El gran potencial de la nuez Pecán en Argentina
La nuez Pecán poco a poco gana terreno, posicionándose como un mercado en constante expansión, el cual genera US$2,4 millones anuales en la actualidad.
En ese sentido, es importante señalar que Argentina posee 6 mil hectáreas de esta especie, sin embargo, sólo un 25% se encuentra en plena producción. De este modo, los productores están poniendo sus esfuerzos en lograr la maduración de las plantaciones en un plazo de 6 años, para así generar un mercado de US$30 millones anuales.
En ese sentido, y dada la expansión y el gran potencial del sector, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha apoyado su crecimiento y competitividad desarrollando 20 cultivares de nuez Pecán adaptados a diferentes regiones climáticas del país
“La demanda se ha sostenido en los últimos años y se estima que seguirá en crecimiento”, indicó Enrique Frusso, investigador del INTA Delta del Paraná –Buenos Aires, destacando la participación de los pequeños productores en esta actividad.
De acuerdo al INTA, a escala mundial, Argentina ocupa el tercer lugar en superficie con 6.000 hectáreas implantadas con pecán, de las cuales el 75% está conformado por árboles que recién comienzan a producir o aún se encuentran en una etapa juvenil. Mientras, EE.UU. y México representan más del 90% de la superficie y producción global.
El instituto afirma que una plantación “madura” con más de 17 años y buen manejo produce 2 mil kilos anuales de pecán por hectárea, donde el kilo con cáscara de óptima calidad alcanza los US$4 en el mercado. Así, un productor podría alcanzar en promedio, una rentabilidad de US$8 mil por hectárea al año, los que replicados por las 1.500 hectáreas en producción en el país, asciende a unos US$12 millones anuales para el sector.
“La planta no genera flores ni frutos desde su implantación hasta finalizado el quinto año de crecimiento. Luego de ese período, la producción irá en aumento y, recién al año 17, el árbol alcanzará un nivel estable de rendimiento”, destacó Frusso, agregando que dicho rendimiento se mantendría por “al menos, 40 años”.
Nuevos cultivares, nuevas oportunidades
A partir de material genético extraído del banco de germoplasma USDA-ARS Pecan Breeding Program de Texas –EE.UU.–, un equipo de técnicos del INTA Delta del Paraná desarrollaron 20 cultivares de nuez Pecán para ampliar la oferta de variedades disponibles, permitiendo extender las fronteras de producción.
Actualmente, los cultivares ya están inscritos en el Instituto Nacional de Semillas [INASE] de Argentina y se encuentran a disposición de los productores en los viveros de la zona, los cuales destacan por su capacidad de adaptarse a diferentes tipos de clima, los que van de templado-húmedos, fríos y áridos.
A raíz de lo anterior, se espera lograr una cobertura territorial que comprende la Mesopotamia, el norte y sur de Buenos Aires, La Pampa, el norte de Río Negro y el noroeste del país.
Cabe señalar que, con el apoyo de la especialista Susana Marcucci del Instituto de Biotecnología del INTA Castelar, los cultivares fueron caracterizados mediante marcadores moleculares microsatélites para estimar su diversidad y relaciones genéticas, indicó INTA Informa.
“A través de los años, se observó que este cultivo demandaba un interés creciente en los productores, pero el principal obstáculo era la escasa disponibilidad de cultivares aptos para las diferentes regiones”, explicó Frusso.
Actualmente, Argentina obtiene 600 toneladas de nuez por año, aproximadamente, cuyo principal destino es el mercado interno, y un porcentaje se exporta a China y a EE.UU.
Algunos de los cultivares desarrollados son Pecán Pawnee, Cape Fear, Kiowa, Sumner y Wichita, los que presentan rendimientos de 2.000 kilos por hectárea –y hasta 2.500 para Wichita– a partir de los 17 años de antigüedad del árbol. Estas variedades se caracterizan por la calidad, color y buen tamaño de sus frutos, además por su precocidad y productividad.
En concreto, el cultivar Pawnee posee un buen tamaño de nuez con maduración temprana y una gran producción por racimo –8 o más–. No obstante, y pese a la excelente calidad del fruto “necesita una rápida cosecha para evitar el oscurecimiento y manchado”, indicó Frusso.
Con respecto a Cape Fear, el especialista señaló que es muy precoz y “produce nueces bien llenas con una atractiva almendra dorada en arboles jóvenes. Sus frutos son de tamaño medio con cáscara fina y buen color. Son árboles vigorosos y fáciles de conducir”.
Por su parte, el cultivar Kiowa también es precoz con una alta calidad de nuez, buenos rendimientos (55% de parte comestible), color y calidad. Sumner, por otro lado, produce nueces relativamente grandes de un promedio de 9,5 gramos con un color un poco más oscuro que Cape Fear y, de acuerdo con el sistema de manejo, presenta buenas características de llenado.
Otro de los cultivares inscritos es Wichita, un árbol “de buen follaje, muy precoces y productivos”, señala INTA Informa. Sus nueces son de maduración temprana y cuenta con racimos de entre 5 y 7 frutos. Produce nueces medianas con un alto rendimiento de la parte comestible (56-62%), aunque tienden a oscurecerse en ambientes con alta temperatura.
Pese a que el árbol Pecán llegó desde EE.UU. en el siglo XIX con fines ornamentales, en los últimos años se ha convertido en una alternativa productiva con grandes perspectivas, dado el valor nutricional de sus frutos.
Y es que la nuez Pecán es un producto natural de alta calidad, buen sabor, con propiedades antioxidantes y un alto valor proteico y contenido de calcio, potasio, fósforo, hierro y vitaminas A, B1, B2, B3, C y E. Asimismo, es un excelente proveedor de fibras naturales y de aceites no saturados que el cuerpo humano requiere, por lo que cada vez atrae más y más consumidores.
Noticia relacionada: Argentina: Presentan la primera base de datos sobre el pecán