Por Fernando Rodríguez A., área de entomología INIA La Cruz
El pulgón del nogal, Chromaphis juglandicola (Kaltenbach) es un insecto que está presente en los nocedales de Chile desde al menos el 2009, cuando fue detectado por primera vez en la Región de Valparaíso. Desde entonces se ha dispersado a todas las zonas productoras que se encuentran desde la Región de Coquimbo hasta la Región del Biobío.
El pulgón del nogal es un insecto que aparece en primavera luego de la brotación del nogal reproduciéndose mayoritariamente en verano hasta el otoño, completando ocho o más generaciones, dependiendo de las condiciones locales.
Cuando alcanza elevadas poblaciones, puede producir un daño importante en la calidad de la fruta y rendimiento del huerto, debido a que este insecto se alimenta de savia que extrae localizándose cerca de las venas principales del envés de las hojas, excretando abundante mielecilla que cae sobre el follaje y frutos, la que posteriormente se oscurece por la actividad de hongos de la fumagina.
Los adultos del pulgón del nogal son de tamaño cercano a 2 mm. La coloración de estos insectos es principalmente amarillo pálido en sus diferentes estados de desarrollo y con patrones variables de manchas color marrón en el fémur de sus patas posteriores. Una parte de los individuos presentan manchas oscuras en el dorso del abdomen y tórax. Además, es muy característico el color rojo de sus ojos.
Los adultos de la especie pueden presentar durante una temporada tres formas diferentes: hembra vivípara alada, hembra ovípara áptera o macho alado, lo que les otorga la cualidad de poder reproducirse en forma sexuada o asexuada (partenogénesis), lo que hace sobre algunas especies hospederas en la temporada, en nuestro caso principalmente sobre variedades del nogal Juglans regia.
Durante el otoño y principalmente cuando se acerca la caída del follaje, la hembra vivípara alada comienzan a generar machos y hembras ovíparas ápteras los que se aparean para luego oviponer en oquedades del tronco y ramas.
Los huevos resisten las inclemencias invernales y con la primavera eclosionan las ninfas que pasan por cinco estados hasta que emerge una nueva hembra fundatriz que corresponde a la forma de una hembra vivípara alada, que da origen a nuevas hembras vivíparas aladas que se reproducirán en forma asexuada.
Dado lo relevante de la detección del pulgón del nogal en Chile el 2009, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en colaboración con los agricultores asociados al rubro, determinaron implementar un exitoso programa de control biológico que originalmente fue conducido en EE.UU. por la Universidad de California, para enfrentar esta misma plaga introduciendo a los huertos del país el parasitoide Trioxys pallidus.
En este contexto, especialistas del SAG, colectaron este parasitoide en diversas localidades de Irán y lo internaron a Chile, realizando la identificación y tomando las medidas de seguridad en sus instalaciones de cuarentena en Lo Aguirre (Región Metropolitana), donde posteriormente fue multiplicado para realizar liberaciones en diferentes huertos de nogales del país.
A partir de un stock de ejemplares de T. pallidus cedidos por el SAG durante 2013, entomólogos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA La Cruz) mantuvieron una reproducción continua del parasitoide hasta 2016, en condiciones de laboratorio e invernadero, obteniendo cantidades suficientes para realizar liberaciones de varios miles de individuos en diversos huertos de nogales en el Valle del Choapa donde se estableció definitivamente ejerciendo un control notable de la plaga.
Durante la temporada 2015/2016 se ha comenzado a realizar liberaciones en diferentes localidades del Valle del Limarí.
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