Robots eléctricos para eliminar las malas hierbas de los cultivos en hileras
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Robots eléctricos para eliminar las malas hierbas de los cultivos en hileras
Se habla mucho de la conducción autónoma y de los muchos proyectos de los fabricantes de coches que luchar por ser los primeros en conseguir la tecnología para que los coches realmente puedan conducirse solos. Curiosamente, parece primero llegarán los vehículos agrícolas equipados con inteligencia artificial capaces de moverse de forma autónoma. Hoy hablamos del prototipo de una empresa francesa llamada Naio Technologies que ha desarrollado tres tipos de robots eléctricos para eliminar las malas hierbas de los cultivos en hileras.
La empresa ya tiene unos 150 robots en uso en Canadá, Europa y Japón. Naio ha comenzado a probar lo que se puede llamar “herbicidas autónomos” en 15 granjas diferentes en California. La compañía dijo el mes pasado que ha recaudado 14 millones de euros que está usando en parte para aterrizar en el mercado de EE.UU.
Robots eléctricos para eliminar las malas hierbas
Como dijo un portavoz de la empresa, estos robots autónomos ayudan a las granjas a encontrar una solución a la escasez de mano de obra y a reducir el uso de herbicidas químicos. Naio Technologies no es la única empresa que quiere utilizar la tecnología de conducción autónoma para ayudar a la agricultura. Sin embargo, este compromiso abre perspectivas positivas hacia el uso de una agricultura cada vez más verde que puede prescindir de soluciones químicas.
Naio ha desarrollado tres robots diferentes: el ligero Oz, diseñado para pequeñas granjas e invernaderos, el Ted, un vehículo ideal para su uso en viñedos que ya está en uso en el sur de Francia, y el Dino, el vehículo insignia diseñado para trabajar en grandes plantaciones.
Estos robots utilizan un sistema GPS y brazos mecánicos que usan la inteligencia artificial para localizar los pastos a remover y mapear el terreno. Los datos luego serán enviados a los agricultores. Todos estos vehículos son eléctricos.
Esta tecnología, sin embargo, no es barata. Dino, por ejemplo, cuesta 220.000 dólares, lo que es un poco más de 200.000 euros.
Fuente: www.ecoinventos.com
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