La materia orgánica del suelo se origina de un proceso de descomposición y mineralización de materiales orgánicos de origen vegetal (compost) (tallos, hojas, frutos y raíces) y animal (pelos, plumas, uñas, huesos, sangre, etc.). Está constituida por una gran diversidad de microorganismos, azúcares, aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos.
El uso de fertilizantes orgánicos que son las fuentes de la materia orgánica, tienen las siguientes ventajas sobre los fertilizantes químicos:
Para obtener estos beneficios, la cantidad de materia orgánica debe de ser de 3.7 %, 3.5 % y 3 % en suelos de textura fina, media y gruesa, respectivamente. Si la materia orgánica se encuentra por debajo de estos valores hay que aplicar composta. La composta por su gran diversidad de materiales utilizados para su elaboración es una de las mejores fuentes para restablecer la materia orgánica del suelo.
• Oxígeno, dentro de un intervalo de 5-15 %. Si es menor, se genera anaerobiosis por exceso de agua, produciendo ácido acético, sulfhídrico, metano y malos olores, condiciones adecuadas para la proliferación de Eschericha coli y Salmonella spp., si es mayor indica falta de agua, disminuyendo el proceso de descomposición.
• Humedad en un rango de 45-60%. Si es mayor afecta a la concentración de oxígeno y si es menor el proceso de compostaje se detiene. Una forma indirecta de determinar si la cantidad de agua que contiene la composta es adecuada, consiste en tomar una muestra con las manos y comprimirla. Después de comprimirla aparece agua brevemente en la superficie y una capa mediana-gruesa en los dedos de composta, si no ocurre esto, se requiere aplicar agua y si escurre agua durante el momento de compresión es un indicador de exceso.
• Temperatura entre 35-45 °C en la fase mesófila, entre 45-70 °C en la fase termófila y entre 35-45 °C en la fase de enfriamiento. Una falta de temperatura adecuada se debe a un exceso o falta de humedad, insuficiente material utilizado y una relación carbono/nitrógeno superior a 35, causando una limitación en la cantidad de nitrógeno utilizado para generar enzimas degradadoras de material orgánico, disminuyendo la velocidad de descomposición y mineralización de la composta. Si la temperatura es mayor a los 70 °C el proceso de compostaje se inhibe por condiciones inadecuadas para los microorganismos.
• pH comprendido entre 4.5-8.5, la mayor actividad fúngica se produce a un pH de 5.5-8.5 para las fases de composteo mesófila y de enfriamiento, en la fase termófila el pH debe de estar entre los intervalos 6.0-7.5. Un rango ideal es 5.8 a 7.2 al final del compostaje.
• Relación C/N no menor de 15:1 y mayor de 35:1. Si fuese mayor, el proceso de compostaje sería demasiado lento; en sentido contrario, se incrementa el calor, liberando amoniaco.
• Tamaño de partículas. Deben ser homogéneas en forma y tener un tamaño entre 3-5 cm; de no ser así, la concentración de agua y oxígeno se verá afectada.
Antes de utilizar la composta se debe realizar una análisis microbiológico y químico para verificar que no esté contaminada por enfermedades como Fusarium spp., Verticillium spp., Phytium spp., Phytophthora spp. y nematodos; que muestre una relación carbono/nitrógeno=10-20, relación carbono/fósforo=200 y una relación carbono/azufre=100. Si dichas relaciones son mayores hay una inmovilización de nitrógeno, fósforo y azufre durante el proceso de mineralización, causando un bajo aprovechamiento por las plantas de éstos elementos, que están regulados por la cantidad existente de carbono.
Para utilizar la composta como fuente de materia orgánica requerimos saber su índice de humificación, que es la capacidad que tiene un abono orgánico para formar materia orgánica en el suelo (cuadro 1), contenido de materia orgánica y peso del suelo.
Después se aplica la siguiente fórmula:
donde:
MOd= materia orgánica deseada (%).
MOa=Materia orgánica actual del suelo (%).
Sp=Peso del suelo (toneladas), está en función de la densidad aparente y a la profundidad que se desea mejorar la cantidad de materia orgánica.
IH= índice de humificación (%).
Sustituyendo en la formula:
Aplicar 151.87 toneladas de composta por hectárea eleva los costos de producción; es una cantidad alta comparado con las 40 t.ha-1 que normalmente se recomienda aplicar en hortalizas.
La mejor opción en cuanto al costo, es elaborar la composta que requerimos, y realizar tres aplicaciones de 50 t.ha-1 por año para el caso de suelos en donde se cultiva tomate, pimientos, pepino o frutillas, cultivos de alto valor.
Una fracción de la composta puede ser incorporada durante la preparación de los surcos y después ser mezcladas en el suelo con un rotocultivador. La fracción restante se aplica durante el ciclo de cultivo y sobre los surcos.
Por último, la cantidad aportada de macronutrientes y micronutrientes con la composta se debe de considerar durante la realización del programa de nutrición para no generar intoxicaciones por exceso de nutrientes en las plantas.
Fuente: www.hortalizas.com
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