El manejo nutricional es uno de los factores de mayor importancia en el cultivo de arándanos. Para el manejo convencional se puede emplear cualquier tipo de fertilizante en dosis y épocas oportunas. En cambio, para la fertilización orgánica del arándano, se deben emplear fuentes de fertilización autorizadas, las cuales deben ser aplicadas en los momentos oportunos de acuerdo a su velocidad de entrega de nutrientes.
Crédito foto: www.joesblueberries.com
Muchas de estas fuentes como los compost y los abonos verdes necesitan de la actividad biológica del suelo, proceso que ocupa mucho tiempo, para entregar algunos de sus nutrientes como el nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). Otros nutrientes, como potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) son entregados de manera más rápida.
Para el caso del manejo orgánico se debe considerar que las principales fuentes de N empleadas en el manejo orgánico (compost, abonos verdes) no dejan todo el N disponible en la misma temporada de aplicación. Los compost en general dejan entre 15% y 40% del N total disponible durante la misma temporada de aplicación, en tanto que los abonos verdes dejan entre 5% y 20%.
El compost y abonos verdes tienen la ventaja que pueden ser elaborados o producidos en el mismo predio, ya sea reciclando materiales vegetales o subproductos animales y/o sembrando praderas o cubiertas vegetales entre las hileras.
Otras fuentes nitrogenadas con mayor velocidad en la entrega del nutriente son las harinas de sangre, harina de lupino, el salitre y los guanos rojos, cuyo costo por kilogramo de producto aplicado es mayor que el de los compost y abonos verdes. Existen otras alternativas en el mercado de mayor velocidad en la entrega del N, cuya decisión de uso estará relacionada al costo de cada producto.
El uso de mulch orgánico (paja, aserrín, corteza, capotillo u otro) genera una reducción del N disponible para el huerto (hambre de nitrógeno); puede restar parte importante del N aplicado con el programa de fertilización.
Esto puede ser un problema importante del punto de vista nutricional; la falta de N en un huerto orgánico de arándano puede limitar el rendimiento; al usar mulch orgánico se debe considerar la aplicación adicional de N disponible a razón de 4 a 5 kg por cada m3 de mulch.
Por ejemplo, si un productor aplica 10 m3 de aserrín como mulch; debe realizar una aplicación de N adicional a las necesidades calculadas por el cultivo equivalente a 40 a 50 kg de N disponible.
Si la fuente de N es un compost con 60% de materia seca y 1,5% de N total; sólo un 40% de ese N se hace disponible en la misma temporada de aplicación se necesitaría aplicar entre 11 y 14 ton/ha de compost.
Si las necesidades de N disponible del cultivo correspondían a 60 kg/ha, entonces se debe adicionar 40 ó 50 kg/ha que necesitará el mulch; la necesidad total de N disponible de este huerto será de 100 a 110 kg/ha. Se debe considerar además que los mulch orgánicos tardan entre 2 y 5 años en descomponerse completamente, según sea su origen.
Fuente: www.inia.cl
Kapilar es un sistema de jardín a pequeña escala con un sistema de riego subterráneo autónomo. Su diseño está pensado para maximizar el uso del agua en climas hostiles.
Las prácticas respetuosas con el medio ambiente sustituyen a los antimicrobianos en los colmenares de Ghana, trabajando en una una apicultura sostenible.