Investigadores descubren qué hay detrás del peculiar aroma del Durian
Investigadores han confirmado la presencia de un raro aminoácido de etionina en la fruta del árbol de Durian.
El Durian, una fruta muy popular en el sudeste asiático es conocida por su penetrante olor. La pulpa de un durian maduro emite un aroma que recuerda a cebollas podridas. Es por eso que la fruta ha sido prohibida en el transporte público local en Singapur y en numerosos hoteles en Tailandia.
Investigadores del Instituto Leibniz de Biología de Sistemas Alimentarios de la Universidad Técnica de Munich, han demostrado que el aminoácido juega un papel clave en la formación del olor característico, informó la universidad.
Investigaciones previas realizadas en el Instituto Leibniz ya habían demostrado que el hedor de la fruta se debe esencialmente al etanotiol y sus derivados. Sin embargo, la vía bioquímica por la cual la planta produce etanetiol no quedó clara, explicaron.
Sin embargo, Nadine S. Fischer y Martin Steinhaus han demostrado por primera vez en su nuevo estudio que la etionina es el precursor de la sustancia maloliente.
"Nuestros hallazgos sugieren que a medida que la fruta madura, una enzima específica de la planta libera el olor de la etionina", señaló la autora principal Nadine Fischer.
“Esto es consistente con nuestra observación de que durante la maduración de la fruta no solo aumenta la concentración de etionina en la pulpa, sino también al mismo tiempo la del etanetiol. Esto último explica por qué un durian maduro emite un olor extremadamente fuerte”, agregó.
"Saber exactamente cuánta etionina contiene la fruta es interesante no solo por su importancia para el olor", remarcó el investigador principal Martin Steinhaus.
El científico agregó que las pruebas en animales y los estudios de cultivo celular han verificado que el aminoácido no es inofensivo. Las ratas que incorporaron altas dosis del aminoácido junto con sus alimentos desarrollaron daño hepático y cáncer de hígado.
Sin embargo, un estudio más reciente sugiere que las bajas concentraciones de etionina pueden incluso tener efectos inmunomoduladores positivos.
"Esto plantea la cuestión de si comer la fruta conlleva riesgos para la salud", explicó Steinhaus. "Ciertamente, es necesario realizar más estudios".
Sin embargo, el experto agregó que "para consumir una dosis comparable de etionina a la que tuvo efectos tóxicos en pruebas con animales, una persona que pese 70 kilogramos en un día tendría que comer 580 kilogramos de pulpa de fruta de la variedad Krathum, que es especialmente rica en etionina".