Pequeños productores vitivinícolas, bodegueros y viñateros de toda la provincia se movilizan hoy para defender el valor del vino y mejorar las condiciones en el sector, con inédito apoyo de cámaras locales y hasta nacionales.

Desde la Rotonda del Cristo de las Paredas, en San Rafael ya partieron hacia la Ciudad de Mendoza unos seis micros y decenas de camionetas convocadas por la Cámara de Comercio del sur.

También, desde la Rotonda del Mapa de ese departamento salieron un colectivo y varias camionetas. Se calcula que son más de 600 personas las que se movilizan desde el sur provincial. Sin tener en cuanta las que vienen desde Alvear y Malargüe.

Desde el norte de Mendoza, por ruta 40 lavallinos también se movilizan hacia la Capital para reclamar mejoras.

En el Este, viñateros de San Martin, Rivadavia, Santa Rosa y Junín copan la ruta 7 desde las siete de la mañana aproximadamente.

El objetivo en juntarse en el nudo vial de Costanera y Vicente Zapata cerca de las 11 y luego marchar todos juntos hasta calle Peltier e intentar ser recibidos por el Gobernador Pérez, quien justamente ayer estuvo reunido en Casa Rosada con Cristina Fernández de Kirchner.

En ese encuentro, la Presidenta aseguró a la provincia sólo $ 50 millones con “posible ampliación progresiva” del Tesoro para intentar enfriar la crisis vitivinícola. Una cifra insuficiente si se quiere quitar 200 millones de litros excedentes que presionan los precios y menos para debilitar un camionetazo que viene orquestándose desde la semana pasada por la falta de medidas y por otras, como el bloqueo de hasta el 40% del vino 2015, que generó casi unánime rechazo del sector.

A pesar de la ayuda de la Nación, la marcha de más de 15 entidades y cámaras regionales de toda la Provincia, suma otras consignas para equilibrar al mercado vitivinícola. Por caso, desde la Asociación Productores del Este Mendocino (Aproem), aunque en coincidencia con la necesidad de prever los stocks vínicos, elaboraron un petitorio propio para el gobernador Pérez, por un “marco institucional que refleje un comercio justo”, adelanto de fondos extra créditos para que el productor pueda cosechar y precios mínimos de referencia.

Según Gabriela Lizana, de Aproem, “no queremos adherir a retirar vino por sobrestock. Queremos que se retire invirtiendo en un operativo de compra de uva que incluya uvas tintas porque el productor no puede esperar el efecto derrame que nunca llega”. Para Lizana, de haberse aplicado esto en 2014, actualmente “no sobraría tanto vino”.

Fuente: Los Andes