmena”, aseveró el profesor Merrill.
De esta manera, las colmenas infectadas con la bacteria rápidamente pasan a ser inservibles por lo que los apicultores deben quemarlas así como los equipamientos asociados para asegurar la destrucción de las esporas, evitando su proliferación.
Merrill también indicó que las pruebas en terreno comenzarán a realizarse durante la primavera del Hemisferio Norte con el Instituto de Investigación de Abejas en Hohen Neuendorf, Alemania, lo que mostrará si el fármaco es eficaz en el control de la Loque americana.
Gracias a la investigación –que inició hace más de dos años- se logró desarrollar una droga que podría tratar la enfermedad.
Dicha droga no es un antibiótico, sino un compuesto anti-virulencia que controla la toxina que mata las larvas pero no apunta a las bacterias que mutan amenazando su supervivencia.
"Los antibióticos están fallando no sólo en los seres humanos, sino también en las abejas", dijo Merrill.
"Básicamente, si podemos desarmarlas [bacterias], no pueden colonizar y no pueden causar infección en las larvas de abeja. Se vuelven inocuas", aseveró.
La Loque americana se encuentra en todo Ontario y Canadá, y afecta tanto a la industria de las abejas melíferas como a las poblaciones de polinizadores. Y es que las abejas son los polinizadores más importantes del mundo y sus números ya están disminuyendo a causa de la enfermedad y los factores mencionados anteriormente.
El investigador destacó que, actualmente, no es posible indicar cuál será el impacto del tratamiento de la Loque americana. Sin embargo, explica que es un avance en la dirección correcta, lo cual es necesario para caracterizar las toxinas producidas por el organismo que causa la enfermedad.