La Fundación para la Innovación Agraria de Chile (FIA) comenzó un proceso de modernización que involucra varias aristas, una de ellas, es ayudar a los agricultores a generar redes y asociarse con la academia y centros de investigación, para así lograr resultados más eficientes en los cultivos.
En un contexto de sequía, cambio climático y de escasez de alimentos, el director de FIA, Álvaro Eyzaguirre, comentó a PortalFrutícola.com los principales desafíos en innovación para Chile y cómo la fundación está trabajando para enfrentarlos.
Nosotros como FIA estamos en un plan de modernización. Hemos hecho un trabajo muy profundo con nuestros usuarios y usuarias donde nuestro objetivo principal es ayudar al agricultor a innovar en su producción. Actualmente, estamos con una presencia regional en todo Chile, con macrozonas en las que hemos implementado cambios muy potentes y nos ha permitido estar cerca de los agricultores, gobiernos regionales, ciencia y la academia.
Nos hemos puesto tres desafíos estratégicos muy importantes. Una es el cambio climático y el manejo de los recursos hídricos, por lo que ha sido muy importante que el foco de nuestras innovaciones sean productos o servicios que realmente tengan un impacto a nivel regional y en este ámbito. Otra área se relaciona con la gestión y los procesos y aquí es donde entra todo el tema de agricultura 4.0, muy importante para el riego y donde queremos impactar. Y la tercera se relaciona con el desarrollo de mercados innovadores.
Dentro del tema del agua contamos con una serie de iniciativas que están asociadas al cambio climático, por ejemplo, en el norte tenemos mucho que aprender a partir de todas las experiencias y lo que es producir alimentos en condiciones extremas, de estrés hídrico, alta salinidad, etc. Así es como hemos desarrollado un proyecto en conjunto con CORFO y Transforma Alimentos que hemos llamado Laboratorio Natural para la Agricultura del Desierto, donde, a partir de la experiencia y del conocimiento que se genera en estos territorios, convertirnos en un referente que nos permita poder proyectarnos al cambio climático que van a tener las regiones más al sur.
En la zona central estamos trabajando muchas iniciativas que consideran nuevas tecnologías disponibles, como monitoreo, control y mejoras de los recursos. En el caso del agua hay una serie de tecnologías para el aprovechamiento inteligente del recurso. En eso estamos trabajando muy fuerte y en nuestras convocatorias e instrumentos que nosotros ofrecemos a los usuarios estamos con mucho foco en el tema de la inteligencia.
Es una iniciativa muy bonita que estamos lanzando en la región de Tarapacá. Se enviaron 1.100 palmas datileras la zona. Los dátiles son un fruto con mucha demanda a nivel mundial, pero que no es satisfecha, sobre todo en países árabes. Chile tiene condiciones muy favorables para su cultivo, es por esta razón que hemos impulsado un proyecto en el que se van a plantar estas 1100 palmeras datileras en varias localidades de la región, y la innovación radica en el uso de la metodología de micropropagación in vitro, lo que permitirá acortar el periodo de producción, llegando así a tener prontamente una producción comercial de estas palmeras con pequeños agricultores, quienes van a poder evaluar y producir estos frutos.
En definitiva, estamos trabajando de norte a sur con muchas iniciativas con las cuales, a través de las tecnologías, queremos superar este gran desafío que tiene el mundo. La FAO dijo que de aquí al 2050 se necesita producir un 50% más de alimentos, pero con menos tierra y recursos de agua disponible. Todos sabemos que el cambio climático esta limitando algunos suelos que hoy día son productivos, además, estamos con serios cambios en los balances hídricos. En ese sentido tenemos ese gran desafío y al mismo tiempo, la oportunidad de seguir impulsando la innovación agrícola para enfrentarlo.
El tema de la seguridad alimentaria es muy importante para nosotros. Nos alegra que el Programa Mundial de Alimentos haya recibido el Premio Nobel de la Paz, porque es justamente un reconocimiento a la necesidad urgente de alimentar a más de 100 millones de personas que están pasando hambre. Este gran desafío nos motiva enormemente, ya que no solo se trata de producir alimentos, sino que sean frescos y nutritivos.
