Huerto de supervivencia: Todo lo que necesitas saber para empezar
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Huerto de supervivencia: Todo lo que necesitas saber para empezar
No importa la razón para empezar con un huerto de supervivencia, unos lo hacen para mantener a su familia bien alimentada, con alimentos que sabes de donde proceden, otros por tener autonomía en caso de problemas.
Un huerto de supervivencia es una huerta que te permite vivir principalmente de los productos que cultivas. Tanto si una emergencia como un terremoto golpea tu comunidad como si un accidente te impide ir al mercado, este tipo de huerto mantendrá a tu familia alimentada un tiempo.
Si quieres tener un huerto de supervivencia, la planificación es crucial. Desde lo que se planta hasta cómo se planta, una planificación cuidadosa te dará grandes frutos si necesitas recurrir a tu huerto de supervivencia por alguna razón. La buena noticia es que, incluso en tiempos de bonanza, tu huerto será una fuente de sabrosos alimentos naturales que pueden reducir tu presupuesto mensual de alimentos.
Los factores más importantes que hay que tener en cuenta al iniciar un huerto de supervivencia son los nutrientes que necesitas para sobrevivir, tu capacidad para guardar semillas de modo que puedas replantar tu huerto, las mejores cultivos para el almacenamiento y las plantas que te den el mayor rendimiento.
¿Qué es un huerto de supervivencia?
Los huertos de supervivencia son más difíciles de mantener que un huerto normal. No importa si los cultivos de tu huerto casero fallan porque puedes ir a la tienda. Si tu huerto de supervivencia falla, no tienes nada que comer.
Tienes que pensar en el almacenamiento y en el máximo de calorías. Además, ¿qué plantas proporcionarán el mayor rendimiento? No tiene sentido plantar verduras que sólo proporcionan una pequeña cantidad de producto que no se almacenará bien.
La composición de tu huerto de supervivencia también dependerá de tus otros suministros. Puede que tengas un huerto, un jardín de hierbas, ganado y gallinas, así que lo que plantes variará de alguien que no lo tenga. Es difícil vivir sólo de las plantas, así que tienes que asegurarte de que obtienes tantos nutrientes como sea posible de tu huerto, incluyendo las grasas.
Elección de las plantas.
¿Cuánto debo cultivar?
Lo primero que hay que tener en cuenta es la cantidad que necesitas cultivar. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿A cuántos miembros de la familia vas a alimentar?
- ¿Qué cantidad consumes actualmente?
- ¿Compartirás tu cosecha con otros?
Una forma de calcular tus necesidades es controlar lo que tú o tu familia coméis durante un mes y calcular las calorías y la cantidad. También puedes usar una calculadora online para determinar cuántas calorías necesitas. Quizá te sorprenda la cantidad que necesitas para mantener a tu familia y a ti mismo en buen estado de salud.
¿Qué debo cultivar?
Hay muchos factores que hay que tener en cuenta a la hora de decidir qué cultivar. En primer lugar, tenga en cuenta la temporada de cultivo y los meses en los que crece poco en su zona. Si la temporada de cultivo es corta, necesitarás plantas que se almacenen bien, que contengan la máxima cantidad de nutrientes y que no necesiten una larga temporada de cultivo. Por supuesto, también tienes que tener en cuenta qué crece bien en tu zona.
¿Tienes inviernos largos con poco sol? ¿Nieva donde vives? Si es así, es posible que necesites un invernadero para prolongar la temporada de cultivo. Un invernadero con calefacción es aún mejor.
Aquí tienes una lista de plantas que puedes considerar, para empezar. Por lo general, estas plantas contienen nutrientes y crecen en la mayoría de las zonas:
- Patatas.
- Maíz.
- Judías.
- Semillas de girasol.
- Tomates.
- Habas.
- Calabazas.
- Cebollas.
- Remolachas.
Quizá te preguntes por qué he incluido en la lista las semillas de girasol. Si vives de tu huerto, necesitas obtener alguna forma de grasa en tu dieta y los girasoles tienen una buena cantidad de grasa. Si los girasoles no crecen donde tú vives, quizás los cacahuetes sí.
¿Qué se almacena bien?
Vivir de tu huerto sólo es posible si puedes almacenar gran parte de lo que cultivas para que te ayude durante las temporadas de escasez. Todas las siguientes plantas se almacenan bien.
- Cebollas.
- Remolacha.
- Nabo.
- Calabaza.
- Patata.
- Calabacín.
- Ajo.
- Boniato.
- Chirivía.
- Calabaza de invierno.
Para que las cosas duren aún más, considera la posibilidad de cultivar productos que puedas fermentar, secar o hacer conservas, como
- Pepinos.
