Conociendo el antioxidante más potente del mundo, el calafate
El calafate es una fruta perteneciente al grupo de los berries, el cual es nativo de la Patagonia chilena y argentina.
Si bien ambos países dan hogar a este berry, el calafate en Chile se puede encontrar de forma silvestre desde Curicó en la Región del Maule, hasta Tierra del Fuego.
En Portalfruticola.com, hablamos con María Teresa Pino, ingeniero agrónomo (PhD), del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, quien nos comentó en qué proceso se encuentra actualmente este fruto.
La principal cualidad del calafate es que se caracteriza por su alta capacidad antioxidante o valores ORAC, los cuales superan a otros súper berries como el arándano e incluso el maqui.
“Si mostramos un cuadro comparativo de frutos azules como el calafate, maqui o arándano, podemos observar que el calafate es muy superior en valor ORAC. El arándano tiene alrededor de 5 mil ORAC, el maqui en promedio alcanza las 20 mil, pero el calafate llega a los 26 mil, lo que significa que tiene una alta capacidad antioxidante”.
¿Qué es tan positivo sobre esto? Los antioxidantes son las moléculas capaces de retardar o prevenir el envejecimiento celular, es decir, la oxidación de las células, otorgando importantes beneficios para la salud humana.
Relacionado a esto, María Teresa Pino comenta que ya se ha observado que extractos de calafate a nivel de células humanas in vitro, tiene un efecto positivo en el control de la diabetes, enfermedad que, según la OMS, en 1980 la padecían 108 millones de personas, y ese número se incrementó a 422 millones en 2014.
INIA ha estado realizando dos proyectos relacionados con el calafate; uno es financiado con fondos del Gobierno Regional de Magallanes.
“Con este proyecto hemos hecho dos cosas: en una primera etapa hemos aprendido sobre la planta en su estado silvestre en Magallanes, cómo manejarla, sus necesidades nutricionales, etcétera. Además, hemos realizado selecciones de materiales que tienen mayor potencial desde el punto de vista de su contenido de antioxidantes, frutos más grandes, y con menos semillas. En ese contexto, en paralelo a esto, estamos desarrollando un programa de mejoramiento genético de selección de calafate donde estamos obteniendo líneas y clones que tienen características deseables para la industria”.
“Otro de los proyectos es un Capital Semilla, el cual nos ayuda a trabajar en la prospección y búsqueda de nuevos materiales en otras regiones como por ejemplo en la Región del Bío Bío, donde encontramos plantas de muy buena calidad en condiciones muy diferentes a las de Magallanes, creciendo bajo temperaturas muy altas y condiciones de suelos muy pobres, , mostrando así que el calafate se puede dar en otras zonas además de Magallanes y Aysén”.
Asimismo, indica que están realizando cruzamientos, manualmente, para desarrollar plantas o líneas con mayor potencial de producción, menos espinas y distinta precocidad.
El calafate comienza su cosecha hacia el norte en noviembre y lo más tardío en Magallanes en marzo.
“Hoy, todo se cosecha en forma manual y con guantes, pero nosotros estamos promoviendo y seleccionando un calafate arbustivo y otro que se puede conducir más fácilmente, lo cual permitiría mecanizar el huerto de calafate”.
“Además, como INIA tenemos asociaciones con universidades evaluando todas sus propiedades médicas. Viene fuerte, así que hay que estar preparados”, anuncia Pino.
“Le veo mucho futuro en la industria, a pesar de que empezó mucho más tarde que el maqui, creo que va a crecer más rápido. Primero porque es más fácil hacer mejoramiento genético en esta especie, al año ya está dando fruta, crece rápidamente, es más fácil su propagación in vitro”.
Si bien el calafate en fresco no es un fruto muy atractivo, Pino señala que sí tiene un tremendo potencial en la industria, por ejemplo, de colorantes naturales.
“Tiene un punto de color muy superior a las principales fuentes de materias primas de colores púrpuras o azules como la zanahoria morada. La gracia de trabajar con colorantes naturales con alto contenido de antocianinas es que aparte de dar color, aportan un alto contenido antioxidante, otorgando un valor agregado al producto”.
Actualmente los formatos de comercialización que se utilizan en la industria son jugos de calafate, jugos mezclados con otras frutas, para aumentar el contenido de antioxidantes, además de calafate liofilizado o secos.
¡A comer calafate y rejuvenecer las células!