Brasil, país que es el tercer mayor productor de fruta del mundo, después de China e India, exportaba muy poco de sus productos hasta mediados de 2017, momento en el que se comenzó a implementar parte de la estrategia comercial con la que quieren convertirse en un jugador clave del mercado internacional.

“Este año, en particular en el primer semestre, nuestras exportaciones crecieron un 16% en valor y un 11% en volumen”, indicó Jorge de Souza, encargado de proyectos de Abrafrutas, la asociación de productores y exportadores de frutas y derivados de Brasil a Portalfruticola.com.

Es decir, pasaron de exportar USD 285,97 millones en el primer semestre de 2017 a USD 332,85 en el primer semestre de 2018. Eso se tradujo, en volumen, en 318 mil toneladas en 2017 a 355 mil toneladas en 2018.

Abrafrutas ha estado trabajando en conjunto con los productores y las asociaciones regionales para explotar el gran nivel de producción del país.

Según indicó el encargado de proyectos, el impulso a las exportaciones responde a cuestiones de política doméstica, como la baja en los subsidios a los cultivadores, y a una estrategia comercial que busca llegar en 2019-2020 a exportar mil millones de dólares.

“Aún estamos tratando de llegar a los primeros mil millones de dólares de exportaciones, estamos cerca de los 800 millones (812 de hecho), pero queremos lograr los mil millones en 2020. Aunque estoy seguro de que lo podremos lograr el próximo año, en función del actual plan de acción”, indicó Souza.

Con la mirada puesta en Asia

El foco actual es aprovechar las ventanas comerciales y fortalecer su trabajo en Asia y Medio Oriente, entre otros.

“Por ejemplo, México es un gran productor de lima. Cuando la campaña de ellos termina, nosotros podemos ajustar nuestra temporada para comenzar inmediatamente después, para tomar ventaja de esas ventanas en el mercado”, destacó Souza.

En tanto, en lo que respecta a los otros destinos como la Unión Europea, el que, actualmente, cuenta con un 60% de las exportaciones brasileños, el objetivo a corto plazo es incrementar los volúmenes y ganancias.

“La estrategia a mediano plazo es tratar de aumentar los acuerdos fitosanitarios con Estados Unidos y también con el Medio Oriente, aunque en el Medio Oriente el trabajo es desarrollar el hábito de consumir frutas tropicales”, enfatizó.

Largo plazo, es Asia y China en particular.

“China es un gran cultivador, pero durante el invierno no son capaces de producir, por lo que creo que tenemos muchas oportunidades para ofrecer nuestra fruta durante el invierno en China”, dijo Souza.

Agregó que Asia va a ser crítico a futuro, ya que contarán con la mayoría de los habitantes del planeta, motivo porque el que están poniendo gran parte de sus esfuerzos comerciales y técnicos en construir una relación con dicho continente.

“Estamos hablando con China, Corea, Japón y Taiwán, entre otros países, tratando de acelerar los procesos fitosanitarios. Idealmente tendremos aprobados los primeros acuerdos de envíos de fruta fresca a China a fines de 2018, inicios de 2019, que serían los melones”.

El melón, es parte de los productos claves de Brasil, entre los que también se encuentran los mangos, las limas, papayas, uvas de mesa y aguacate.

Por el momento envían mango fresco a Corea del Sur y Japón, junto con melones para este último, aunque los volúmenes son bajos, por lo que aún queda un trabajo de fortalecimiento que realizar.

Otro fruto que esperan fortalecer es la Prata banana, la que se diferencia de la banana Cavendish, por su aspecto, sabor y su comportamiento postcosecha.

“La estamos presentando en los mercados internacionales. Recientemente estuve en un evento en Londres y tuvimos la oportunidad de dársela a probar a los consumidores y todos han reaccionado de forma positiva".

"Creemos que va a ser una innovación, definitivamente”, comentó Souza.

El objetivo final de Abrafruta es posicionar a su país en el mundo y ser un exportador de frutas a un nivel equiparable a su nivel de producción.

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