Producción de arándanos y cítricos mostró una recuperación en Uruguay
En los últimos 4-5 años, los sectores del arándano y cítricos de Uruguay vienen atravesando un importante proceso de transformación y mejoras de productividad.
En el marco de las charlas virtuales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay (MGAP), la Ec. María Eugenia Silva, analizó la situación y perspectivas de la producción de los dos sectores. Ambos rubros se analizaron de forma conjunta ya que generan ciertas sinergias y poseen elementos en común, como los actores involucrados en las cadenas, están próximos geográficamente y orientan su producción a los mercados internacionales.
Silva detalló que, los arándanos en su fase inicial ocupaban unas 900 hectáreas, sin embargo durante el último tiempo atravesaron un proceso de concentración de la superficie –con unas 400 hectáreas actualmente-, y de reconversión de variedades para adecuarse mejor a las demandas internacionales, manteniendo un nivel de producción de 2 mil toneladas.
En el caso de la citricultura -rubro que exporta aproximadamente el 50% de su producción-, Silva destacó la ejecución del Plan Estratégico de Citricultura, formulado de forma conjunta con actores públicos y privados, que apunta a generar inserción internacional y lograr competitividad sobre la base de la genética y sanidad.
En la zafra 2013/2014, la producción de arándanos y cítricos en Uruguay mostró una recuperación del 20%. En el caso de los arándanos, la producción alcanzó las 2.200 toneladas, mientras en los cítricos la cifra fue de 300 mil toneladas, donde 150 mil toneladas corresponden a naranjas, 110 mil a mandarinas, 30 mil a limones y el resto a pomelos.
“La zafra anterior había tenido un bajo nivel de producción como consecuencia de las heladas que afectaron la producción, pero en la zafra 2013/2014 se volvió a niveles relativamente más normales”, dijo Silva.
A su vez, indicó que la recuperación de la producción también se reflejó en una mejora de las exportaciones, tanto en volumen como en dólares.
“Las exportaciones de cítricos llegaron a unas 150 mil toneladas con una suba de 9% en volumen, pero una suba aún mayor en dólares de 25%, totalizando unos US$92 millones, lo que habla también de una mejora de los precios de venta”, expuso.
“En el caso de los arándanos, aumentan los volúmenes un 19%, superando las 2 mil toneladas, aumenta también el valor con unos US$20 millones, pero lo que vemos allí es una reducción de precio”, agregó.
Silva explicó que en cítricos se da una mejora en los precios cuando se observa la canasta exportadora en su conjunto, con un alza del 7% para las tres principales especies, sin embargo la evolución al interior de cada especie ha sido dispar.
“Los limones lideraron la mejora de precio de la mano de una diversificación de sus exportaciones, con un dinamismo en los mercados de menos peso en el conjunto de las exportaciones pero que ofrecen valores muy atractivos. En el caso de las naranjas y mandarinas, los valores tendieron a permanecer relativamente estables o con algún ajuste a la baja”.
En el caso de los arándanos, los precios de venta mostraron reducciones del orden del 5-7%, dependiendo de las variedades consideradas.
Otro factor que ha incidido en ambos rubros son los destinos a los cuales se han orientado las exportaciones.
En el caso de los cítricos, en 2014 comenzó a reflejarse una mayor diversificación de los destinos de las exportaciones. Si bien, la Unión Europea sigue siendo el principal mercado para los cítricos con más de la mitad de las exportaciones, Silva indicó que éste “ha perdido peso entre 2013 y 2014 debido, fundamentalmente, al ingreso de las exportaciones a EE.UU.”.
“La apertura del mercado norteamericano tuvo un impacto significativo en cuanto a monto pactado y sobre todo valores pagados”, dijo.
“A su vez, se logró una mayor presencia [de los cítricos] en mercados no tradicionales, que pasaron de representar un 7% del total exportado en 2013 a un 12% del total exportado en 2014”, añadió.
De acuerdo a Silva, el ingreso de los cítricos a EE.UU. generó un mayor incentivo a la inversión, innovación, readecuación varietal y a la reconversión del sector para lograr una mejor inserción comercial.
“En el corto plazo se están sustituyendo áreas menos productivas por otras de mayor productividad con nuevas variedades. En el corto plazo no es posible saber si vamos a ver un aumento de la producción o no, pero sí a largo plazo seguramente se vea una mejora de la productividad, que termine canalizándose a través de mayores exportaciones y mercados de mayor valor”, indicó.
“Los desafíos pasan por seguir consolidando esta mayor diversificación de exportaciones, aprovechando los mercados que ya están abiertos, acompañado también con procesos de apertura de nuevos mercados”, concluyó.