Olor de la guayaba permitiría manejar plaga del picudo

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Olor de la guayaba permitiría manejar plaga del picudo

Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia [UN], descubrió la relación existente entre una feromona del picudo que se activa con el olor de la guayaba. De este modo, los resultados de la investigación significan un avance hacia una nueva alternativa para el manejo integrado de esta plaga.

Agencia de Noticias UN

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De acuerdo a Noticias UN, el insecto, conocido científicamente como Conotrachelus psidii Marshall, se ve influenciado por el aroma de la guayaba, por lo que la fruta tiene un factor determinante en los diferentes estadios de su proceso de maduración.

Y es que al momento de activarse las feromonas de los picudos, los machos envían señales a otros adultos de ambos sexos avisándoles que su hospedera está lista para ser colonizada.

“Los elementos químicos responsables de las interacciones se conocen como semioquímicos; la mayoría son compuestos orgánicos volátiles (sustancias que se difunden fácilmente en el ambiente) detectados por el olfato del insecto”, explicó Alicia Romero Frías, doctoranda en Ciencias–Química de la U.N., quien indagó sobre los atrayentes naturales y su influencia en el comportamiento del picudo.

De este modo, su investigación ha permitido por primera vez en Colombia, detectar, aislar, identificar, caracterizar y sintetizar los componentes de la feromona del insecto.

“Se trata de la feromona de agregación, constituida por dos compuestos orgánicos volátiles que poseen estructuras cíclicas tipo monoterpenoide y que al parecer son producidos por el insecto a partir de alguno de los compuestos que consume de su hospedero natural”, explicó.

Cabe señalar que uno de estos compuestos ya había sido identificado en otro insecto de una especie diferente, pero de la misma familia: el curculionidae; mientras que el otro nunca antes había sido reportado.

En concreto, el estudio implicó tres etapas: identificación de los compuestos orgánicos volátiles emitidos por el propio insecto y los provenientes de los diferentes estadios de desarrollo de la guayaba; evaluación de la interacción entre los compuestos identificados y el picudo de la guayaba; y, finalmente, ensayo de una alternativa para la captura del gorgojo en campo, basada en la atracción de los semioquímicos identificados.

De este modo, el primer paso fue extraer los compuestos volátiles de la guayaba en cada una de sus fases de desarrollo (botón, flor y fruto), teniendo en cuenta que el Conotrachelus psidii Marshall desarrolla su estado larvario en el fruto, alimentándose de la semilla, petrificándola y madurándola prematuramente. Simultáneamente a los compuestos de la guayaba, también se obtuvo los de los insectos.

A raíz de lo anterior, los investigadores identificaron tres compuestos orgánicos volátiles presentes en todas las fases de desarrollo de la guayaba, los cuales se hicieron más latentes en la yema floral (botón) y el fruto verde (no mayor a 2,5 cm), donde se ha reportado presencia del picudo.

De los elementos encontrados, dos se detectaron en el insecto, lo que sugiere que funcionan como cairomonas, es decir, sustancias provenientes de la planta que tienen efecto sobre él. Además, se identificaron dos compuestos liberados por los machos, lo que indica que se trata de la feromona de agregación.

Romero también encontró –luego de una serie de pruebas electrofisiológicas y de comportamiento- que el picudo siente atracción hacia algunos compuestos orgánicos volátiles provenientes de la planta y del propio insecto, lo que confirma su participación como semioquímico de la especie.

Así, Romero afirma que tales compuestos “servirían como indicador para establecer en qué momento aplicar los insecticidas, de manera que no se haga de forma indiscriminada, como sucede ahora, con toda la implicación ambiental y económica”, afirmó.

La experta detalló que los curculionídeos usan feromonas de agregación en su comunicación, las que conducen a la asociación de miembros de ambos sexos y su respectiva acumulación sobre una fuente de alimento. Hecho que permitiría su uso como cebo en una trampa.

Datos

-Dentro de la investigación, se probó un diseño de trampa y varios liberadores de las sustancias halladas en campo para establecer su efectividad.

-Los descubrimientos del estudio podrían convertirse en una alternativa sostenible, segura, confiable y de bajo costo para el manejo integrado de esta plaga, cuya presencia fue reportada, primero, en la llamada hoya del río Suárez (conformada por 13 municipios, cinco de Boyacá y ocho de Santander); después, en el Meta; y en el 2009, en Valle del Cauca.

www.portalfruticola.com

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