A principios de esta semana, la oficial de la industria de QSGA, Jennifer Rowling, afirmó que como la situación de las agujas en las frutillas había recibido tanta atención en el Reino Unido y Rusia, varios socios comerciales "ya habían bloqueado las importaciones australianas de frutillas o estaban hablando de hacerlo".

Sin embargo, en un comunicado entregado a Portalfruticola.com, el Departamento de Agricultura y Recursos Hídricos de Australia refutó el reclamo, indicando que existen medidas de control interinas vigentes para la exportación de frutillas frescas para proporcionar garantías a los socios comerciales y mantener abiertos los mercados.

"Estas medidas aseguran que todas las frutillas exportadas desde Australia serán revisadas para asegurar que estén libres de contaminantes metálicos", comentó un vocero.

"A partir de hoy, más de 15 envíos han sido aprobados para su exportación después de cumplir con estos nuevos requisitos”.

"Ningún mercado ha sido cerrado a las frutillas australianas".

La industria australiana de frutillas exportó casi USD21,65 millones de frutillas frescas en 2017-18.

Iniciativas locales

La gobernadora de Queensland, Annastacia Palaszczuk, ha hecho eco de las llamadas del primer ministro australiano, Scott Morrison, instando a la gente a comer frutillas, y algunos productores ya están notando un cambio en el sentimiento del consumidor.

A diferencia de otros sustos de salubridad relacionados con enfermedades en los alimentos causadas por bacterias, el caso de agujas insertadas en las frutillas no tiene precedentes.

Palaszczuk afirmó que hay 100 policías que han estado trabajando "día y noche" en busca de la fuente del problema, la que se ha conectado formalmente con tres marcas, Donnybrook, Berry Licious y Berry Obsession, y la que ha dado lugar a una serie de casos de imitación a lo largo del país.

Estos imitadores también han usado la idea en otras frutas como plátanos, manzanas y mangos. Pero las organizaciones de productores quieren disminuir la atención al tema y continuar con los negocios; por ahora, los casos han sido aislados y parece ser que los efectos en las ventas han sido insignificantes.

Sin embargo, no se puede decir lo mismo de las frutillas. Las ventas han sufrido y muchos productores se han visto obligados a dejar de cosechar en ciertos bloques, pero los esfuerzos del gobierno y la comunidad no han pasado desapercibidos para los productores o el público.

La gobernadora de Queensland tuvo una conferencia de prensa hoy (viernes) en el campo del productor Piñata Farms.

"Les pido a todos los residentes de Queensland que hagan una cosa este fin de semana: salgan y apoyen a nuestros agricultores de frutillas y compren un paquete de frutillas", enfatizó Palaszczuk.

"Esto es, a lo más, un sabotaje y queremos atrapar a quién sea responsable".

A principios de esta semana, el primer ministro prometió USD 729.500 para ayudar a una industria de frutillas que ha sido víctima de un "crimen feo, calculado y despreciable".

Los fondos de ayuda tienen tres aristas: impulsar la demanda a través de la promoción; investigar formas de mejorar la trazabilidad e integridad de la cadena de suministro; y ayudar a los productores por el resto de la temporada y a medida que la temporada de verano se intensifica en el área de Granite Belt.

"El Departamento de Agricultura está finalizando esos arreglos actualmente, junto con la asociación de la industria y, por supuesto, hemos escuchado que el gobierno federal va a igualar eso", comentó, aclarando que se daría más información sobre el financiamiento a los productores el lunes.

"Esta es una industria de USD 160 millones [en Queensland; USD 210 millones en todo el país]. Es algo de lo que estoy increíblemente orgullosa y que seguiré apoyando durante muchos, muchos años", agregó.

La gobernadora también destacó el incentivo de USD 72.894 para cualquiera que pueda presentar información sobre el delito, mientras que el primer ministro anunció planes para aumentar el tiempo de encarcelamiento por manipulación de alimentos a 15 años.

El director general de Piñata Farms, Gavin Scurr, agradeció a la gobernadora Palaszczuk y al pueblo de Australia por "apoyarlos".

