Columna de opinión: El valor agregado de las ferias boutique es la experiencia en 360° de la industria
Por Gustavo Yentzen, gerente general de Yentzen Group y director de Phoenix Media Network
En mis más de 15 años de experiencia en la industria de los productos frescos como asesor de marketing, director en medios especializados y desde hace poco menos de un año miembro del Directorio de una de las compañías de comunicaciones más grandes en la industria, Phoenix Media Network, he visto la evolución e importancia que han adquirido las “ferias boutique”, eventos de alto nivel, con participantes de primera línea y donde se privilegia la calidad de la experiencia para sus asistentes, dando prioridad a la calidad de los contactos y reuniones, y por sobre todo, en tener una experiencia enriquecedora en todos los planos, negocios, educacional, y también por qué no decirlo, personal.
En los últimos años hemos visto cómo estos tipos de eventos se han ido refinando y perfeccionando cada vez más, llegando a competir con las grandes ferias dado el alto retorno sobre la inversión que proveen (entiéndase como cantidad de oportunidades de negocios y/o el vínculo generado con un cliente).
Un buen ejemplo de estas “ferias boutique” son el New York Produce Show y el London Produce Show. Dada mi nueva relación profesional con sus creadores, esto me ha permitido asistir y observarlas desde otra perspectiva, aprendiendo a valorar de otra manera su oferta refinada. Son eventos de pocos días de duración, pero intensamente enfocados en acercar a proveedores con posibles clientes del retail y compradores de un mercado específico.
Un aspecto que me gusta mucho es la búsqueda de la excelencia que poseen, buscando entregar una experiencia en 360° a los asistentes, brindándoles la oportunidad de hacer negocios, pero a la vez, generar lazos con los actores de mercados claves, conocer cómo funcionan sus redes de comercialización y producción a través de visitas en terreno y, además, ver cómo otros actores - a veces invisibles en la cadena - como es el foodservice se relacionan con nuestra industria.
Además de esto, estas ferias tienen un toque de "espectáculo", anclándose en ciudades que desde ya poseen un atractivo natural indiscutido (Nueva York, Londres, Ámsterdam, las que he visitado) pero además la posibilidad de alojarse en hoteles icónicos, seleccionados casi con pinzas, como lo es el Hilton a un costado del Rockefeller Center en el corazón de Nueva York, el JW Marriott en Grosvenor House a pasos del Palacio de Westminster, que es donde la realeza realizaba sus actividades sociales, o el Hilton de Amsterdam, donde John Lennon y Yoko Ono realizaron el legendario "bed in" por la paz.
En cuanto a la puesta en escena del día del evento principal, una de las características de estas ferias es que los stands otorgados a los auspiciadores son todos iguales, todos del mismo tamaño; esta “democratización” de los exhibidores permite a las empresas pequeñas destacar y brillar con luces propias frente a las empresas más grandes y consolidadas.
Desde una perspectiva de información, poseen la ventaja de cubrir temas de interés con una visión local. Un buen ejemplo de esto se dará ahora en junio en el London Produce Show, donde dada la salida del Reino Unido de la Unión Europea, permitirá entender en primera fila las repercusiones y también oportunidades que proveerá el Brexit. Sin duda una oportunidad única.
Poder visitar las cadenas de supermercados más influyentes, conversar con los encargados de los departamentos de productos frescos y conocer las tendencias de consumo, es sin duda un plus para saber hacia dónde apuntar. Además de eso, también pueden recorrer los puertos y mercados mayoristas e incluso algunas experiencias productivas en el país anfitrión del evento.
El mundo cambia y muchas veces nuestra industria se demora en incorporar cambios, pero en esta oportunidad las ferias especializadas por mercados compradores son una tendencia que vino para quedarse y quienes las aprovechen sin duda tendrán un pole position para las oportunidades que generan.