Por Natalie Devenin. Diseñadora Industrial y Master en Nuevos Hábitos Alimentarios

A principios de septiembre asistí a la feria 'Food & Service' en Santiago, Chile, evento en el que uno podía pasar un día entero descubriendo, degustando, observando y conversando con productores y comerciantes, sin ninguna posibilidad de aburrirse.

Dentro de la gran variedad de stands y expositores, un tipo de producto se repetía en distintos formatos, uno que me ha perseguido de forma fantasmal durante los últimos meses: la fruta procesada.

Como primera asociación, es probable que lo primero que se nos venga a la mente es la fruta deshidratada y/o pulpa, pero ahora se posicionan -cada vez con más fuerza- distintas presentaciones de porciones de fruta que buscan satisfacer diversas necesidades de los consumidores. Desde procesos simples de envasado y formato, a otros más complejos y sofisticados, la fruta (el snack saludable por excelencia) está recuperando el terreno perdido.

Si bien el aplicar diseño e ingeniería a la fruta podría parecer innecesario, o quizás hasta sonar frívolo, nuestros estilos de vida se dirigen hacia resolver problemas o situaciones de forma práctica, eficiente y, en el caso de la alimentación, idealmente de forma saludable. Cuando se plantean estas consideraciones, la fruta por sí sola no necesariamente va a proveernos de esas respuestas.

La fruta jugosa puede ser sucia o difícil de comer sin utensilios, como puede ser la piña o la granada, haciéndola poco práctica para un snack en la oficina o en la calle, y limitante en cuanto a elección según nuestras preferencias. En otros casos preferimos la fruta sin cáscara, sea por gusto o por alergias, o a veces simplemente es más fácil comerla en trocitos, pero sin que tenga ese aspecto de oxidación.

Y es en ese momento, cuando aparecen productos del tipo 'fruta procesada', que todo hace sentido. Desde la fruta fresca trozada hasta el rollo de fruta, diversas opciones nos son ofrecidas variando según presentación y modo de consumo, dándonos la opción de elegir snacks más saludables y funcionales según nuestros hábitos, necesidades o aspiraciones alimentarias.

En la feria 'Food & Service' encontré tres tipos de productos que llamaron mucho mi atención, todos ellos recientemente puestos en el mercado. El primero es de la empresa Frülz, la que junto con vender mix de fruta trozada para su consumo inmediato en formato retail o a granel para la industria de foodservice, cuenta con la granada como producto estrella, una 'súper fruta' de consumo poco masivo que aporta grandes beneficios para la salud.

Ésta no es una fruta cualquiera ni tan familiar en su composición (contrasta con la naranja que ya viene porcionada en gajos). La granada está compuesta por arilos, pequeñas cápsulas frutosas de color rojo intenso y cautivador, que Frülz desgrana y envasa bajo un proceso innovador desarrollado en Chile para facilitar su consumo e, idealmente, su integración a nuestra rutina alimentaria (ver www.frulz.cl)

Otro producto que también he visto en otras ferias de alimentos es el snack de frutos secos (30 gr) envasado en cajas de formato barra de chocolate. Marcas como 'Árbol Sabores' o 'Nomad' proponen este bocadillo saludable con diferentes mix/recetas para personas que buscan un equilibrio en su dieta o energía a través de este tipo de alimentos. Lo interesante de estos envasados es que son muy prácticos para transportar, mantener en el bolso o en la cartera, y comerlo tan simple y rápido como una barra de cereal.

El último caso es el de los frutos liofilizados. Esta es una técnica de deshidratación por frío que ayuda a mantener las propiedades nutricionales y organolépticas, principalmente el sabor y aroma. En 'Food & Service' encontré dos de estos productos en distintos formatos, uno de ellos es 'Isofrut', un snack de frutas a modo de chips, también en formato de consumo nómade, y 'Kon', polvo de calafate liofilizado, otro súper fruto diseñado para utilizarse en cocina y gastronomía, dirigido al canal HORECA.

Todos estos ejemplos nos muestran hacia dónde se dirige la tendencia alimentaria, su comprensión ante las necesidades del consumidor y nos da una pista de qué y cómo comeremos en el futuro cercano. Así que pongan atención y no tengan miedo de probar, que el futuro se viene más saludable, con valor agregado y mucho sabor.

www.portalfruticola.com