"Los últimos ocho o nueve días han sido uno de los momentos más difíciles que han tenido los productores de frutilla de Queensland", indicó Scurr.

"La industria estaba literalmente de rodillas a principios de esta semana debido a esta crisis, sin embargo, nos han levantado el ánimo en los últimos días por el apoyo abrumador que hemos tenido de parte de la nación australiana, de las personas que van y comprar frutillas, pese a la crisis”.

Scurr comentó que había sido una "experiencia desgarradora" para los granjeros de frutilla tener su integridad desafiada.

"Ha provocado que los consumidores consideren si comprarían frutillas o no y eso es trágico para nosotros como industria", remarcó.

"Sin embargo, nos gustaría volver a la normalidad".

Apoyo de la ciudadanía

La Asociación de Productores de Frutillas de Queensland (QSGA) llevó a cabo un "bombardeo de información" esta semana, incluida su iniciativa "Buscar una granja", alentando a las personas a visitar huertos en el área de Sunshine Coast para elegir su propia fruta o comprar en las tiendas agrícolas.

La respuesta hasta ahora ha sido abrumadora para Amanda McMartin de McMartins Strawberry Farm, una empresa familiar que afortunadamente ya había terminado la mayor parte de su cosecha cuando comenzó la crisis.

"No nos ha afectado demasiado, pero hemos tenido mucha solidaridad", dijo McMartin a Portalfruticola.com

"Hemos tenido a mucha gente viniendo e intentando ayudar y apoyar ... hemos sido inundados con personas que vienen y recogen y comprando en nuestra tienda también".

¿Y esto es algo que la granja haya visto antes?

"No, es una situación extraordinaria", comentó.

Agregó que también habrá un "gran mitin de apoyo" el próximo fin de semana.

El vicepresidente de QSGA, Adrian Schultz, le dijo a Portalfruticola.com que su granja BerryLuv también había visto una participación excepcional con gente que respondió a la iniciativa recogiendo fruta a un precio que cubre el costo de producción.

"Todavía se ve muy sombrío, pero he recibido algunas noticias positivas de los agentes porque hicimos una gran campaña de información hace dos días. Parece que eso está teniendo alguna respuesta porque le hemos dicho a la gente que, si nos vamos a recuperar, tendrá que ser impulsado por ellos", dijo Schultz.

Para Schultz, gran parte del problema ha estado en los actos de imitación en lugar de los casos iniciales de agujas en los paquetes.

De acuerdo con él, la situación ha escalado debido a los imitadores, “eso es lo que asusta a la gente debido a la velocidad a la que se extiende por todo el país".

"Como resultado de todo esto, he tenido a Bioseguridad Queensland aquí y Queensland Health vendrá la próxima semana. Hay una serie de organismos gubernamentales involucrados que quieren saber cómo funciona el sistema y cómo podemos hacerlo más seguro”.

"Quieren entrar a nivel del suelo y entender todo".

Dijo que estos mismos factores son los que han dificultado que la policía encuentre al culpable.

"Les llevó varios días entender cómo funciona la industria, el movimiento de un berrie desde el campo, a través de la empacadora, hacia los centros de distribución y luego hacia el cliente; en realidad es bastante complejo ", explicó.

En la conferencia de prensa en la propiedad de Piñata Farms, el superintendente interino Terry Lawrence del Servicio de Policía de Queensland enfatizó la necesidad de hablar con un gran número de personas, realizar un seguimiento de las imágenes de CCTV y abordar cualquier problema particular planteado durante las investigaciones.

Dijo que la policía había identificado 16 o 17 pasos en la cadena de suministro donde podría haber ocurrido el crimen, dependiendo de cómo se establezcan las granjas o las empacadoras.

"Estamos analizando cada aspecto de la cadena de suministro porque tenemos una gran cantidad de productores", comentó Lawrence.

Después de los informes de más marcas de berries que fueron involucradas en la situación, Lawrence aclaró que las preocupaciones sobre la contaminación estaban en línea con las tres marcas destacadas por la Jeanette Young, directora general de salud de Queensland.