Coyuntura agroclimática en Chile
Durante julio se ha acentuado la tendencia meteorológica que se observada a comienzos del otoño, con una prolongación de la sequía más larga de los últimos años entre La Serena (Región de Coquimbo) y Concepción (Región del Bio Bio).
Archivo / Foto: Shutterstock.com
Así lo destaca el “Informe Coyuntura Agroclimática-julio 2015” de la Unidad Nacional de Emergencia Agrícola y Gestión del Riesgo Agroclimático (UNEA) del Ministerio de Agricultura de Chile.
El reporte detalla que, según la Dirección Meteorológica de Chile, los déficit de precipitaciones se sitúan cercanos al 70% en la zona más afectada (regiones de Valparaíso, Metropolitana y O'Higgins) y promediando el 50% entre Curicó y Concepción.
“Por otra parte, confirmando los pronósticos de la DMC, se han regularizado paulatinamente las precipitaciones desde Araucanía al Sur, reduciéndose de manera significativa los déficit”, indica el informe.
El pronóstico trimestral de la DMC (julio-septiembre) indica precipitaciones normales desde La Serena a San Fernando y sobre normales de Curicó al Sur, excepto la región Austral.
Lo anterior, según el informe, “significa que desde el Centro-Sur se espera una condición de pluviometría que deja atrás los problemas derivados del déficit hídrico del verano pasado, ha permitido desarrollar las labores de siembras de invierno en forma relativamente normal y augura una buena condición de humedad de los suelos para primavera”.
Sin embargo, “no ocurre lo mismo más al norte ya que si bien es cierto el trimestre hasta septiembre se considera "normal" esto no alcanza para recuperar los graves déficit de lo que va corrido del presente año”, agrega el documento, el que señala como ejemplo el pronóstico trimestral para Santiago, donde en el "techo" del pronóstico se estaría originando un déficit anual cercano al 40%, mientras que en el "piso" se produciría un déficit anual alrededor del 60%, asumiendo que normalmente las precipitaciones de fin de año no son significativas.
A nivel de sequía hidrológica, según la Dirección General de Aguas (DGA), la situación del país aún presenta un estado deficitario en recursos hídricos, a pesar de las lluvias registradas desde la Región del Maule al sur.
“Los ríos muestran caudales bajos, inferiores a sus promedios y, en la zona norte, similares a sus mínimos históricos. De Maipo al Sur, los caudales se ubican entre el mínimo histórico y el caudal promedio, siendo mayores progresivamente hacia el sur”, dice el reporte.
En cuanto a los volúmenes embalsado, en la zona Centro-Norte prácticamente todos los embalses destinados al riego continúan en situación crítica, y en la zona Centro-Sur la generalidad se mantiene cerca de sus promedios, con la excepción de la Laguna del Maule y la Laguna del Laja que mantienen un déficit histórico.
Hay que indicar que al mes de julio, la DGA ha decretado escasez hídrica para 41 comunas de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins.
Fenómeno de El Niño
En relación al fenómeno climático de El Niño, el informe indica que en los próximos meses su intensidad se mantendrá como media a probablemente más intensa según los centros internacionales.
“Lo poco frecuente que ha ocurrido es el escaso impacto que, hasta la fecha, esta situación de El Niño ha tenido en las lluvias invernales de la zona central de Chile y se espera que solamente quedaría el mes de agosto para esperar algún efecto en el incremento de las precipitaciones, ya que en primavera la correlación se pierde”, explica el documento.
La situación descrita plantearía un desafío importante para la actividad agropecuaria del Centro-Norte del país, entendiendo que el extremo norte está en su estación seca después de un año normal y Atacama, más que sequía, tiene problemas derivados de los eventos catastróficos de este año como el aluvión de marzo que originó gran destrucción de infraestructura y las nevazones de julio que destruyeron cerca de 200 hectáreas de parronales de uva de exportación.
“(…) el foco de preocupación se centra en la situación entre las regiones de Coquimbo y O’Higgins, donde es necesario combinar medidas de manejo para optimizar el uso del recurso hídrico con otras de inversión en infraestructura y de restructuración productiva en aquellas zonas donde probadamente la demanda agrícola supera a la oferta hídrica”, detalla el informe.
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