Riego por goteo en cebollas: cómo aumentar el rendimiento
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Cómo rendir más con cebollas de riego por goteo
El riego por goteo ha permitido que los productores rieguen los campos con mayor precisión. No obstante, la industria todavía está en proceso de determinar la forma en la que la densidad de los cultivos cambia las necesidades de riego. Con fin de resolver este factor, la Universidad Estatal de Oregon (EUA) y la Estación Experimental Malheur en Oregon están investigando dicho efecto en el cultivo de cebollas.
El rendimiento y la calidad de las cebollas son sensibles al contenido de agua en el suelo, lo cual puede ser medido como Tensión de Agua en el Suelo (SWT, por siglas en inglés). Las distintas densidades pueden requerir distintas tensiones SWT. La meta final es manejar el riego por goteo para adecuarlo de manera precisa a las necesidades de riego del cultivo de cebollas.
Método experimental del riego por goteo en cebollas
En la región semiárida donde está ubicada la estación, la tensión SWT ideal para empezar a operar el riego por goteo de los campos de cebolla es de casi 20 centibares (cb) para densidades de 50,000 plantas por hectárea. En otras áreas de producción de cebollas, en especial en el extranjero, las cebollas se cultivan a densidades mayores para producir los bulbos más pequeños que requiere el mercado.
En el 2013 y 2014 se cultivaron las variedades de cebolla Vaquero y Swale en la estación, a una densidad de 50,000 y 180,000 plantas por ha.
Se probaron cuatro tensiones SWT: 10, 20, 30 o 50 cb. Las cebollas se mantuvieron más mojadas a 10 centibares; mientras que estuvieron más secas a 50 cb.
Los experimentos se hicieron en bloques completos aleatorizados, con seis réplicas. El riego se controló de manera automática en cada parcela, para que iniciara cuando la tensión SWT medida en cada parcela llegaba a los criterios planeados para el experimento.
Las diferencias en el rendimiento y la calidad de las cebollas se compararon entre los distintos tratamientos, utilizando métodos estadísticos. Las siguientes conclusiones representan los promedios para las dos variedades.
Diferencias de rendimiento
El experimento mostró que los rendimientos en el 2013 fueron más elevados en el 2014.
Sin embargo, muchas tendencias fueron las mismas en ambos años. Los rendimientos totales comercializables para el tratamiento de 50 cb, fueron menores que en los otros tres tratamientos, con ambas densidades. En ambos años, la densidad más alta de 180,000 plantas por ha tuvo mayores rendimientos de productos comercializables que la densidad de 50,000.
Hubo una diferencia importante entre ambas densidades, tanto en el rendimiento de los bulbos más grandes comercializables (más de 10.1 cm de diámetro), como en el rendimiento de los bulbos más pequeños (menos de 7.6 cm de diámetro). Debido a que los bulbos pequeños se comercializan en el extranjero, la densidad objetivo debería depender en parte de la demanda del mercado por un tamaño sobre el otro.
En el 2014, los rendimientos comercializables en los distintos tratamientos de riego no difirieron de manera importante con la densidad de 50,000 plantas por ha. Sin embargo, en el 2013, los tratamientos de 10 y 20 cb tuvieron rendimientos de productos comercializables significativamente más altos.
Para el caso de la densidad de 180,000 plantas por ha, en el 2014 los tratamientos de 20 y 30 cb produjeron rendimientos de productos comercializables significativamente más altos que los de los otros tratamientos. En el 2013, los tratamientos de 10 y 20 cb tuvieron rendimientos significativamente más altos que los tratamientos de 30 y 50 cb.
Factor poscosecha
La pudrición total como porcentaje del rendimiento indica la facilidad de almacenaje de las cebollas. Para este estudio, el porcentaje de pudrición se calculó después de que las cebollas habían sido almacenadas.
En el 2014, el tratamiento de 10 cb tuvo 11.4% de pudrición con la densidad de 50,000 plantas por ha y de 28.1% para la densidad de 180,000.
En el 2013, la densidad de 180,000 plantas por ha tuvo porcentajes de pudrición del 5.9% y 6.7%, para los tratamientos de riego de 10 cb y
20 cb respectivamente.
La diferencia entre ambos años tal vez se debió a las lluvias que mantuvieron todo el campo de cultivo húmedo durante más tiempo. Muy pocas cebollas se pudrieron con el tratamiento de 30 cb.
La descomposición con el tratamiento más húmedo no sería tan grande si las cebollas se vendieran directamente a pie de campo; no obstante los consumidores podrían perder un buen número de las cebollas adquiridas.
En un ambiente realmente húmedo, el tratamiento de riego para una densidad de 180,000 por ha podría ser de casi 20 cb; pero sería mejor utilizar el tratamiento de riego de 30 cb para reducir al mínimo la pudrición.
Fuente: www.hortalizas.com
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