Guía para la detección de moscas de la fruta
El contenido de este artículo fue preparado por: Carlos Lobos Aguirre, Jaime González Gónzalez, Pablo Reyes Muñoz, Beatriz Arias Federici, Tomás Masquimillán, Ricardo Rodríguez Palomino, Ingeborg Rosenbaum Kurth, Paula Troncoso Kirsten y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y fue revisado y reeditado por Portalfruticola.com
MOSCAS DE LAS FRUTAS EXÓTICAS DE IMPORTANCIA PARA CHILE
Las Moscas de la fruta pertenecen a la familia Tephritidae del orden Diptera, y se caracterizan por que las hembras colocan sus huevos en tejidos vegetales sanos (como los frutos), de los cuales nacerán las larvas que se alimentarán de ellos.
Este hábito alimenticio las separa de otro grupo de dípteros en el que las hembras también ponen sus huevos en tejidos vegetales, pero siempre que presenten algún tipo de daño o deterioro (ejemplos: mosca del vinagre (Drosophilidae), especies de la familia Lonchaeidae, etc).
Foto: ceecscience.files.wordpress.com
En el mundo se han descrito unas 4000 especies de tefrítidos, los que se encuentran distribuidos en todos los continentes, con excepción de la Antártica. En Chile, se reportan varias especies de esta familia, los que casi en su totalidad utilizan como plantas de alimentación a especies silvestres (preferentemente capítulos florales de Asteracae (Compositae)), por lo que no se les considera de importancia económica. Con importancia agrícola, se mencionan a la “mosca del pepino” Rhagoletis nova (Schiner), la que se alimenta exclusivamente de los frutos de pepino dulce (Solanum muricatum Aiton), y a la “mosca del tomate” Rhagoletis tomatis Foote, la que no tiene importancia económica en los cultivos de tomate comerciales, encontrándose ocasionalmente en huertos caseros de la II y III Regiones del país.
Moscas de la fruta (Diptera: Tephritidae) de importancia cuarentenaria para Chile, que están ausentes de su territorio (lista no definitiva).
IMPLEMENTACIÓN DE TRAMPAS
Trampeo en cuadrantes
Para cumplir este objetivo, las trampas deberán clasificarse en alguna de las siguientes categorías:
• Trampa fija: Correspondiente a trampas de Capilure, Proteína, Cue Lure y Metil Eugenol que vigilan un áreas de alto riesgo o “lugares claves” (Mercados, terminales de buses, etc.). Por su naturaleza, estas trampas son fijas y no tienen reubicaciones de propiedad, sólo de hospederos. Conceptualmente se definen como trampas que vigilan “un punto”. El tipo de trampa a instalar dependerá del riesgo atribuido al punto a vigilar. Si el riesgo es atribuible a varias especies de moscas de la fruta, corresponderá la instalación de más de un modelo/atrayente de trampa. La elección del árbol donde colgar la trampa dependerá de las posibilidades del entorno inmediato al sitio a vigilar.
• Trampa móvil: Correspondiente a las instaladas en el sistema normal de vigilancia, compuesto por trampas de Capilure, Proteína, Cue Lure y Metil Eugenol. Conceptualmente se definen como trampas que vigilan un “área”, en este caso el cuadrante o sub cuadrante asignado, y por ello deben ser reubicadas de propiedad con una frecuencia determinada, a fin de dar un diagnóstico de la situación del tefrítido en toda la superficie del cuadrante o área designada.
• Trampa temporal: Es aquella trampa que se instala amparando directamente a huertos comerciales de fruta u hortalizas, o como refuerzo no permanente en zonas calificadas, bajo circunstancias específicas, como de alto riesgo en la Oficina SAG en ciertas épocas del año (ej.: lugares turísticos). Estas trampas, una vez que se ha cosechado la fruta y no quedan remanentes en el huerto, o cuando la condición de riesgo disminuye, pueden ser retiradas de terreno, y colocadas cuando nuevamente se cumplan las condiciones para ello (presencia de fruta infestable en los huertos, o aumento del riesgo en un área).
Equipos y materiales a utilizar
Para que esta actividad sea realizada convenientemente, se requieren los siguientes materiales e insumos:
• Cartografía digital, escala 1:50.000 (ó 1:25.000 – 1:20.000) del área de trabajo de la Oficina SAG, o
en su defecto, los mismos mapas copiados mediante un escáner.
• Equipo GPS (Sistema de Posicionamiento Global), básicos (Ej.: Garmin® modelo eTrex ® o equivalentes que son los actualmente en uso en el Proyecto), que permitirá disponer de la información de ubicación de la trampa u otros lugares de interés, para incluirla en los planos digitales.
• Software “Arc View®”, “Map Object” (programa desarrollado por el SIG del SAG), SINREN (programa desarrollado por el SAG Región Metropolitana) u otro que permita trabajar con cartografía digital.
• Computador con a lo menos 128 Megabytes (MB) de RAM, con un disco duro de al menos 20 Gigabytes (GB) y un procesador al menos Pentium IV®.
• Impresoras a color de escritorio, para papel tamaño carta u oficio, o idealmente, una Plotter de 900 mm de ancho, para la impresión los mapas correspondientes.
Definición de cuadrantes y sub cuadrantes y manejo de las trampas instaladas
De acuerdo a la definición del riesgo de entrada y establecimiento de Mosca de la fruta en el área trampeable de cada Oficina SAG, los cuadrantes de 100 hectáreas podrán ser subdivididos en sub cuadrantes de 50 ó 25 hectáreas cada uno, cuya rejilla debe ser orientada en posición norte.
Un esquema de división de los cuadrantes según el riesgo asignado es el siguiente:
a) Áreas de alto riesgo:
Cuando el cuadrante se divide en 4 sub cuadrantes 25 hectáreas, a cada uno de ellos se le asigna la letra que lo identifica, correspondiéndole al sub cuadrante superior izquierdo la letra A, al superior derecho la B, el inferior izquierdo la D, y el inferior derecho la C.
b) Áreas de riesgo medio:
Cuando el cuadrante se divide en 2 sub cuadrantes 50 hectáreas, a cada uno de ellos se le asigna la letra que lo identifica, correspondiéndole al sub cuadrante superior la letra A y al inferior la letra B.
c) Áreas de bajo riesgo:
Como criterio general, las trampas no podrán “salir” de su área delimitada por el cuadrante o sub cuadrante asignado, excepto cuando el sub cuadrante vecino tenga menos de un 10% de área trampeable, esta área será cubierta por la trampa ubicada en el sub cuadrante más próximo.
Para la identificación de trampas en los planos, se utilizaran los iconos que se especifican:
Para áreas definidas como de alto riesgo, si la superficie trampeable del sub cuadrante es menor al 50% y en esta área existe una trampa fija o una trampa amparando un “lugar clave”, cebada con Trimedlure o Proteína, no es necesario colocar más trampas; si en esta área no existen instaladas trampas, se deberá colocar una trampa de Trimedlure (Capilure).
Para áreas definidas como de alto riesgo, si la superficie trampeable del sub cuadrante es mayor al 50%, se debe agregar una trampa de Trimedlure, aún si existe una trampa en el área.
Para mayor información descargue el manual al final del artículo.
Infografía
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Fuente: www.inia.cl