Proyecto chileno sobre cambio climático predeciría potencial de futuros cultivos
Chile, México y Costa Rica, fueron los ganadores de los premios INNOVAGRO 2018, evento desarrollado por IICA, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
El evento destaca la contribución en el desarrollo de iniciativas innovadoras para mejorar la productividad, competitividad, sustentabilidad y equidad del sector agroalimentario de miembros de IICA, y los resultados fueron dados a conocer el 6 de agosto.
En la categoría de Innovación Institucional, destacó la iniciativa chilena "Modelo de adaptación al cambio climático por medio de la zonificación de aptitud productiva de especies hortofrutícolas priorizadas en la Región del Biobío (Chile)", proyecto que obtuvo el primer lugar.
La iniciativa fue desarrollado por el Centro de Información de Recursos Naturales, Ciren, junto a Inia Quilamapu y Centro Agrimed, que participaron como colaboradores.
Carolina Leiva, Profesional de Proyectos en Ciren habló con Portalfruticola.com sobre la iniciativa y explicó que busca ayudar a los inversionistas y productores a tomar decisiones sobre dónde producir una determinada especie y su factibilidad técnica a futuro en función de los escenarios climáticos.
“El proyecto consistió en zonificar la aptitud productiva de hortalizas, frutales y berries de interés en la Región del Biobío, en el contexto de los escenarios actuales y de cambio climático regional”, explicó la profesional.
Eso se llevó a cabo a través de la zonificación de 17 especies hortofrutícolas, con las que se buscó generar información territorialmente diferenciada y sobre la situación actual y de las nuevas condiciones de aptitud esperadas.
Todo esto, con el objetivo de “aportar información que ayude a enfrentar las dificultades que usualmente tienen los productores, inversionistas y tomadores de decisiones de dichos rubros, en el marco de la inversión y reconversión”, comentó Leiva.
Dentro de las especies evaluadas estuvieron los arándanos, las frambuesas y las manzanas, entre otros
Pese a que el proyecto se realizó en una zona acotada, la profesional explicó que podría ser replicado en otras regiones agrícolas que se verán afectadas por las condiciones climáticas a partir de la experiencia obtenida.
En lo que respecta a aplicaciones prácticas, la información obtenida, ayudará a productores e inversionistas a “tomar decisiones sobre dónde producir una determinada especie, en función de las zonas geográficas actuales, óptimas para la producción y prever la factibilidad técnica de continuar con la especie de interés y/o el rubro, en el futuro, en función de los escenarios climáticos futuros”.
Cambio Climático
En lo que respecta a previsiones futuras, Leiva señaló que los estudios en relación a los efectos del cambio climático muestran que hacia el 2050, Chile será un país con temperatura media incrementada, con precipitaciones bajo la media actual y que ocurrirían de manera concentrada seguidas de periodos prolongados de sequía.
“Esta situación generará cambios en los patrones de disponibilidad de los recursos hídricos y térmicos”, enfatizó.
Añadió que eso impactaría en la “productividad y potenciales agrícolas, con gradientes territoriales necesarios de conocer para orientar a la comunidad en términos de poder decidir cómo enfrentar la selección de especies y variedades a cultivar y con qué modificaciones de manejo, para adaptarse a esos cambios”.
La tendencia a futuro, por lo menos para la zona del Biobío, será de inviernos menos fríos y primaveras ligeramente más cálidas, producto de las altas temperaturas, explicó Leiva.
Y pese a que los frutales podrían sufrir en el futuro debido a la falta de frío, la profesional remarcó que se podría sobrellevar la situación con tecnología o potenciar la industria de las hortalizas, la que podría ser un desarrollo interesante para la zona.
Foto: Cortesía de Ciren