Columna: Hablemos del Brexit y sus implicancias (Parte 1)
Por José Miguel Gómez, Ingeniero Comercial Especialista en Finanzas y Derivados y colaborador en AgroTV
EL BREXIT o Britain Exit (Salida de Reino Unido de Europa) ha sido un tema en boca y lo será por los días venideros, pero si esto es para la región es algo bueno, indiferente o malo; lo veremos a continuación.
¿Inglaterra es Reino Unido?
Para muchos cuando se habla de Inglaterra creen que se hace referencia a Reino Unido, siendo dos cosas completamente diferentes. Reino Unido es, valga la redundancia, varios reinos que por medio de varios tratados conviven en armonía con un sistema parlamentario que los aúna a todos, con su propia voz y voto.
Lo conforman cuatro reinos que, como ocurre en Estados Unidos, se unieron para crear un país. Estos son Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.
Escocia fue el último de los reinos en incorporarse en 1707 y siempre ha tenido roces con el poder central ubicado en Inglaterra. Por eso, con el tiempo han logrado mayor independencia con un parlamento propio que dialoga con el ubicado cerca del Big Ben.
Estas intenciones de soberanía llegan a su peak en 2014, cuando David Cameron, Primer Ministro Inglés, toma la decisión de hacer un referéndum donde se les preguntaba si ellos querían o no continuar como parte del Reino Unido. Las votaciones estuvieron reñidas, con una diferencia de sólo 5 puntos ganando la permanencia, principalmente por el miedo circundante de que si Escocia se independizaba, se separaría del bloque europeo del que Gran Bretaña era parte. Intención separatista que al parecer tiene nuevos bríos ante la inminente salida por la votación ciudadana.
Brexit, un insight.
Para entender lo que se vivió el 23 de junio del presente año, incitado también por Cameron, hay que entender la situación en la que se encuentra Reino Unido dentro de la comunidad europea. Gran Bretaña es un país que dictó normas especiales para sí en relación con el bloque continental, porque les permitieron mantener su propia moneda (Libra Esterlina) y también negó su participación en el llamado “Espacio Schengen”, el cual fue creado en 1995 por el acuerdo de Schengen, suprimiendo las fronteras comunes entre países integrantes, estableciendo controles comunes en las fronteras exteriores de esos países. Aunque de todas maneras al ser ciudadano de la UE existían facilidades, hasta entonces inéditas, para que un continental ingresara a las Islas y viceversa.
Esta postura no es extraña para Inglaterra, incluso se puede observar en esta postal francesa de 1942, donde aparece como un país que siempre ha estado apartado del concepto de Europa.
Los principales líderes de opinión que impulsaron la medida fueron el ex alcalde de Londres, Boris Johnson y el líder del partido UKip, Nigel Farange. Ellos dentro de la campaña esgrimieron fundamentos que tienen en si muchos contrargumentos que los hacen inválidos en la base. Los que valen destacar son principalmente dos, el primero es que la UE está muriendo, lo que no es cierto, porque aunque es un emprendimiento loable y caótico, tiende a un bien mayor y eso se entiende de parte de la comunidad internacional al enfocar esfuerzos de crear espacios de comercio e interacción mayores, ya que sin ellos, los países pierden peso ante grandes potencias que hegemonizan cada vez más su presencia a nivel planetario; aparte de la lista de espera de naciones que desean ser parte de ella buscando mayor estabilidad, seguridad y libertad. La segunda es la inmigración, la que se divide en dos, desde dentro de la Unión Europea y la de fuera o los llamados “refugiados”, esto se invalida con el hecho que la inmigración ocurrirá de todas maneras por el tránsito hacia la isla de empleados e inmigración ilegal India y África que llena las calles de Inglaterra; lo que en definitiva seria tratar de tapar el sol con un dedo.
Aun así, se optó por la salida con un margen de dos puntos (52% salir y 48% quedarse). En esta votación salieron a la luz datos que serían muy interesantes de destacar, como que Londres y Liverpool (las ciudades más importantes) votaron por quedarse, y que la juventud era la más interesada en permanecer en la UE a diferencia de los adultos, ya que ven a la UE como una plataforma que les permitía disfrutar de diferentes bienes, servicios, mayor movilidad dentro de otros países y la posibilidad de estudiar fuera con ayudas estatales. Es por esto que en Gran Bretaña los jóvenes sienten que los mayores les quitaron la posibilidad de ser parte de algo mayor y que los limitaron en sus medios para expandirse fuera de las fronteras de su propio país, porque a futuro para hacer ingreso o salir de la isla, lo que antes era un trámite de horas, será de días o semanas.
Implicancias del Brexit
Las implicancias más notables que se tendrán del Brexit son varias. En primer lugar, las relaciones entre Reino Unido con la UE se tendrá que negociar una serie de tratados de comercio, inmigración, servicios, productos, fronteras e incluso las visas necesarias y los requerimientos para su obtención de parte de los ciudadanos de cada lado del Canal de la Mancha.
Para el resto del mundo será de la misma manera, ya que gran cantidad de los tratados de libre comercio, incluidos los que tiene Chile, fueron hechos en un contexto donde Gran Bretaña era parte de la UE y, siendo ahora un espacio aparte con sus propias normativas e incluso menos influyente en concepto de ingresos y volumen de mercado, las reglas podrían cambiar.
El país que más gana con esto es, aunque ustedes no lo crean, China. Porque una Europa dividida disminuye su competitividad y entrega espacios (divide y vencerás, dice el dicho). También la turbulencia que se ha sentido en los mercados presionando a la baja divisas tan sólidas como el Euro y la Libra. Ésta última se encuentra a niveles no vistos desde 1985, y el día mismo que se supo del Brexit disminuyo un 10% referente al Dólar Americano. Por lo que es un buen pie para que inversionistas chinos se deleiten comprando deuda, empresas o grandes extensiones de terreno en lugares donde antes eso era impensado.
Las bolsas también se vieron influenciadas, aunque en su mayoría aquellas que sufrieron las mayores bajas fueron las de países industrializados o desarrollados. Bajó la bolsa de Tokio, Wall Street descendió un 3,4%, el Dax Alemán también siguió la tendencia con un 6% y claramente la Bolsa de Londres fue una de las más golpeada con un negativo 8%.
En la próxima columna veremos el impacto que podría tener el Brexit en Latinoamérica.