Fraude de frambuesa chilena eludió controles de seguridad alimentaria de China a Canadá
La agencia de noticias Reuters informó sobre un posible negocio de comercio de alimentos en tres países en el que las frambuesas se etiquetaron incorrectamente y se vendieron fraudulentamente en el mercado canadiense.
Informaron que cientos de toneladas de berries congeladas de bajo costo cultivadas en China se enviaron a una planta de empaque en la zona central de Chile, donde luego fueron reempacadas y reetiquetadas por Frutti di Bosco como productos orgánicos premium cultivados en Chile. Según los informes, la empresa comercializadora de frutas envió luego los berries a ciudades canadienses, incluidas Vancouver y Montreal.
Reuters afirmó que esta información proviene de documentos preparados por la Aduana chilena como parte de su investigación. La agencia, cuyos inspectores habían tomado acción en enero de 2017 tras una pista de un denunciante -incautando archivos, datos de la empresa y registros de ventas de Frutti di Bosco-, calculó que al menos 12 millones de dólares estadounidenses en frambuesas mal etiquetadas se enviaron a Canadá entre 2014 y 2016.
Gran parte de ese producto, mostraron los documentos, provino de Harbin Gaotai Food Co Ltd, un proveedor chino, informó Reuters.
Posteriormente, las autoridades sanitarias canadienses vincularon los berries de Harbin Gaotai con un brote de norovirus de 2017 en Quebec que enfermó a cientos de personas. Las autoridades canadienses emitieron una orden de retiro del mercado de los berries de Harbin Gaotai que llegaron directamente a Canadá desde China a partir de julio de 2016.
Sin embargo, según Reuters, tales autoridades no se dieron cuenta de que las frambuesas Harbin Gaotai también ingresaron a Canadá a través de una puerta trasera durante ese período en forma de fruta falsamente etiquetada y enviada desde Chile por Frutti di Bosco.
Reuters señaló que el esquema deja al descubierto la facilidad con la que los productos potencialmente peligrosos y mal etiquetados pueden ser pasados por alto por las agencias de salud y aduanas del mundo. Lo que es especialmente complejo cuando las autoridades de todo el mundo se esfuerzan por garantizar que los alimentos que ingresan a sus países estén libres de un nuevo riesgo: el COVID-19.
Por su parte, Guillermo González, director de ChileAlimentos, un grupo comercial que representa a la industria alimentaria de Chile, condenó el fraude de la frambuesa, pero lo calificó como un incidente "aislado", consignó Reuters.
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