Chile: “No Estamos Siendo Eficientes a Nivel de Campo”, dice Director Nacional de Agricultura de Precisión del INIA
Hoy, la Agricultura de Precisión, AP, se hace cada más relevante, permite realizar manejos de sitios específicos y mejora la eficiencia y sustentabilidad del negocio. Chile debe trabajar en el tema de la tecnología habilitante, la conectividad y capital humano. A continuación, una entrevista realizada a Stanley Best, Director Nacional de Agricultura de Precisión de Inia, en el marco del “Programa Estratégico Industrias Inteligentes”, de la Corporación de Fomento de la Producción, CORFO.
- Considerando que los principales desafíos de la agricultura mundial son la demanda creciente de alimentos y cambio climático, entre otros. ¿Cómo la agricultura de precisión puede ayudar a enfrentar estos desafíos?
El incremento de demanda por alimentos ha generado la necesidad de ser más eficiente en los procesos productivos. Los agricultores hoy deben generar mayores volúmenes, con los mismos costos asociados e incluso menores. Por lo mismo, el concepto de la eficiencia se hace cada día más relevante, ya que permite una reducción importante de los costos.
El cambio climático, por otro lado, ha generado un efecto de la respuesta de las plantas distinto y por consiguiente nuevos manejos. En este sentido, la agricultura de precisión permite realizar manejos de sitios específicos y genera beneficios de eficiencia y sustentabilidad del negocio.
-Son la agricultura de precisión y la biotecnología los nuevos paradigmas de la agricultura del S. XXI? ¿Cómo aporta cada uno de ellos en hacer la agricultura chilena más eficiente?
La biotecnología (manejo genético) y la tecnología (agricultura de precisión), no solo son los nuevos paradigmas de la agricultura sino de todas las industrias. Se está viendo, por ejemplo, en medicina con la nanotecnología, el diagnóstico y el monitoreo de las enfermedades. En agricultura está pasando lo mismo. Se están mejorando todos los diagnósticos, se están realizando seguimientos satelitales con drones y con diferentes tipos de sensores.
Producto de la escasez de mano de obra que existe en Chile, existe también la necesidad del uso de la tecnológica y de avanzar en todo lo que es la mecanización y robótica.
-Si bien la agricultura de precisión tiene un gran potencial de desarrollo en Chile, ¿Cree usted que la industria agrícola está preparada para incorporar la tecnología como factor productivo?
Si queremos introducir tecnología en el agro, debemos contar con tecnología habilitante. Hoy hay muchos lugares de Chile que no tienen acceso a internet o tienen acceso restringido. También está el tema de brecha del conocimiento de las tecnologías. La visión de la ecuación entre tecnología y retorno económico aún es lenta.
La tasa en términos de inversión tecnológica en el agro ha crecido de manera exponencial en el mundo en los últimos cinco años -entre el 20% y 30% anual en Europa y Estados Unidos- y no nos podemos quedar atrás.
Todas las herramientas con las que está trabajando la Corporación de Fomento de la Producción, CORFO, como los PdT (Programas Difusión Tecnológica), para darle soporte a la introducción de tecnología son muy relevantes. También se debe trabajar en el tema del capital humano. Hay que meter estos ramos en las carreras técnicas y de agronomía.
-¿En este sentido, cree usted que las empresas oferentes de tecnología deben hacer una adaptación de la tecnología para entrar en estos segmentos productivos?
La industria en los últimos cinco años ha tenido un pequeño desarrollo. Sin embargo, pienso que la tecnología va a entrar a través de la agroindustria. Ésta debe ser el agente articulador.
Existe todo un mercado de segundo piso que se puede exportar. Por una parte, la fruta, pero por otro, el de conocimiento en términos de servicios tecnológicos. Chile tiene hoy una posición privilegiada en Latinoamérica.
- ¿Cómo visualiza la incorporación de estas tecnologías en la pequeña agricultura y en la agricultura familiar (AFC)? En este sentido, ¿Cree que las empresas oferentes de tecnología deben hacer una adaptación de la tecnología para entrar en estos segmentos productivos?
La tecnología va entrar en estos segmentos en la medida que entre en otros nichos primero. La agricultura pequeña y familiar no tiene tanto el problema de manejo respecto de los grandes productores, pero sí tiene el problema conceptual. Aquí el Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP, tiene una labor fundamental de ir incorporando tecnología. La asociatividad también juega un rol muy importante.
Nosotros como INIA, estamos trabajando en un proyecto en todo el valle del Itata, con satélites, el monitoreo de suelos, entre otras tecnologías, de manera de poder definir cuáles son los nichos que tienen y focalizarlos en ellos, para entregarles un buen soporte de las acciones que deben realizar.
-Finalmente qué acciones del tipo de extensionismo está realizando el INIA para la incorporación de estas tecnologías en los agricultores?
Estamos trabajando principalmente con la agroindustria y a través de ellos, con los productores. Estamos capacitando y trabajando a través de ellas y sus agrónomos asociados, de manera de ir incorporando tecnología y trabajar con los productores. Hacemos desarrollo y adaptaciones de lo que se viene de afuera de Chile para introducirlo localmente.
Con CORFO tenemos un proyecto de tecnología habilitante, y con la agroindustria uno de centros demostrativos asociados.