Absolutamente. La unión hace la fuerza y tenemos que unir la fuerza del mundo privado, de la academia, de los agricultores y de nosotros como Ministerio de Agricultura. En ese sentido tenemos varias iniciativas en las cuales podemos beneficiar a privados y a pequeños productores que postulan a nuestros proyectos.
El 6 de octubre acabamos de cerrar nuestra convocatoria anual que hacemos todos los años y que disponemos de 4 mil millones de pesos para impulsar proyectos de innovación en los que podemos ver como pequeños productores que se unen con la academia, con institutos tecnológicos, trabajando en total sinergia.
La asociatividad es también una innovación, es una nueva forma de operar y que está demostrado que es capaz de lograr cosas increíbles.
Como FIA nos hemos dado cuenta de que el gran desafío en el mundo Agrícola es la innovación. Según el Ministerio de Economía, de las pymes agrícolas, solo un 12% declara hacer un tipo de innovación. Nosotros queremos que se abrace la innovación y se vea como una alternativa para aumentar la competitividad y productividad.
En ese sentido, hemos financiado históricamente estos proyectos. Dentro de este proceso de modernización, una de las cosas que hemos aprendido es, por un lado, el aporte de tener presencia en regiones y la importancia de difundir y democratizar la innovación. Antes los proyectos estaban muy concentrados en Santiago, Valparaíso y Bío-Bío, pero hoy tenemos una distribución más generosa y democrática y eso nos tiene muy contentos. Lo vimos reflejado en nuestro último concurso, donde recibimos más de 500 postulaciones de todas las regiones de Chile. Cifra de participación un 12% mayor en comparación con el 2019 y un 25% mayor respecto del año 2018.
Sí, sin restar mérito al financiamiento, que es muy importante, nos hemos dado cuenta que hay gente con intenciones de presentar proyectos, perono existen muchasinstancias donde se enseñe de innovación. No hay oportunidades para que la gente entienda cómo opera la innovación y porqué es distinta, por ejemplo, a la investigación aplicada. Hay una serie de elementos que nos hemos dado cuenta que faltan y por eso estamos fomentando también iniciativas vinculadas a la capacitación, formulación de proyectos y eso ha formado parte de nuestra nueva oferta de valor.
También estamos desarrollando, a partir del proceso de modernización, la generación de redes de colaboración, entre los agricultores con los centros tecnológicos y las academias, quienes se apoyan para sacar adelante sus proyectos innovadores.
Además, estamos poniendo a disposición información muy valiosa. En FIA todos nuestros proyectos quedan alojados en una plataforma digital de uso y disponibilidad pública, con una base de 10 mil estudios aproximados, que benefician ampliamente a quienes quieren innovar en distintos cultivos. Y que sirve para la toma de decisiones importantes para nuestro sector.
Primero, a partir de evidencia y de datos concretos, tenemos la tranquilidad de que hemos hecho muchos cambios para hacer más efectivos y eficientes los procesos de FIA para impulsar la innovación. Yen ese sentido, podemos proyectar que de aquí a 5 años tendremos una presencia regional histórica y eso significa que se habrá democratizado la innovación de Arica a Magallanes. Es decir, habrá herramientas, conocimientos y capacitaciones para postular y resolver desafíos en las distintas regiones y rubros.
Por otro lado, veo la necesidad imperiosa de mejorar la competitividad de los pequeños agricultores, a través de la innovación y hacer pequeños cambios que no son necesariamente costosos. Innovación no implica siempre disponer de recursos económicos, sino es de suma importancia tener la información necesaria a tiempo. Muchas veces ese tipo de es gratis y te puede ayudar a elegir un mejor tipo de semillas, tiempo de riego, sistema de riego que te hará más eficiente, sin necesariamente un costo asociado.
Veo en cinco años más una revolución digital del agro 4.0, del uso del big data en la toma de decisiones. Veo una agricultura capaz de retener a los jóvenes y evitar la migración campo- ciudad con la tecnología.
Finalmente, también veo una capacidad negociadora más fuerte y una mayor asociatividad.
Si estás interesado en este tema u otros relacionados a la escasez hídrica que afecta hoy a diversas regiones del mundo, te invitamos a Agricultural Water Summit 2021, evento en el que se reunirán expertos de todo el mundo con el fin de proveer soluciones, innovación y tecnología para la gestión, preservación y reúso del agua en la agricultura. Para mayor información ingresa aquí.