Bajo condiciones de escasez de agua en el secano, la falta de alimento obliga a buscar otras alternativas de producción. En este escenario, haciendo uso de la técnica de la hidroponía, se puede obtener forraje verde hidropónico (FVH), que puede ser una opción apropiada para pequeños agricultores ganaderos.
El término hidroponía, tiene su origen en las palabras griegas “hydro”, que significa agua, y “ponos”, que significa trabajo. Tradicionalmente se ha entendido como el cultivo de plantas en soluciones nutritivas, que contiene todos los elementos minerales necesarios, para el desarrollo y producción de plantas.
El forraje verde hidropónico consiste en la germinación de semillas de especies gramíneas y leguminosas (poáceas y fabáceas) que pueden ser utilizadas como forrajeras, entre ellas, trigo, avena, centeno, cebada, maíz, alfalfa, entre otras. El método, es bastante antiguo, pues se remonta a la época de griegos y romanos, que hacían germinar la semilla para alimentar su ganado.
La principal característica del forraje verde hidropónico, es la de producir forraje verde sin sustrato, usando bandejas de material inerte, la cuales sostienen las semillas con la humedad suficiente para su crecimiento. Distintos especialistas, sostienen que la germinación por sí sola, incrementa el valor nutritivo de la semilla, sin requerir de suelo, con la ventaja adicional que el tiempo utilizado es corto, y con un nivel de intensidad de producción alto.
La posibilidad de producir forraje verde en bandejas plásticas, es una forma sencilla de entregar a los animales un alimento verde con alto contenido de agua y nutrientes, con una masa y volumen considerable y altamente palatable, sirviendo de alimento a variadas especies de animales y zonas donde el agua es un recurso escaso.
Es una técnica sencilla, dinámica y rápida de producir, es por ello que es recomendable para la agricultura familiar campesina en períodos de escasez hídrica, porque con un bajo consumo de agua, pueden llegar a producir una fuente importante de alimentación para sus animales, y a un bajo costo.
La producción de FVH, se desarrolla en las siguientes etapas:
1.1. Selección de la semilla
Para este tipo de forraje se utiliza principalmente semillas de gramíneas, como trigo, avena, centeno, triticale, cebada, o maíz. El uso de ellas, se debe fundamentalmente a la oferta en zonas de secano, y a su bajo costo durante todo el año. En el caso del trigo, se requiere semilla de trigo corriente, la que normalmente el productor del secano siembra en su predio, y para ello es necesario contar con un porcentaje de germinación de la semilla sobre un 90%, y que además esté libre de semillas de malezas u otros elementos.
1.2. Dosis de siembra
Para el caso de semillas de Trigo, Avena, Cebada, Centeno y Triticale, referencialmente se utiliza una dosis de 300 a 350 gramos (g) por cada bandeja de dimensiones 35,5 cm x 45 cm, es decir se utiliza un kilo de semilla a ser distribuida en tres bandejas. Para el caso del maíz la dosis se debe aumentar entre 500 a 600 gramos por bandeja, lo que significa utilizar 2 bandejas por kilo de Maíz.
1.3. Remojo o pregerminación de las semillas
Esta etapa es fundamental, para alcanzar el éxito en la producción de forraje verde hidropónico. Se procede a la imbibición de la semilla para activar el proceso de germinación. En esta fase, las semillas se embeben en agua limpia durante un período máximo de veinticuatro (24) horas, considerando a las 12 horas un receso u oreado de 1 hora, para generar oxigenación adecuada a la semilla, lo que se consigue vaciando el recipiente del agua. Transcurrida la hora de receso, se llena de agua limpia el recipiente que contiene las semillas, y se continúa con el proceso de imbibición (Figura 1). En esta etapa, es necesario eliminar las impurezas o semillas que no germinaron (inviables), que son aquellas que flotan en el agua.
Figura 1. Proceso de remojo o pre-germinación de semillas.
Es recomendable, que el recipiente utilizado para el remojo de la semilla sea de material plástico, y no necesariamente translúcido. En evaluaciones realizadas por INIA, para las semillas de trigo, centeno y cebada, se ha determinado que con una imbibición 24 horas, la germinación de la semilla alcanza un porcentaje superior al 90%. Suficiente como para lograr un forraje verde hidropónico de calidad.
1.4. Desinfección y lavado de semillas
La desinfección de las semillas, tiene como principal objetivo disminuir o anular la proliferación de hongos durante el crecimiento del forraje. Para ello, una forma sencilla y económica de desinfectar la semilla posterior a la etapa de pre-germinación, es sumergir la semilla en una solución de hipoclorito de sodio (Cloro) al 1%, es decir, 10 ml de cloro en 1 litro de agua limpia, y por un tiempo no mayor a los 2 minutos, porque un tiempo mayor podría dañar la viabilidad de la semilla.
Posterior a la desinfección con cloro, se procede a un enjuague con agua limpia, y finalmente se realiza la siembra directa sobre las bandejas.
1.5. Siembra
Una vez que las semillas se encuentran hidratadas y desinfectadas, se procede inmediatamente a la siembra. La dosis de semilla, indicada en el punto 1.2, permite que una bandeja de dimensiones 45 cm x 35,5 cm y con una superficie aprovechable de 0,124 m2 ó 1.240 cm2 (40 cm x 31 cm) quede cubierta completamente.
La bandeja utilizada, son de material polietileno, las que usualmente se utilizan en casinos para el servicio de comidas (Figura 2). Estas tienen la particularidad de no oxidarse, ser resistentes, fácil de lavar, ser reutilizables, y apilables unas sobre otras, entre otras ventajas.
