Desarrollan un plaguicida a partir de una planta carnívora chilena

En Chile, un biotecnólogo está desarrollando un plaguicida a partir de una planta carnívora nativa, el que permitiría combatir plagas de interés agronómico.

José Joaquín Hinostroza, es estudiante de Biotecnología de la Universidad de la Frontera en Chile y durante 2018 presentó un proyecto a la Fundación para la Innovación Agraria en Chile, el que entregaría una alternativa a los pesticidas químicos, los que son muy usados en los cultivos frutícolas del país.

Respecto al proyecto, explicó a PortalFrutícola.com que “estaba investigando como se podía utilizar, efectivamente, el potencial de estas plantas que pueden comer otros organismos y poder utilizar lo que ellas producen quizás en otras áreas”.

Agregó que en la agricultura se utilizan demasiados pesticidas químicos, especialmente si se quiere controlar hongos e insectos. El problema surge por el hecho de que los químicos son arrastrados por el agua, contaminan el suelo, el agua, los animales beben eso, los insectos y al final eso ocasiona toda serie de complicaciones.

Además, “muchas veces los pesticidas, cuando son mal aplicados, generan un fenómeno de resistencia en muchos insectos; y, por lo tanto, con el tiempo, se va a requerir mucho más pesticida para controlar la misma plaga”.

Es en esa línea que está trabajando en crear el producto junto a Evelyn Zirotti, Biotecnóloga de la Universidad de la Frontera; y espera tener resultados concretos ya para julio.

“Espero el próximo mes estar probando la actividad antifúngica”, indicó.

Futuro del plaguicida

De ser exitoso en el desarrollo del proyecto, Hinostroza comentó que hay varias líneas de trabajo potencial que podrían surgir.

“El producto se podría aplicar poscosecha sobre el fruto de exportación, por lo tanto, se podrían controlar todo lo que es los brotes de hongos y eso es un punto bastante interesante”, comentó.

Añadió que “una vez sintetizado esto y purificado, la aplicación se limita solo a la imaginación. Muchas otras áreas de los alimentos también tienen problemas con hongos: el vino, los quesos, los lácteos; entonces ya las aplicaciones ahí se limitan por el uso”.

“Se podrían crear films con este producto impregnado, se podría generar quizás algún micro encapsulado que permita también que los alimentos que se guardan duren más”, entre otras cosas.

En esa línea, el producto también tiene el potencial de beneficiar a la industria de productos orgánicos, la que está en crecimiento en el país.

Comentó que la fruta no tendría residuo químico, “porque como son moléculas orgánicas se degradan muy rápido”.

Eso tendría el beneficio de “que si todo va como se planea este producto yo lo podría ingerir y no debería pasar nada”.

Sin embargo, “el mercado de los pesticidas orgánicos es un poco complejo porque … es muy complicado que [los bipesticidas] tengan la efectividad que un pesticida químico y generalmente también tienen un valor más elevado en el mercado”, remarcó.