Calafate: Domesticando una bomba de antioxidantes
El calafate (Berberis mycrophila G. Forstes) es un arbusto perenne, silvestre de color negro azulado que crece desde la Región del Maule hacia el sur de Chile, principalmente en la Patagonia chilena y argentina, el cual es conocido por su alto contenido antioxidante, incluso mayor que el maqui o el arándano. Sin embargo, este pequeño fruto aún no tiene el reconocimiento que poseen otros berries a nivel mundial.
Esto se debe principalmente a que el fruto aún no se cosecha de forma masiva, su producción es nativa de la Patagonia chilena, principalmente, y hasta ahora, no había proyectos para su domesticación.
Portalfruticola.com conversó con Fernando Arancibia, ingeniero agrónomo y ejecutivo de Innovación Agraria de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), quien nos explicó de qué se trata el proyecto de domesticación del calafate.
Nosotros financiamos un proyecto desde el 2013 hasta el 2015 para hacer el calafate liofilizado, y otro paralelo de jugos naturales de la berrie. En ambos proyectos se hicieron los análisis de los contenidos químicos y antioxidantes del calafate, donde se descubrió que el calafate tiene mucho más antioxidantes que el maqui.
Si el maqui tiene 19.000 unidades ORAC, el calafate tiene 25.000, convirtiéndolo en una bomba de antioxidantes y una súper fruta.
“Esto lo hace un fruto nativo mucho más potente que el maqui, el cual es muy popular hoy en día en Estados Unidos. Tenemos un segundo fruto nativo con relevancia mundial de antioxidantes”, expresa Arancibia.
“Eso mismo motivó a que tanto quien hizo el calafate liofilizado y el jugo nativo, se asociaran con INFOR para presentar un proyecto a FIA para hacer una domesticación del calafate”.
Fernando Arancibia explica que lo que se hizo fue hacer una proyección de acuerdo al contenido de antioxidante, tamaño del fruto y menor cantidad de espinas en la planta para facilitar la cosecha.
Con estos tres elementos de selección se está haciendo la recolección de frutos y los análisis en distintas plantas para, a partir de ahí, hacer la multiplicación en vivero de los clones, de forma que en el futuro exista una producción más estable y se puedan registrar variedades de calafate chileno.
“El interés es llevarlo a manejo agronómico en la región de Aysén, que es donde se está empezando, ya que es un producto de la Patagonia y la idea es que sea un producto típicamente regional”.
Arancibia destacó la importancia de promover estos potentes frutos (calafate y maqui) con grandes beneficios para la salud, para que sean reconocidos mundialmente.
Por ahora, otro de los puntos que se debe estudiar es su vida de post cosecha, la cual, a pesar de que aún se debe analizar, Arancibia compara al calafate con el arándano y que “quizás sea mejor, ya que es un arbusto rústico resistente al frío”.
Señaló que para la próxima temporada habrá mucha más producción, aumentando la disponibilidad de la fruta para el consumo interno del país. Eso sí, apuntó que dependerá de las condiciones climáticas que se presenten.
*Cuadro comparativo adaptado de actividad antioxidante y contenido de polifenoles elaborado por INTA
Fotografía: Patagoniachilena.com