Uso de anhídrido sulfuroso (SO2) en arándanos
El anhídrido sulfuroso es un gas incoloro, irritante y corrosivo, proveniente de la combustión del azufre el cual ha sido usado por más de 80 años en la industria de la uva de mesa para el control de la pudrición gris (Botrytis cinerea) de postcosecha.
Utilizando la experiencia en la uva de mesa como línea base, en arándanos también se han considerado dos metodologías diferentes de tratamiento con SO2.
Sebastián Rivera y Bruno Defilippi, ambos de la unidad de postcosecha del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA La Platina, explican las metodologías con este gas y algunos detalles de su uso en Chile.
La primera metodología se relaciona con la efectividad de anhídrido sulfuroso para eliminar las conidias de B. cinerea (inóculo) presentes en la superficie del fruto por medio de una gasificación con una concentración y tiempo de exposición conocida.
Normalmente esta aplicación se realiza inmediatamente después de cosecha con fruta a granel y en condiciones de temperatura ambiente (20-25°C) y tiene una duración de 20-30 minutos (Figura 1). Bajo estas condiciones se estudiaron la concentración-tiempo efectividad para el control de la pudrición gris de postcosecha, estableciendo un valor de 200-300 ppm-h para asegurar sobre un 90% de efectividad en el control (Figura 2).
Al igual que en la uva de mesa los productores y exportadoras de arándanos, se encuentran adaptando su infraestructura y logística de operación para estandarizar y optimizar el uso de anhídrido sulfuroso en el proceso rutinario luego de cosecha.
La segunda metodología, corresponde al uso de generadores de mantención y se relaciona con el efecto que tienen bajas concentraciones constantes de SO2 (ejemplo 2-10 ppm) sobre el avance de la enfermedad entre frutos enfermos y sanos durante el almacenaje postcosecha. Para este objetivo se utilizan láminas de metabisulfito de sodio (Na2S2O5) que permiten la liberación de anhídrido sulfuroso en ambiente de alta humedad y al interior de la caja de fruta (normalmente acompañado de una bolsa perforada o de atmósfera modificada).
Para el caso de los arándanos, las sintomatologías del mal uso de SO2 se relacionan con toxicidad a nivel de la herida pedicelar en el fruto. Estos síntomas se describen como un ensanchamiento y cambio de color de la cavidad pedicelar. En condiciones de mayor severidad se puede percibir ablandamiento del fruto y los síntomas pueden comprometer la pulpa, observándose cambio de color en las zonas adyacentes a la cavidad pedicelar.
Para el caso de arándanos ambos tratamientos con SO2 (gasificación inicial y generadores de mantención) se encuentran disponibles y han sido o están siendo integrados por productores y exportadoras.
Sin embargo, la realidad es completamente diferente a la uva de mesa, debido a que los productores de arándanos se enfrentan a una tecnología parcial o completamente nueva, sobre todo en zonas productivas del sur de Chile, donde existe un nulo o leve diálogo con la industria de producción de uva de mesa. De esta manera productores y empresas exportadoras han debido o deberán adaptar su cadena de producción para facilitar el desarrollo y optimización de estos tratamientos.
Si bien corresponde a una alternativa efectiva para el control de pudrición gris, un mal manejo de esta tecnología en arándanos, generando exposiciones excesivas a SO2 por periodos prolongados pueden causar daños en diversos niveles (Figura 3).
Asimismo, es importante señalar que para el caso de fruta fresca de exportación el uso de anhídrido sulfuroso se encuentra solamente registrado en uva de mesa para su exportación a EUA, respetando una concentración máxima de residuos de 10 ppm (EPA, 1986). Es probable que una vez registrado el producto para su uso en arándanos exportados a EUA, se respete una normativa similar en relación a los residuos de SO2 permitidos en uva de mesa.
Los detalles de los resultados de estos trabajos serán publicados prontamente por el grupo de investigadores de arándano de INIA La Platina y Carillaca en un Boletín Técnico.