Argentina se prepara para la temporada de arándanos 2020
Argentina es uno de los principales actores en el mercado global con una tradición exportadora que supera los 20 años. Su ubicación geográfica le da la ventaja de contar con un cultivo de contra estación, lo que permite abastecer de fruta en los períodos de baja producción en los países del hemisferio norte.
Es así que sus principales destinos de exportación son Estados Unidos con el 60% de los envíos, Europa Continental y Reino Unido con el 30%, y Canadá y Asia que juntos representan el 10%. Durante los últimos años, las exportaciones de Argentina se han estancado en torno a las 15 mil toneladas, representando en 2019 el 10% de la oferta en la ventana de agosto a diciembre, por lo que ha buscado convertirse en un jugador de nicho con ventajas comparativas y valores de diferenciación. “Apostamos a presentar un producto con altísimos estándares de calidad que se ven reflejados en las certificaciones de buenas prácticas agrícolas y sociales a las que suscribimos” aseguró Federico Bayá, presidente del Comité de Arándanos Argentino (ABC).
La estrategia de diferenciación está centrada en tres pilares: el sabor, la producción orgánica y el trabajo responsable. El sector lleva adelante por cuarto año consecutivo la campaña de promoción y posicionamiento “Taste the Sweetness & Enjoy the Difference” que hace énfasis en el sabor dulce acidulado de la fruta argentina que, por ser producida en zonas con “horas de frío” tiene un sabor diferencial respecto al resto de los oferentes. Un factor adicional es la tendencia creciente a la producción orgánica, estimando representar cerca de un tercio de la producción total este año.
El arándano, un cultivo responsable
Argentina es un país ejemplo en cuanto a responsabilidad social, con leyes que protegen a los trabajadores en un mundo cada vez más competitivo donde muchas veces no se valora adecuadamente el trabajo digno y solo se determina una compra priorizando la variable costo. En 2015, Argentina asumió los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU, entre los que se encuentran el trabajo decente y la erradicación del trabajo infantil. Además de adherir a estos lineamientos internacionales y promover una producción basada en el triple impacto, a nivel local el ABC forma también parte de la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil y se rige por el Plan Nacional para la Prevención y la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente.
Desde el ABC se desarrolló específicamente una estrategia social basada en acciones concretas en las 3 zonas productivas del país. “Como sector productivo nos comprometemos cada vez más con las temáticas sociales que rodean a nuestro cultivo, especialmente en lo que respecta al Trabajo Infantil y Adolescente. Existen muchos mitos en relación a este tema y queremos generar las conversaciones necesarias para desterrarlos” aseguró Bayá. “Venimos trabajando hace dos años en un proyecto que implicó la construcción de un protocolo denominado “Producción Agrícola Responsable” que nos permitirá enfocarnos en tres ejes: prevención, monitoreo y atención de trabajo infantil”.
Aumento en los envíos marítimos para ganar competitividad
Frente a las dificultades que atraviesa el sector por la falta de competitividad en un mercado cada vez más complejo y abastecido, Argentina ha sabido hacer el esfuerzo en materia logística para reducir costos. “Veníamos mal acostumbrados de un mercado que estaba dispuesto a pagar fletes aéreos para hacerse de la fruta más rápidamente pero hoy, la situación es diferente, en un mercado muy abastecido debemos volcarnos masivamente a otra vía de transporte”. Es una tendencia de los últimos años donde la tasa de envíos marítimos pasó de 2-3% en 2014 a 35% en 2019. En medio de la pandemia, donde habrá menor frecuencia de vuelos de pasajeros, se prevé que sólo el 30% de la fruta se exporte por vía aérea.