Exportadores de cerezas de contra estación necesitan un “enfoque dirigido” para replicar el éxito de los berries en Europa
Un destacado experto en importación de cerezas del Reino Unido instó a los proveedores del hemisferio sur a no pasar por alto el mercado europeo, a pesar de que éste aún no cumple con los precios de referencia establecidos por el comercio chino.
Matt Hancock, director general de Norton Folgate comentó que el mercado de cerezas es básicamente “un juego de dos mitades” debido a que el 80% de las ventas se realiza en verano y el volumen más bajo en el invierno.
“Si tú miras las estadísticas durante el invierno, el Reino Unido está quedándose con entre un 50% y 60% de los volúmenes que Sudáfrica destina para Europa, sin embargo, es un pequeño porcentaje del mercado. Yo diría que el resto de Europa está significativamente sub-negociado” sostuvo Hancock, quien expondrá sobre este tema en el Global Cherry Summit que se realizará el 25 de abril en Chile.
“Aquí hay una gran oportunidad si es que podemos lograr que los consumidores europeos compren cerezas durante el invierno y podemos comenzar conquistándolos”, agregó el director general de Norton Folgate.
Hancock cree que el seminario servirá como un encuentro útil entre los referentes del sector para discutir sobre problemas y encontrar soluciones a los principales desafíos de la industria de cerezas.
Además, comentó que los precios en China hasta el momento se han mantenido mejor de lo que se esperaba dado el enorme aumento de cerezas chilenas, al mismo tiempo en que el Euro no se ha fortalecido lo suficiente como para reducir la diferencia de precios entre la Unión Europea y China.
Sin embargo, sería prudente para el sector visualizar el mercado global más allá del mayor comprador, lo cual es una tarea que implica bastante esfuerzo.
“Llevar contenedores de cerezas a toda Europa y esperar que se vendan no es algo que vaya a funcionar. Es necesario que haya un plan estratégico más especifico y preparado para realmente acercarse a ese mercado y que, a su vez se apoye con recursos para la promoción”, declaró Hancock.
“Los mismos productores necesitan comprometerse a ser más innovadores: comparar todo con los retornos de China no es la forma de desarrollar ese negocio continental”.
Además, agregó que se necesitan más nichos de exportación como Argentina y Sudáfrica que están ganando terreno en la temporada de cerezas en el invierno europeo y que presentan una “real amenaza” para la industria chilena.
Emulando a la industria de berries – encontrando el “Santo Grial” del abastecimiento de 52 semanas
Si bien que Hancock cree que se podrían vender mayores volúmenes de cerezas en Europa, indicó que todavía hay buenas cifras de crecimiento en la categoría.
“No hemos alcanzado las vertiginosas alturas de la categoría de berries. Siempre hemos pensado que se podría emular la historia de éxito que tuvieron esos frutos en todo del mundo, pero la estacionalidad sigue siendo un problema”, agregó.
“Obviamente tenemos dos grandes brechas naturales en nuestro calendario de cerezas: cuando no hay fruta desde la segunda o tercera semana de marzo y durante todo abril, y luego a fines de septiembre y octubre”.
“No existe el suministro de 52 semanas que la industria de berries pudo encontrar. Ese también es un Santo Grial porque si nosotros logramos encontrarlo, las ventas minoristas podrían aumentar”.
El también destacó que varios proyectos y “pequeños espacios de disponibilidad” se están empezando a llenar, pero con cantidades muy pequeñas en este momento.
Debido a que no hay mucha actividad en esos periodos, también se venden a precios muy altos. Está bien como un nicho, pero no es realmente un negocio masivo”, explicó Hancock.
“La dificultad con las cerezas es que como es un árbol se necesitan entre cuatro y cinco años para que llegué a su plena capacidad de producción. Los tiempos y riesgos que implica desarrollar nuevas áreas son mucho más altos que en los berries”.
“Con los arándanos, particularmente en las nuevas variedades, tu puedes tener un cultivo muy bueno al final del primer año, mientras que con las cerezas tu puedes tomar cinco años para llegar al mismo punto e incluso tienes que hacer pruebas, por lo que podrías demorar hasta 10 años”.