Figura 2. Bandeja de polietileno sembrada con 330 gramos de semilla seca de trigo, que corresponde a 500 gramos, aproximadamente, de semilla después de la imbibición.
Antes de la siembra de las semillas, las bandejas deben ser perforadas al menos en uno de sus extremos. Se recomienda realizar entre 3 a 5 perforaciones de 5 mm en uno de los costados de la bandeja (Figura 3), para permitir que escurra el exceso de agua de riego, y además evitar que las semillas queden sumergidas, evitando así la pudrición de las mismas.
Figura 3. Perforación de bandejas para facilitar el escurrimiento de agua de riego.
1.6. Germinación
Las semillas necesitan de ciertos factores externos para poder desarrollar su proceso de germinación. Entre los más importantes se mencionan temperatura, humedad, oxígeno, y oscuridad. Cuando uno o más factores son deficientes, existe la probabilidad que la germinación y la formación de la planta no llegue a buen término.
Para el caso de la temperatura, aquella que se produce entre los meses de octubre y abril es suficiente para iniciar el proceso de germinación y crecimiento de las plántulas. Para los meses de mayo a septiembre, ésta debe ser suministrada de forma artificial por equipos generadores de calor. Para la humedad, se recomienda realizar dos riegos diarios (en la etapa de germinación) para mantener la semilla hidratada (ver apartado de riego).
Para dar la oscuridad adecuada y suplir la capa de suelo presente en una siembra tradicional, las semillas deben ser ubicadas en una cámara oscura, o se tapan con un plástico color negro. Tanto el material, como el color, otorgarán la temperatura y oscuridad requerida para la germinación de las semillas. El retiro de las semillas germinadas desde la cámara de oscuridad, y traslado a su ubicación final en estanterías o repisas, debe ser hecho cuando el brote alcance un crecimiento de 2 cm aproximadamente (Figura 4).
Figura 4. Forraje de 2 a 3 cm aproximadamente. Posterior al proceso en la cámara de oscuridad.
1.7. Ubicación en estructuras de producción de F.V.H, y riego
Una vez que las bandejas se han retirado de la cámara de oscuridad y los brotes del forraje alcanzaron un crecimiento de al menos 2 cm, se procede a ubicar las bandejas en las estanterías o repisas definitivas de estructuras para la producción del forraje verde hidropónico. El objetivo que se persigue, es conseguir que el forraje quede expuesto a la luz, temperatura, y una alta humedad relativa.
Idealmente, se deben ubicar las estructuras dentro de un invernadero, de manera de proporcionar las condiciones ideales para el crecimiento del forraje. En el caso que no se disponga de invernaderos, si las temperaturas son bajas, la estructura puede ser cubierta con polietileno transparente y generando espacios de ventilación. En ningún caso, el forraje debe quedar expuesto en forma directa al sol, porque se quemará y no logrará crecer. El mismo caso sucederá, si el forraje queda expuesto a temperaturas por sobre los 32o C. Incluso, las especies trigo, avena, cebada, triticale, y maíz no logran crecer con esas temperaturas. Sólo el centeno, puede soportar hasta 34o C de temperatura ambiental.
Idealmente, las estructuras de producción de forraje verde hidropónico, deben contar con un sistema de riego por aspersión de gotas finas, con la finalidad de humedecer el forraje de forma homogénea en todos sus niveles. El agua a aplicar con riego, puede ser realizado con aplicadores manuales, pulverizadores de mochila, o aspersores conectados a una fuente de agua. Los riegos se deben realizar 3 a 5 veces por día, en la etapa de crecimiento, y dependiendo del tamaño del forraje y la temperatura ambiente a la cual esté sometido.
1.8. Fertilización
Las semillas de cereales contienen energía suficiente para el crecimiento del forraje en su primera etapa. Cuando las plantas hayan logrado una altura promedio de 5 cm, se suministra un fertilizante foliar a base de macro y micronutrientes, con el objeto de acelerar el crecimiento. Sin embargo, en trabajos realizados por INIA (Figura 5) los forrajes de gramíneas (a excepción del maíz), bajo condiciones climáticas de la Región de O`Higgins, logran un crecimiento promedio de 22 a 25 cm en 16 días de producción, desde el momento de la siembra en las bandejas. Esto refleja que el suministro de agua, a través del riego por aspersión, es suficiente para el crecimiento de forraje, en un período aproximado de dos semanas. Además, el no usar fertilizantes inorgánicos, permite que el forraje verde sea un alimento completamente orgánico e inocuo.
Figura 5. Crecimiento de especies de gramíneas, bajo condiciones de hidroponía.
1.9. Cosecha
Cuando el forraje haya alcanzado una altura superior a los 20 cm, que se alcanza aproximadamente en 15 días, se encuentra en condiciones de ser cosechado y en condiciones para ser entregado a los animales. El forraje no requiere de cortes, la entrega a los animales es total incluyendo las raíces, pues la masa vegetativa queda dispuesto como un bloque, el cual es de fácil entrega (Figura 6).
Figura 6. Cosecha de forraje verde hidropónico dispuesto como un bloque, incluyendo raíces, tallos y hojas.
Fuente: www.inia.cl
Cultivar espárragos en el huerto puede ser una tarea gratificante. Los espárragos (Asparagus officinalis) son una hortaliza perenne que puede producir durante más de 15 años si se cuida correctamente.
Se denominan sistemas de riegos al conjunto de estructuras y procesos que permiten aplicar agua al suelo, generalmente para proporcionar suficiente hidratación a un cultivo.