Rusia impone sanciones a exportaciones de frutas y hortalizas turcas
El Gobierno ruso ha ratificado las primeras medidas en contra de Turquía tras el derribo del avión militar Su-24, que volaba en la frontera del país con Siria la semana pasada.
La lista de productos no podrá entrar a Rusia desde el 1 de enero de 2016, e incluye frutas tales como mandarinas, naranjas, uvas, manzanas, peras, ciruelas, frutillas (fresas) y hortalizas como tomates, pepinos, cebollas, coles de Bruselas, brócoli y coliflor.
La lista es especialmente sensible en áreas donde Turquía ocupa el primer lugar en exportaciones hacia Moscú, como son tomates, mandarinas, naranjas y uvas. De hecho, Turquía cubre más de un tercio de las importaciones rusas de tomate (300.000 toneladas en los diez primeros meses del año) y cerca de un 20% en cítricos (255.000 toneladas).
El Kremlin ha señalado que, ante la contingencia, países como China, Egipto, Marruecos y Argentina pueden suplir las exportaciones turcas.
Declaraciones cruzadas
Mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Turquía de derribar al avión militar ruso de forma intencional para proteger los suministros de petróleo que vienen del grupo Estado Islámico, su par turco prometió dimitir si estas acusaciones prueban ser verídicas.
Putin señaló que “Tenemos todos los motivos para suponer que la decisión de derribar el avión fue dictada por el deseo de garantizar la seguridad de las vías de suministro de petróleo al territorio de Turquía”, y a la vez se negó a reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mientras éste no se disculpe formalmente por el incidente.