Un informe realizado por la consultora británica PG Economics afirmó que los cultivos GM están contribuyendo en avanzar hacia una agricultura más sostenible.
A 25 años del uso a escala global de los cultivos genéticamente modificados, no solo ha transformado la agricultura y mejorado la calidad de vida de los agricultores, sino que también han contribuido a mejorar la salud del planeta.
El estudio destacó que “la biotecnología agrícola y los cultivos GM han contribuido significativamente a disminuir el impacto ambiental de la agricultura; y a su vez a enfrentar el cambio climático”.
De acuerdo con el informe “se han disminuido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad agrícola al ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles; como la reducción de la necesidad de arado, disminuir el uso de combustibles fósiles y reteniendo más carbono en el suelo”.
Afirmaron que “si los cultivos transgénicos no se hubieran cultivado en 2018, por ejemplo, se habrían emitido a la atmósfera 23 mil millones de kilogramos adicionales de CO2; lo que equivale a agregar 15.3 millones de automóviles a las carreteras”.
Si bien en Chile los cultivos genéticamente modificados no son muy comunes en el área frutícola, si presentan oportunidades interesantes.
Miguel Ángel Sánchez, doctor en Ciencias Biológicas y Director Ejecutivo de ChileBio explicó a PortalFrutícola.com que en Chile sólo se utiliza la tecnología para la producción de semillas con fines de exportación, principalmente maíz, soya y canola; y para actividades de investigación de campo para el desarrollo de nuevos híbridos, variedades y cultivos genéticamente modificados.
“A nivel de investigación y desarrollo hay algunas iniciativas del sector académico donde se ha intentado avanzar en el desarrollo de frutos transgénicos; pero estos no llegaron a la etapa comercial por falta de apoyo económico y falta de certeza regulatoria, donde hay vacíos legales para el uso de la tecnología en el país. Por ejemplo, se han desarrollado vides resistentes a hongos, manzanas con mejor contenido nutricional, limones tolerantes a la salinidad, entre otros”.
Añadió que a nivel global existen dos frutas genéticamente modificadas disponibles comercialmente; una papaya resistente a una enfermedad viral y una manzana con oxidación retardada para disminuir el desecho de alimentos.
Respecto al uso que podrían tener en la industria frutícola de Chila, señaló que “más que productos específicos que puedan ser útiles para la agricultura nacional, se puede aprovechar las oportunidades y potencialidades que ofrece la tecnología en sí”.
“Hay mucho conocimiento de la genética de los cultivos y herramientas moleculares para trabajar con ellos. Por ejemplo, se podría avanzar en desarrollar vides y/o arándanos resistentes a Lobesia, árboles frutales tolerantes al frío, cultivos tolerantes a la sequía, etc.”.
Respecto a los desafíos que existen en Chile y Latinoamérica en la producción de cultivos GM, Sánchez afirmó que el principal desafío es que hay que implementar regulaciones coherentes y efectivas para asegurar la contribución de la biotecnología, en el contexto del mejoramiento genético vegetal, para una agricultura más sostenible.
“Para esto es necesario que el conocimiento científico y la evidencia sea comunicada de manera eficiente a los tomadores de decisión; aclarando inquietudes y dejando de lado los prejuicios a la tecnología de los cultivos transgénicos”, indicó.
Se denominan sistemas de riegos al conjunto de estructuras y procesos que permiten aplicar agua al suelo, generalmente para proporcionar suficiente hidratación a un cultivo.
La flor de Nochebuena (Euphorbia pulcherrima), también conocida como poinsettia, es una de las plantas más icónicas de la temporada navideña. Sin embargo, mantener su belleza y garantizar su crecimiento saludable requiere atención y cuidado específico.