Columna: Apps que combaten el desperdicio de los alimentos
Por Natalie Devenin. Diseñadora Industrial y Master en Nuevos Hábitos Alimentarios
El desperdicio de alimentos es un problema que nos atañe a todos, y su rescate, una responsabilidad que todos deberíamos asumir.
Por muy sencillo que esto suene, para uno como consumidor, no siempre es evidente. Habemos muchos que nos entusiasmamos en el supermercado, planeando ricas cenas y nuevos sabores que lamentablemente, en ocasiones, no alcanzamos a concretar, sea por un viaje de trabajo inesperado, falta de tiempo, agotamiento o simplemente mala planificación, y a veces, estos platos imaginarios terminan en la basura antes de existir, o si llegó a concretarse, la emoción y motivación pueden ser sinónimos de una abundancia que probablemente no cumplirá su objetivo, el satisfacer y saciar.
En consecuencia, preciados alimentos terminarán un ciclo de vida sin cumplir su destino, como un alma errante que deja una estela maloliente que nos recuerda cómo las dejamos perecer.
Nuevas aplicaciones para evitar el desperdicio
Diversos pueden ser los motivos por los que a veces terminamos perdiendo alimentos, y dimensionarlo en otras escalas lo hace mucho más serio y complejo, por ejemplo “Según la FAO, los estudios de caso realizados en uno de los principales molinos industriales del país indican que se pierden 140 toneladas de arroz por año, equivalentes a 9.000 porciones semanales.”
Por fortuna, el desarrollo de aplicaciones móviles ha comenzado a atender este tipo de problemáticas, proponiendo diversas soluciones para combatir estos infortunados sucesos, que tienen un peso mucho mayor de lo que percibimos. Las cifras son alarmantes, y tenemos que hacernos cargo.
Poco a poco empiezan a darse a conocer algunas aplicaciones extranjeras que proponen distintos enfoques para rescatar los alimentos. Aplicaciones como “Too good to go” (en Europa y Estados Unidos) proponen una lista de proveedores como restaurantes, panaderias y otras tiendas de la cercanía para comprar los productos no vendidos o próximos a ser descartados, a precios muy convenientes, en lugares cercanos para su retiro.
Otras como “Food for All” (Inglaterra), sólo abarca restaurantes que ofrecen las porciones de comida que no vendieron durante la jornada, a precios entre 50% hasta 80% más económico que el del menú. Otro enfoque interesante es el de “No food wasted” (Holanda) que alerta a los compradores de un supermercado sobre los productos que está con grandes descuentos en vista a que están cercanos a su fecha de vencimiento.
En Francia se puede encontrar, entre otras, una con un enfoque más particular, “Partage ton frigo” (comparte tu refrigerador) bajo un concepto más colectivo, entre ciudadanos, que permite ofrecer los productos que no alcanzará a consumir, por ejemplo frutas, verduras, quesos, u otros, ante la eventualidad de un viaje o cualquier motivo que impida el poder comer todos los productos. Esta aplicación también permite gestionar refrigeradores comunitarios en universidades, empresas, escuelas, etc.
Este modelo es interesante, desde el punto de vista de crear comunidad entre ciudadanos, o miembros de un mismo establecimiento, promoviendo el cuidado y valor de los alimentos.
En muchos países podemos encontrar este tipo de aplicaciones, todas con el mismo objetivo, luchar contra el desperdicio de alimentos.
En el caso Chile, por el momento, la más renombrada es “Ecomida”, con una propuesta similar a “Too good to go” que empieza a sonar cada vez más. En este país, el área de las aplicaciones para la alimentación (aparte del servicio a domicilio) sigue siendo un área poco explorada, sin embargo, con el mismo problema, y el mismo potencial que otras naciones han tenido para combatir este escenario de desperdicio.
Una gran oportunidad tenemos frente a nosotros para innovar y combatir este problema, así como hacer comunidad para enfrentarlo de mejor manera, creando y actuando con conciencia. Es momento de ocupar y/o crear las nuevas herramientas que nos faciliten el llevar una vida más sustentable y responsable.