Investigadores realizan hallazgo que permitiría desarrollar cultivos resistentes a la mancha bacteriana
Científicos argentinos lideraron una investigación que confirmó que la bacteria responsable de la plaga mancha bacteriana afecta el reloj biológico de las plantas para que sean más vulnerables al ataque.
Este hallazgo, según lo informado por la Agencia CyTA-Leloir, permitiría desarrollar a futuro cultivos resistentes contra esta enfermedad vegetal que provoca pérdidas millonarias a productores de arroz, papa, tomate, cebolla, kiwi y muchos otros cultivos.
“La expectativa sería aumentar el rendimiento de los cultivos y la seguridad de los alimentos en nuestro país y el mundo”, afirmó el director del estudio y del Laboratorio de Genómica Vegetal de la Fundación Instituto Leloir (FIL), Marcelo Yanovsky.
Según explica Yanovsky, los científicos ya saben que las plantas de interés agroeconómico, como tomate y arroz, presentan oscilaciones en sus niveles de susceptibilidad frente a patógenos bacterianos y fúngicos según las horas del día: por lo general, son más resistentes por la mañana que por la noche.
“Se cree que esta regulación circadiana, controlada por el reloj biológico, es una adaptación de las plantas debido a que sus patógenos suelen dispersarse e infectar a primeras horas del día. Es como si las plantas estuviesen anticipando el ataque”, explicó la primera autora del avance e investigadora postdoctoral del CONICET en el grupo de Yanovsky, María José de Leone.
Lo novedoso y original del nuevo trabajo es que constató el rápido efecto del ataque de la bacteria causante de la mancha bacteriana, Pseudomonas syringae, sobre el funcionamiento del reloj y que contribuye a debilitar el sistema de defensas de las plantas.
Investigación de la mancha bacteriana
El experimento fue realizado en Arabidopsis thaliana, un modelo vegetal que comparte genes con trigo, maíz y otros cultivos de importancia.
Los investigadores identificaron que, alrededor de una hora después de la infección bacteriana, se manifiesta un efecto sobre la regulación en la expresión de más de la mitad de los genes centrales del reloj biológico; lo cual reduce indirectamente la capacidad de su sistema inmune. “La bacteria podría así ganar una ventaja en el proceso infectivo”, afirmó de Leone.
Por otra parte, caracterizando una planta mutante que presentaba deficiencias en los mecanismos de defensa y alteraciones en los ritmos circadianos, los investigadores encontraron que el vínculo entre el reloj circadiano y las defensas de las plantas depende de genes que codifican proteínas que modulan el tráfico de macromoléculas entre el núcleo y el citoplasma celular.
“Entender la interacción a nivel molecular o celular de los patógenos y las plantas es fundamental para desarrollar aplicaciones que mejoren la productividad del sector agro”, concluyó Yanovsky, también investigador del CONICET.
Foto e información: Agencia CyTA-Leloir