Sequía y bacterias habrían tenido un impacto en la producción local de Costa Rica, lo que se espera disminuya la producción y exportación de banano y piña del país para este año.

Las condiciones climáticas y un ataque de la bacteria de la escama serían responsables por una reducción cercana al 20% de la producción de banano y de los ingresos por exportaciones, explicó Jorge Sauma, gerente general de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), consignó el medio local La Nación.

Según informó el medio local, en el Caribe, donde se concentra casi la totalidad del área bananera, se suelen esperar lluvias a fin e inicio de año, lo que no se dio en esta oportunidad provocando una situación de sequía.

“A esto se añadió un fuerte ataque de la bacteria de la cochinilla”, afirmaron.

Producto de lo anterior, disminuyó la cantidad de racimos de banano disponibles para ser exportados.

Pese a ello, se espera que la situación en el segundo semestre no sea tan compleja, ya que Ecuador y Colombia, otros dos grandes actores de la industria del banano, también han estado con problemas, el primero debido a inundaciones en las zonas de cultivo y el segundo también por sequía.

Por su parte, Abel Chaves, presidente de Canapep, indicó que habría una reducción del 10% en la producción y exportación de piña, respecto a 2018, por lo que la expectativa es finalizar con una disminución de 18 millones de cajas de 12 kilos cada una.

“Las exportaciones piñeras cerraron el 2018 en una cifra de $984 millones, de acuerdo con el portal estadístico de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer)”, indicó el diario.

Además, según Canapep las condiciones de mercado también estarían a la baja, con una baja en las cotizaciones EE.UU. de entre el 15% y 20%, situación que se estaría repitiendo en Europa.

“En Europa se está pagando este año entre 4 y 5 euros por la caja puesta allá, mientras el precio “normal” tradicionalmente anda entre 8 y 9,50 euros por bulto, aseguró Chaves”, consignó La Nación.

Costa Rica tiene actualmente 43.000 hectáreas cultivadas con banano, con un empleo directo estimado en 40.000 plazas, mientras que para el sector piñero se estiman 32.000 empleos directos y 44.000 hectáreas sembradas.