Nicaragua: Pitahaya nica conquista EE. UU.
A pesar de los efectos que la entrada tardía de la temporada lluviosa del año pasado provocó en el rendimiento de la pitahaya roja, el 2014 fue un buen año para esa fruta, pues aprovechó las ventajas que le proporciona ser el único país de la región que posee, desde diciembre del 2012, la certificación para ser exportada como fruta fresca a Estados Unidos, donde sigue conquistando el paladar de los consumidores.
Las estadísticas del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) detallan que en relación con el desempeño del ciclo anterior, en el 2014 el volumen de las colocaciones del producto en el mercado internacional creció en 57.67%, mientras que el valor de estas ventas creció en 69.34%. Más del 90% del total de los envíos de pitahayas se hicieron al mercado estadounidense.
"La sequía del año pasado afectó bastante, la producción se retrasó. En mayo y junio no tuvimos producción, empezamos hasta en julio y terminamos en septiembre. Sin embargo, pudimos vender una parte aquí y exportar más a Estados Unidos, donde tenemos dos intermediarios latinos que nos apoyan y que para esta cosecha nos mantendrán los contratos", dice José Antonio Marenco López, presidente de la Asociación de Productores de Pitahayas de Nicaragua (Appinic).
Tradicionalmente, si las primeras lluvias caen a finales de abril o inicios de mayo, la cosecha de pitahaya comienza ese mismo mes. Pero el año pasado la entrada tardía del período lluvioso retrasó la cosecha y afectó los rendimientos y la calidad de la producción. Se estima que el rendimiento promedio pasó de cinco toneladas de frutas por manzana a unas tres toneladas. Además, la deshidratación que sufrió la fruta evitó que alcanzara el crecimiento óptimo.
Deben cumplir requisitos
Otro obstáculo que enfrentaron los pequeños productores de pitahaya roja el año pasado, fue que los compradores exigen que la planta tenga una manga de embarque para los contenedores para que una vez empacada la fruta no vuelva a tener contacto con el ambiente.
"Eso nos obligó a contratar los servicios de otra planta y a trasladar el producto acopiado y a los trabajadores a la otra fábrica", dice Ernesto Mendieta, vicepresidente de Appinic.
Esto ocasionó un incremento en los costos y evitó que se exportara una mayor cantidad de la fruta fresca. Para superar este obstáculo, según Mendieta, invirtieron en la instalación de la manga de embarque en la planta de Appinic, la que esperan utilizar en la exportación de la cosecha de este año.
"Sólo estamos a la espera de que funcionarios del Ministerio Agropecuario (Magfor) y del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos (USDA, United States Department of Agriculture) vengan en este mes de febrero a hacer una inspección para ver si todo está bien y autorizan su uso para este año", explica Marenco.
Otro problema fue que la sequía también evitó que muchas frutas alcanzaran el tamaño y la calidad que exige el mercado internacional. No obstante, las frutas, que por el tamaño u otras irregularidades no alcanzan la categoría de exportación, se procesan y se venden como pulpa congelada o como fruta deshidratada. Una ventaja es que el precio es similar para todos los productos.
Se vende más prcesada
La mayoría de envíos de Appinic son de fruta fresca, pero existen otras dos plantas que la compran productores independientes y la envían deshidratada o como pulpa congelada. A partir de este año la cooperativa espera ofrecer también estas opciones.
Los 54 socios de la cooperativa confían en que este año la entrada de la temporada lluviosa sea más regular para garantizar una mejor cosecha. Desde ahora realizan podas sanitarias, fumigaciones y repostean las plantaciones, con la esperanza de que las frutas no se deshidraten mucho y alcancen el tamaño ideal.
Esta cooperativa cuenta con 54 socios que en su conjunto cultivan unas 400 manzanas en la zona de Ticuantepe. Pero sólo unas 300 están en producción, ya que el resto acaba de ser establecida con el fin de satisfacer la creciente demanda del producto en el mercado estadounidense.
Según datos del Ministerio de Agricultura (MAG), en el país existen 700 hectáreas (unas 992 manzanas) dedicadas al cultivo de pitahaya, que producen unas 6,160 toneladas de la fruta cada año. Esto convierte al país en el mayor productor y exportador de la fruta en la región, ya que al menos el 50% de la producción de cada año se destina al mercado internacional.
Sin embargo, el potencial es mayor. El MAG estima que existen unas 397,000 hectáreas (563,104 manzanas) aptas para el cultivo de esta fruta, que aún tiene un gran potencial por explotar en el mercado estadounidense.
Fuente: La Prensa