- Pimientos.
- Tomates.
- Maíz.
- Remolacha.
- Coles.
- Judías.
- Soja.
Cultivos nutritivos.
Por supuesto, la lista de plantas que crecen en tu zona puede ser diferente a las plantas anteriores. La clave es tratar de conseguir varios vegetales diferentes para asegurarse de que está recibiendo varios nutrientes vitales. Trata de tener:
- Verduras de hoja verde para el hierro.
- Guisantes, judías o tubérculos para los hidratos de carbono.
- Coles de Bruselas, lentejas, nueces o espinacas para el hierro.
- Pimientos, bayas, tomates, kiwis, cítricos o brotes para la vitamina C.
- Espárragos, pepinos, coles de Bruselas o remolacha para las vitaminas y el ácido fólico.
Guardar las semillas.
No sólo hay que alimentarse durante el primer año, sino que hay que asegurarse de poder plantar nuevas cosechas el año que viene si las cosas siguen mal. Una vez que hayas considerado el rendimiento, el almacenamiento y la nutrición, piensa en las mejores plantas para guardar semillas.
A mí siempre me han gustado las hortalizas que dan muchas semillas que son fáciles de cosechar. Además, si te sobran semillas, puedes intercambiarlas con tus vecinos por cosas que necesites.
Las mejores hortalizas para guardar semillas son:
- Tomates.
- Patatas.
- Pimientos.
- Calabazas.
- Calabazas.
- Melones.
- Guisantes.
- Judías.
- Pepinos.
- Rábanos.
- Lechugas.
El ahorro de semillas se consigue usando semillas autóctonas para plantar y guardando las semillas de las hortalizas después de la cosecha. Las semillas compradas en tienda no son las más adecuadas, así que para tu huerto de supervivencia debes empezar con semillas autóctonas.
Evita la polinización cruzada entre plantas y estudia los consejos y trucos para guardar las semillas. Parte del éxito de un huerto de supervivencia es aprender todo lo que puedas de los jardineros experimentados.
Cómo preparar el terreno.
Además de las plantas que planeas cultivar, la elección del lugar es el factor más esencial en la planificación de tu huerto de supervivencia.
¿Cuánto espacio necesito?
Lo primero es lo primero, ¿cuánto espacio necesitas? La cantidad de área de jardín que necesitas depende de tus circunstancias personales, como el número de personas en tu casa, y el tipo de plantas que estás cultivando.
También tienes que tener en cuenta si piensas dejar una parte del jardín sin plantar de vez en cuando. Hay que darles descanso.
Cada vez que descansa un huerto, debes procurarle un abono equilibrado, por ejemplo un buen compost casero.
Calcula el espacio que necesitas y asegúrate de que tu huerto se adapta a tus necesidades.
Elegir un lugar.
Incluso las mejores plantas del mundo no prosperarán si no reciben la cantidad de sol que necesitan. Elige un lugar que reciba 8 horas de sol al día, quizás con un poco de sombra por la tarde si vives en una zona calurosa. Hay plantas que crecen bien en la sombra.
Prepara la tierra.
Comer de los alimentos que cultivas en tu huerto significa que tienes que hacer todo lo posible para aumentar la productividad de tu huerto. Cuantos más alimentos puedas obtener, mejor te irá.
Eso significa preparar el suelo para la siembra. Cuanto más sano este tu tierra, más sanas estarán tus plantas y más sano estarás tú.
Prueba y error.
El mejor momento para empezar un huerto de supervivencia es cuando no lo necesitas. Necesitas practicar y fracasar para aprenderlo todo. Guardar las semillas, plantar durante las cuatro estaciones, almacenar y conservar es algo que se aprende con el tiempo.
Intenta cultivar algo que nunca hayas probado antes, guardar semillas de tus cultivos actuales y almacenar los alimentos que cultives.
Ponte a prueba.
Si quieres comprobar si has planificado bien tu huerto de supervivencia, intenta plantar un huerto y alimentar a tu familia con él durante un mes aproximadamente.
Dile a su familia que está comenzando un huerto de supervivencia y que, una vez que comience la cosecha, no se comprará ninguna verdura en la tienda durante la prueba. De este modo, podrás poner a prueba tus habilidades mientras sigues comprando el resto de la comida en la tienda o proporcionándola tú mismo.
Así te harás una idea de cuánto trabajo hay que hacer y cuánto tienes que cultivar para reponer todas las verduras, por no hablar del resto de los alimentos.
Mi última sugerencia es que leas, aprendas y no tengas miedo de probar. Ahora es el momento de aprender, no cuando necesites el huerto de supervivencia.