La Comisión de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que en su reunión nacional, en la que participaron más de 300 dirigentes de 128 entidades, los productores se declararon en alerta y movilización del sector primario en reclamo de medidas para el sector. 

En en la cita se pidieron medidas para compensar el atraso cambiario, revertir las altísimas alzas en los costos de producción y reducir las excesivas cargas tributarias que están llevando a la desaparición de centenares de productores del interior del país. 

En muchas actividades ya se anticipa que este año no se cubrirán los costos y hay 900 mil empleos en riesgo, advirtió la Comisión, añadiendo que se están produciendo movilizaciones en diferentes puntos del país, con la intención de hacer visibles las dificultades que atraviesan los productores agropecuarios ante la falta de rentabilidad. 

Ante esta situación, las economías regionales acordaron solicitar una audiencia a la Presidente de la Nación. 

Si bien los problemas del agro no son nuevos, este año se agravaron por las devaluaciones en Brasil y Rusia (que ponen en evidencia la magnitud del atraso cambiario argentino), las alzas agresivas en algunos insumos, la caída en los precios internacionales de muchos productos, la menor demanda interna y externa, las trabas de Brasil sobre sectores donde es el principal comprador, las adversidades climáticas en algunas zonas y una carga fiscal que, a pesar de los reclamos, sigue creciendo en la Nación, provincias y municipios, informó la Comisión.

Por ello, las entidades adheridas a la CAME solicitaron: 1) Compensaciones por el atraso cambiario que resta competitividad y mercados a muchos sectores agropecuarios; 2) Aliviar la carga impositiva de los pequeños y medianos productores; y 3) Morigerar los costos de producción crecientes.

Durante la reunión, los productores advirtieron sobre la necesidad de mejorar la distribución de la renta hacia el interior de la cadena, donde la brecha entre el precio que recibe el productor por sus productos y lo que paga el consumidor en góndola llega a superar el 1500%, generando una enorme distorsión en la cadena comercial, y de asistir mediante aportes y/o contribuciones a los productores en situaciones terminal para evitar su desaparición, y con ello, la destrucción de los más de 900 mil empleos que generan actualmente las economías regionales.

En el caso del sector frutícola, los cítricos enfrentan una demanda internacional afectada por la devaluación de la Unión Europea, Rusia y Brasil, junto con precios a la baja, y mayor oferta de cítricos de Perú y Sudáfrica que reduce el precio.

En pomáceas, las peras y manzanas tienen como problemas específicos las caídas de precios y exportaciones, además de una sobre oferta de fruta en el Hemisferio Norte y Europa.

En el plano de la viticultura, el sector tuvo la peor cosecha en 30 años en 2014, con caídas de casi 10% en las exportaciones y 7% en el consumo, mientas que el sector olivícola pasa por un escenario de baja rentabilidad del productor y subsidios de la Comunidad Europa al aceite que hacen no competitivo los productos argentinos en el mundo.

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