Lo que busca el mercado internacional y cómo responden los viveros
Bajo la mirada atenta de ingenieros agrónomos especializados en detectar qué variedades de fruta podrían interesar en los mercados a los que Chile exporta, se realiza semanalmente una exposición de variedades más destacadas de la semana. Portalfruticola.com fue invitado por Viveros Requinoa a este evento y pudo constatar qué es lo que busca el mercado en la fruta.
Con el objetivo de interesar a las exportadoras en sus variedades de duraznos y ciruelas, en el cuarto “Día de Campo” de la temporada, celebrado el pasado miércoles 23 de diciembre y realizado de forma semanal, se exponen a los especialistas las características más importantes de las nuevos frutos, tales como el sabor, color, calibre, y sobre todo, su vida de pos-cosecha, que para el eventual exportador es lo más importante.
José Antonio Poblete, gerente comercial de Viveros Requinoa, quien oficia de guía en la muestra semanal ante los observadores visitantes, señala que “Se está trabajando todas las variedades de duraznos, nectarinos, ciruelas y damascos. En carozos trabajamos desde noviembre hasta marzo y hemos visto entre 10 a 20 variedades semanales”, las cuales son analizadas en sus diferentes propiedades por los agrónomos que visitan el vivero en busca de variedades que se ajusten a los requerimientos de los mercados internacionales.
Poblete explica que “Viveros Requinoa trabaja mediante los “Días de Campo”, en los cuales se les muestra a los visitantes todas las variedades que van saliendo en la semana. Una parte es en laboratorio, donde se muestran las características organolépticas de la fruta, sabores y calidad. Luego se va a terreno y bajo el árbol se ve la productividad y características de la fruta en la planta”, y destaca que de todas “entre un 1% y un 6% de las variedades son interesantes, con lo que no son menos de 200 las variedades con proyección”.
A la fecha, agrega Poblete, “en nectarinos el vivero tiene al menos de 20 variedades buenas, en duraznos otro tanto más, en ciruelas unas 40 a 45 variedades. En cerezas tenemos 5 o 6 variedades interesantes para el fruticultor chileno, cuyo principal rubro es la exportación”.
Y es que el principal objetivo de estas visitas es lograr que las exportadoras de fruta se interesen en los proyectos que el vivero ve con mayor proyección, pues “todos nuestros productos se destinan a la exportación”, dice Poblete.
“Los visitantes que vienen son ingenieros agrónomos que vienen a analizar y seleccionar las mejores variedades por semana para sus clientes y empresas. Lo que a ellos más preocupa es la vida de pos-cosecha, que es lo más importante para un exportador que tiene huertos, para que se pueda consumir un buen producto en el mercado de destino”, dice el gerente comercial.
“La gente que nos viene a visitar nos exige pos-cosecha. Uno puede tener la mejor variedad para comerla y producirla, pero si no viaja más allá de diez días no sirve para exportarla”, sentencia con claridad.
Poblete señala que “en seis años tenemos que darle la oportunidad a la variedad para que se muestre, y así las 5 o 10 mejores variedades se las mostramos al cliente y les decimos ‘nosotros pensamos que esta es buena’, y la decisión final la toma el agricultor según los antecedentes que nosotros entregamos y sugerimos. El agricultor ve el abanico y dice ‘ésta es la que me interesa’”, y así se gesta el inicio de la cadena de producción.
Patentes, mercados y cuarentenas
Uno de los principales problemas que enfrentan los viveros en Chile es la falta de una ley de propiedad intelectual que proteja sus productos. Poblete señala que “necesitamos tener una ley de propiedad intelectual acorde con los tiempos. Nos cuesta mucho poder ejercer la propiedad frente a una variedad vegetal, resultando en que hemos sido excluidos en algunos proveedores de variedades que prefieren mandar sus productos a países que tienen un manejo de la propiedad intelectual más serio”, ocasionando graves perjuicios al desarrollo de la actividad.
Otro tema nacional de preocupación es la extensión de las cuarentenas. “Necesitamos tener las cosas más claras con las cuarentenas. No puede ser que duren 2 o 3 años”, señala, mencionando la dificultad que supone la repetición de procedimientos en el extranjero y luego en el país.
Por último Poblete señala su preocupación por la falta de mercados para sus productos, en especial los nectarinos. “No están abiertos todos los mercados para la fruta chilena, como es el caso de China, que no está abierto para los nectarinos. Cada vez se venden menos porque Chile no puede salir a ofrecerlos afuera”, sentencia.